" Dios es aquel que mata indiscriminadamente y nosotros también. Porque ninguna criatura de Dios es como nosotros ninguna se parece tanto a ÉL como nosotros" ( Entrevista con el Vampiro, 1994)
- Historia totalmente mía, no aceptare copias o adaptaci...
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↣ Reino Unido - Londres / 1861 - Oct 27
Los días faltantes para la fiesta eran pocos, en tan solo cuatro días era la fabulosa y espléndida fiesta de la que todas las personas hablaban con gran entusiasmo, ¿Y cómo no hablar del festín?, si este era uno de los más grandes y encima de todo la hacía una de las familias más ricas de toda Inglaterra, y entre tantos comentarios de una cosa y de la otra también estaban los de los amigos que estaban entrando en una especie de pánico temiendo a que su disfraz no fuese uno de los más maravillosos o incluso resaltante de aquel festín.
—¿Creen esto me quede totalmente bien? —Preguntó Ana
—¿Cuál es tu disfraz?
—Iré disfrazada de Reina —alzó sus cejas
—Al menos iras de ello —rió Jungkook —Aun yo no sé de qué ir disfrazado, supongo que de príncipe no me iría mal.
—De por sí ya pareces uno. —musito Yoongi mientras sonreía leve —Yo creo que iré de Mosquetero
—Así que irás inspirado en Francia...
—No veo otra cosa que llame mi atención —susurro —Tampoco es que tenga muchas ganas de ir a solo beber y bailar y lo saben
—Pensábamos que ya habías dejado la costumbre de siempre dormir y evitar disfrutar de la vida —hablo Ana
—No me hace bien o no es para mí que la mayoría de personas me miren y comenten sobre mí —soltó un suspiro —Sin embargo voy porque nunca dejaría a mis amigos solos
—¡No seas mentiroso! —exclamó Jungkook
—Estoy diciendo la verdad querido amigo —rió suave —¿Crees que te estoy mintiendo? —llevo una mano a su pecho indignado.
—Si y No y te conozco bien Yoongi —levantó sus cejas
—Pues estás pensando mal —tomó un sorbo de su copa —sabes que no soy mucho de ello, pero siempre iré cuando ustedes estén y los pueda ver felices, porque su felicidad también es mi felicidad.
—Pero qué romántico —río Ana mientras también tomaba de su copa también.
—Para nada es romántico, ya se los había dicho hace rato —sonrió —Saben que los adoro más que a nada y que sin duda daría mi vida por ustedes.
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