Capítulo 34

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-Anne...

-Mmm -contesto con un sonido nasal, volteo al no recibir respuesta-. Díme.

-Ya tengo que bajar -asiento con una pequeña sonrisa.

-Está bien -inhalo y exhalo-. ¿El guardia? -pregunto con miedo.

-Estará junto a la puerta -se acerca y toma mis manos entre las suyas-. No dejará entrar a nadie, que no seamos Kevin o yo, ¿De acuerdo? -asiento, no muy convencida.

-Quizá...

-No. No saldrán de aquí, no... -calló, suspira y prosigue-. Todo estará bien... tienes mi palabra.

Aplano los labios y asiento.

Dejamos la terraza y la miro observarse en el espejo, mientras yo me siento en el borde de la cama donde Cat duerme plácidamente, antes de tomar su bolso, mandarme un beso volado, luego acercarse a la puerta y tomar el pomo.

-Todo estará bien -sonríe.

Cuando ella sale, y me quedo sola, espero unos minutos, antes de esparcir mi cuerpo sobre la cama para estar frente al rostro de la muñe, y así estar segura de que nadie entrará. Sonrío al verla con los labios entreabiertos y aparto algunos mechones rubios de su rostro, le ha crecido unos centímetros más en esta semana que llevamos en Brasil.

En ésta semana... demasiado lenta y dolorosa, no he podido dormir más de dos horas. No sin el miedo de que Danilo vuelva a pasar sobre Paola y lograra golpearme el estómago, antes de que Kevin llegara y lo noqueara.

Tengo un moraton del tamaño de un melón, que no ha provocado daño interno, pero sí un dolor punzante que me prohíbe doblar el estómago.

Tengo los párpados pesados, pero no quiero dormir.

Voy al baño, donde me lavo la cara y regreso a la cama, con el control remoto de la televisión. Coloco un programa de reality show, en volumen bajo...

-Quiji-Quiji...

-Sshh... Estrellita ¿dónde estás?
Me pregunto ¿quién serás?,
En el cielo o en el mar
Un diamante de verdad.

Estrellita dónde estás
Me pregunto quién serás.

Cuando el sol se ha ido ya

Cuando nada brilla más
Tu nos muestras tu brillar
Brillas, brillas sin parar...

Suspiro y parpadeo...

-Mamá está despertando...

Como si me hubiesen pellizcado, reacciono de manera alterada; abro los ojos de par en par y me quedo sentada sobre la cama... mirando a Danilo, sonriente, y con Cat dormida en sus brazos.

El corazón se me acelera más de lo debido.

Hace dos días que no lo veo y... ahora, que está frente a mí, con Cat en sus manos... tiene una pinta de no haber dormido, el cabello revuelto, con barba más larga de una semana y con un traje arrugado.

-¿Crees que nuestro ángel hubiera nacido con el color de tú cabello? -pregunta en un tono bajo, sin dejar de ver a la muñe y mecerla de lado a lado.

-No... No lo sé -suspiro al sentir el nudo en la garganta y los ojos arder.

-Sería el niño más hermoso y amado... -termina de hablar, con la mandíbula tensada, mirándome.

Una vida diferente |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora