Romantic Bird {Stanley Uris & Lectora} Finalizada

#20 Final: Si reímos juntos

—No camines demasiado lejos (t/n).

Llamo Stan al sostener el paraguas de tono celeste en sus manos enguantadas en la tarde fría de invierno. Con (t/n) deteniendo sus pasos cuando noto que estaba caminando a un ritmo más rápido que su novio Stan a su lado.

—Lo siento — rio tranquilamente ella al volver a su lugar mientras entrelazaba su brazo al de Stan tranquilamente —. Me gusta mucho la nieve.

—Lo sé — contesto —, pero eso no quiere decir que no puedas resfriarte.

—Tienes razón.

—¿Podrían no actuar tan melosos? — Beverly pregunto —. Aquí también hay solteros.

Las palabras de Beverly trajeron risas al grupo en esos entonces. Aunque todos sabían que ella conjunto a Ben irían estar juntos tarde o temprano. Obteniendo burlas de parte de Richie conjunto a Eddie que caminaban lado a lado, burlándose del resto de sus amigos.

—El mensaje también va para ustedes — mención Mike con una risa —.

—Lo siento amigos — Richie dijo —, pero este maldito frío está hecho para personas que tienen a su medio limón.

—¿Limón?

Pregunto Ben con confusión y con una pequeña risa.

—Creí que era media naranja — finalizo Ben —.

—Es como lo dices tú — Bill señalo —, solo que R-Richie lo dice mal a propósito.

Se creo un silencio al mirar al adolescente de lentes esperando que contestara algo, Stan conjunto a (t/n) intercambiaron una mirada mientras querían evitar romper a reír con algo en esos entonces.

—¿No fue a propósito? — Beverly pregunto —.

—Uh...

—¿En serio estoy saliendo con un idiota?

Suspiro Eddie.

—Se que me amas.

Pero todos finalmente dejaron escapar un sinfín de risas al caminar en las calles de Derry cuando la nieve caía. Creando un ambiente mágico, adoraban el verano, así como adoraban el invierno, apreciando la diversa diversión que los climas podían traerles con facilidad.

A sus diecisiete años sus temores de perder a sus amigos finalmente se esfumaron en el aire. Y encontraron la manera de hacer que (t/n) hablase de las pesadillas que las luces de la muerte dejaron en ella, esperando que el tiempo curase sus heridas, obteniendo el consuelo de que sus amigos la llamaban siempre por la mañana.

Diciéndole: Seguimos aquí.

Avanzando en los años con risas como llanto; La vida era agridulce. Equilibrada en ambas maneras, sin embargo, para todos ellos pasar por todo eso fueron pruebas que superaron sencillamente. Llegando a la edad adulta, en sus veintiséis años cuando caminaban hacia la casa de Beverly Hanscom.

La mano de Stan paso en la espala de (t/n) cuando estaban bajando del auto.

—¿Quieres que lo cargue? — pregunto amablemente —.

—Creo que está bien conmigo — sonrió de vuelta (t/n) —. Estoy segura de que Bev nos está esperando así que no la hagamos esperar más.

—Siempre quiere estar en tus brazos.

Suspiro Stan, aunque (t/n) solo soltó una risa a ello. Sosteniendo a su hijo pequeño en sus brazos con facilidad como con cuidado y cariño. Su cabello era desordenado con el mismo color al de Stan y con unos ojos coloridos como los (c/o) de (t/n).