#05 Lavandería

884 89 74
                                    

Tras haber tomado una ducha esa noche después del día en la cantera con sus nuevos amigos, (t/n) no pudo evitar mostrarse sumamente contenta al respecto, con su madre disfrutando de ver que su hija finalmente tenía amigos de su edad con quienes pasar el tiempo, cansada tras el día de gran diversión, sentándose en su cama en su pijama, un libro a su lado como una lectura nocturna.

Sin embargo; no pudo resistir la curiosidad de tomar las cartas para darle un ojo, queriendo saber que diría la próxima en cuestión. Tomando en cuenta que su madre estaba preparando leche caliente como un último aperitivo.

"Finalmente, te diré la verdadera razón por la que te escribí: Cuando cumplí veintiséis, tuve muchos arrepentimientos. En esta carta escribí mi mayor arrepentimiento que no quiero que mi yo de dieciséis años tenga.

Diez años en el futuro, Stan no está ahí. No quiero perder a una persona tan valiosa.

Vigílalo muy de cerca."

Silencio. (t/n) se quedó en completo silencio mientras leía una y otra vez las mismas palabras para cerciorarse de que lo estaba leyendo correctamente y no mal. Deseando estar equivocada, pero mientras más volvía a leer la carta, más sentía que su felicidad se iba drenando al saber que esas palabras eran correctas.

En diez años más... Stan ya no existía.

(t/n) decidió pasarse a la siguiente carta en la búsqueda de respuestas, deseando encontrar diferentes respuestas a esas palabras. ¿Qué ocurrió en el futuro? Sintiendo como una parte de ella se sumió a una tristeza, toda la felicidad del día se había drenado de repente, deseando encontrar que no fueran ciertas esas palabras, pero una parte de ella la llevo a la idea de que las cartas eran una forma de evitar ese mismo destino.

"El baño de Beverly estará extrañamente bañando en sangre, y ni un adulto parecía notarlo más que solo nosotros. Todos menos Richie nos adentramos a limpiarlo usando unos trapos de la cocina de su padre, mencionando que no quería que él se percatase de que desaparecieron y entonces Stan se ofreció de llevarlos a la lavandería dado a que tenía dinero consigo.

Ve con él."

La idea de un baño cubierto en sangre solo atrajo más misterio a toda la situación en sí. Decidiendo leer hasta esa parte para guardarlas en su cajón. Pensativa, incapaz de oír cuando su madre se adentró a su habitación con la taza de leche caliente.

—¿Todavía no has comenzado a leer? — pregunto su madre con curiosidad —.

—Ah, creo que me distraje un poco.

Dijo (t/n) con una pequeña risa. Con una pequeña conversación con su madre antes de verla abandonar la habitación, cerrando la puerta con unas buenas noches, y (t/n) se metió en las sabanas, abriendo su libro y bebiendo de la leche caliente, tomando en cuenta que todavía era temprano, tenía tiempo de leer unos pocos capítulos, después de todo su cuerpo pedía un buen descanso.

En su mente recordándole que mañana no se quedara en silencio para acompañar a Stan. Esperando que su timidez no le impidiera tomar esa oportunidad que se le señalo en la carta.

En el nuevo amanecer despertó temprano como acostumbraba; levantándose y vistiendo un vestido hasta las rodillas de mezclilla con botones, así como flores bordadas en la falda que se mecía con suavidad. Atando su cabello en una coleta alta, durante esa mañana estuvo en soledad cuando su madre debía de salir al trabajo, despidiéndose con un beso en su frente, escuchando el auto marchar fuera de ahí.

Con (t/n) lavando los platos tranquilamente hasta que el teléfono la interrumpió. Secando sus manos tan rápido como podía hasta contestar el teléfono, y sintió un escalofrió cuando era Beverly, pidiéndole que fuera a su casa debido a que tenía que ver algo con el resto del grupo.

Romantic Bird {Stanley Uris & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora