Mi refugio - CLEXA AU

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Tres semanas después de pensar en la idea de buscar un empleo, resultó ser que trabajar en la cafetería no estaba tan mal después de todo. Quedaba cerca de la universidad, solo trabajo dos días a la semana, me mantengo alejada del agobio de estar en casa, y a pesar de que el salario no es lo mejor, las propinas son el verdadero tesoro.

— Clarke, la mesa cuatro quiere un latte, agua sin gas y un muffin de plátano.

— De acuerdo, en seguida...

Tomé todo lo que mi jefe me ordenó, lo dejé en la mesa con amabilidad y comencé a guardar mi delantal y a soltar mi cabello para por fin terminar mi turno de la mañana e ir a mis clases de la tarde que comenzaban en un par de horas...

— Clarke, lamento molestarte, pero ten las propinas de la mesa cuatro...

— Bellamy, no era necesario, solo te ayudé con el pedido.

— Tranquila, fue tu orden; además, el lugar es mío, sería injusto que además de las ganancias me quedara con la propina de los empleados.

— ¡Hey!, — volvió a hablar Bellamy. — estaba revisando los horarios para hacer los turnos del siguiente mes, y noté que no tienes clases hasta unas horas luego los miércoles — dijo, mientras me entregaba las propinas. — ¿Has probado los productos de mi humilde cafetería? — Reí ante la ocurrencia.

— Pues no, pero se ven y huelen mejor que las de Starbucks.

— Bien, déjame invitarte una merienda para que no te vayas con el estómago vacío a clases. Toma algo de beber y comer, lo que tú quieras, siéntate en alguna mesa y disfrútalo.

— ¡guau, gracias, Bell!

Debo decir que el ofrecimiento de mi jefe me cayó como anillo al dedo porque ya estaba pensando en qué almorzar. Así que terminé de arreglarme, salí al mostrador y tomé el vaso más grande de té que encontré, un croissant con jamón y queso y un pequeño bombón de chocolate que venía tentándome desde el primer día de trabajo. Procedí a sentarme en la mesa más pequeña del lugar y esperando a que se enfriara un poco mi té, comencé a mirar a la gente que frecuentaba el local. De pronto, vi a Bellamy acercarse con una taza de café y sentarse frente a mí.

— Usualmente espero el mes para dar esta noticia Clarke, pero con las dos semanas que llevas aquí, me ha quedado claro que eres una buena empleada, has pasado oficialmente el periodo de prueba.

— ¡Qué susto! Comida gratis, tú llegando todo serio con un café... pensé que venías a despedirme. — Reí nerviosa.

— ¡Para nada! Bueno, ya conoces tus beneficios como empleada oficial, tienes acceso a una bebida de tu elección por turno, tu salario quedará fijo y accedes a bonos por venta, y al solo trabajar dos días puedes pedir turnos extra si los necesitas.

— Muchas gracias, Bell, no te defraudaré...

— Sé que no rubia, ahora come, que se viene el primer día del segundo semestre...

— ¿Cómo sabes eso?

— Oh, bueno, mi hermana estudia letras en tu misma universidad. Va en segundo año.

— ¿Tu hermana es Octavia Blake? ... eso tiene tanto sentido, pero jamás hice la relación de apellidos.

— ¿Conoces a O? — Me preguntó con sorpresa.

— Claro, va un curso bajo mío, yo también estudio letras. De hecho, hemos tenido un par de clases juntas...

Estaba muy contenta por la noticia que Bell me había dado, y honestamente, debo decir que la vida estaba teniendo un muy buen rumbo. Desde que trabajo en Coffee Blake, ya no tengo que escudriñar los sillones en busca de monedas para sobrevivir, y a pesar de que es un empleo, el ambiente se siente francamente agradable. Nadie parece ejercer su autoridad sobre nadie, todos son amables, e incluso estaba empezando a considerar como un amigo a mi jefe Bellamy, sin embargo, el volver a clases me tenía un poco nerviosa...

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-Emma