How to change

Capítulo 8.2

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Nic por fin fue capaz de deshacerse de esas Nong curiosas y no pudo hacer más que volver a pensar en su P'. Aquel que lo aterrorizó desde el primer momento, el que siempre quería hacerlo todo por él, el que lo acosó y resistió a la perfección todos sus tratos, el que aún siendo virgen hizo de todo para complacerlo en la cama...

Lentamente se fue dando cuenta que estaba sintiendo un apego demasiado grande por aquel chico. Un apego que nunca antes tuvo por nadie.

Entre sus cientos de amantes, jamás hubo una sola chica que despertara ese tipo de cosas en él. Si llegaban a separarse, ellas se ponían celosas o intentaban que el se pusiera posesivo con ellas, el no hacía nada. Según su lema de vida, las personas llegaban a nuestra vida para cumplir una misión y una vez esto pasaba, desaparecían para siempre. Ellas llegaban a su vida para coger como conejos, de ahí en adelante el no tiene nada que ver con ellas.

Pero con este chico todo era diferente, era único a su manera. No temía decir lo que tenía en la cabeza, en siempre mostrar su afecto, a veces se perdía en sus pensamientos más de lo normal o ponía unos pequeños pucheros que lucían tan adorables, no se escondía y cuando las cosas se ponían difíciles sus ojos siempre se veían salpicados por las lágrimas. Y sobre todo, era la maldita persona más tierna y honesta que hubiera conocido. Tan tierno que le hacía querer sostener su mano y nunca dejarlo ir.

¿Qué estarás haciendo, P'Tae?

Solo pensar en él fue suficiente para que una enorme sonrisa apareciera en su rostro, aunque jamás lo aceptaría. Lentamente se dirigió hacia la cafetería, donde su mejor amigo llevaba bastante tiempo esperándolo.

"¡Al menos disimula un poco! ¡No creas que no soy consciente de lo que hiciste el sábado y lo que te tiene así de feliz!"

"¿Cómo lo sabes? ¿No pudiste estar con P'No y decidiste seguirme para matar el aburrimiento?"

Recién entraba al establecimiento y ya tenía encima la mirada pícara de su amigo. No dudó en lo más mínimo que el otro supiera lo que hizo aquel fin de semana, era una habilidad que tenía para saberlo absolutamente todo y, con el tiempo, ya se había acostumbrado.

"¿Cómo no saberlo? ¿Acaso no recuerdas que esa tarjeta es la de mi madre?"

Excelente, un poco tarde como para recordar que este lobo no es más que un estudiante que tuvo la suerte de ser heredero de una compañía farmacéutica. El dinero que recibía no era suyo sino de sus padres. Perfecto, simplemente perfecto.

"¿Y tu madre llamó al hotel o qué?"

"Algo así, mi mamá pensó que llevé a P'No al hotel para tener una sesión de sexo desenfrenado." Nic se sorprendió. No porque la familia del niño rico supiera de su relación con Techno, puesto que Techno no podía negarse a la insistencia y trucos de Kla, sino porque el chico se vio tan deprimido y desolado cuando mencionó a su hermano... su curiosidad fue más grande que él.

"Oye, Kla... ¿qué sucedió? ¿Problemas en el paraíso? ¿P'No no te deja tocarlo?"

Kengkla miró a la derecha y a la izquierda antes de hablar, asegurándose que nadie estaba escuchando la conversación.

"No seas estúpido, P'No nunca me negaría la oportunidad de hacerlo mío. Es solo que le propuse un cambio de escenario, ya sabes para hacer el acto más caliente, y simplemente empezó a darme un millón de razones de porqué lo que dije estaba mal y como los jóvenes no debían gastar dinero indiscriminadamente. Ya sabes, P'No siempre muy ahorrativo y no me deja gastar un poco del montón de dinero que me dan mis padres. Y una mierda, solo quiero intentar algo distinto con el pero solo encuentra problemas económicos que no existen."

¿Cómo puede alguien tan astuto como Kla, frustrarse con tanta facilidad? El mismo sabía que pronto saldría con una idea para cumplir sus deseos, así que debería de estar más calmado.

Aunque... ¿a qué se refiere cuando dice 'algo distinto'?

"Tu, lobo lujurioso, ¿qué le vas a hacer a mi hermano?"

"¡Huh!"

Kla le dedicó una sonrisa traviesa y luego se acomodó en la mesa como si estuviera haciendo un trabajo en su computador. Unos minutos después le llamo, fingiendo que tenía una duda con su supuesto trabajo.

"¡Estúpido! ¡Ven y checa esto, por favor!"

"Conocerte como lo hago hace que sienta demasiada lástima por mi hermano. Si no fuera porque se que lo amas, no podría aguantarlo."

"¡Exagerado! Además no puedes decir nada, no cuando tienes los mismos gustos y perversiones que yo." Nic negó vigorosamente, aunque sabía perfectamente que así era, y se dispuso a ver lo que estaba en aquel computador. Sus ojos se abrieron por la sorpresa cuando lo vio. Joder, una sexshop fetichista.

Estaba viendo un catálogo de juguetes sexuales en medio de la cafetería.

Sin duda alguna, Nic está brutalmente interesado por lo que ve. Sigue desplazándose por todo el catálogo, su mente imaginando millones de escenarios donde Tae usara esos objetos.

Ignoró los dildos y demás juguetes anales que fueran demasiado grandes, nada de eso le importaba. El tenía plena confianza en su miembro y sus habilidades, nunca necesitaría nada de eso para satisfacer a su compañero. Lo que realmente le interesaban, eran esos pequeños aparatos que tanta diversión le prometían.

"Wow..."

"¿Ya le echaste ojo a algo?"

"No, no me interesa ninguno." Nic le devolvió el computador al dueño mientras hacía anotaciones mentales de nombres y lugares. "¿Para qué los necesitaría?"

"Eh... como tu digas machito. Aunque tu y yo sabemos que estas muy interesado en estas cosas, probablemente ya te memorizaste nombre, precio y lugar para comprar. No me lo dirás, pero sabes perfectamente que soy consciente de tus actos."

Definitivamente Kla era todo un lobo astuto, nada podía escapar de él. E incluso cuando llevaba años practicando y volviéndose mejor en esconder sus pensamientos, el otro seguía leyéndolo casi perfectamente.

Se encogió de hombros, realmente no quería comentarle esas cosas. No en este momento, al menos. Pero en su interior estaba agradecido por la información, puesto que lo que le interesaba podía ser fácilmente comprado en una farmacia.

Me pregunto como reaccionará P'Tae con esto... ¿Habrá muchas lágrimas o desde el inicio se va a retorcer de placer?

Esta vez, Nic no estaba conteniendo sus deseos en lo más mínimo. Después de pensar en lo que iba a comprar, quería cogerse a Tae correctamente, ver su lujuriosa imagen, su tierna sonrisa y sus hermosos ojos.

Y finalmente, abrazarlo con tanta fuerza y cariño como la última vez. Porque si, Nic se moría por volver a tenerlo entre sus brazos.

Pero joder, como costaba aceptarlo.

Simplemente... él no podía desear eso. ¡De ninguna manera!

Sin darse cuenta, Nic se hundió en los encantos de Tae. Y siguió cayendo cada vez más y más. Tanto como nunca lo hizo.

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