Capítulo 3.2

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Nic siempre fue una celebridad en la facultad y ni siquiera los rumores de su sexualidad cambiaban eso. No solo era dueño de un rostro hermoso y perfilado, un cuerpo musculoso que se veía muy bien en uniforme, sino que también era el mejor amigo de Kengkla, la luna de su año.

Resumiendo, era demasiado conocido y siempre hay cientos de personas que lo paran por los pasillos para hablar con él. Lo único que agradeció de esta horrible época que está afrontando fueron todas esas nuevas habilidades que desarrolló: Habilidades de escape.

Caminaron rápidamente desde el atrio del edificio hasta la parte posterior del mismo, las habilidades del más joven salieron a relucir haciendo que no se encontraran con nadie más que con la señora de la limpieza, fue una huida casi perfecta. Era lo que él creía, una forma perfecta de evitar el nacimiento de rumores de que llevaba a su amante a rincones oscuros y desconocidos para hacer cosas indecorosas.

Cuando por fin llegaron a una zona apropiada, se giró para ver al chico que llevaba un buen rato arrastrando. Lo vio cabizbajo, pero sin importar que tanto agachara la mirada igual se podía ver el color rojo de sus orejas.

Oye, ¿por qué se ha sonrojado tanto?

No era un sonrojo tenue como el que había visto en las chicas con las que tenía sexo, ni siquiera como el que veía en aquellas con quienes formalizaba algo. Era tan profundo como nunca antes había visto, y no pudo evitar desear ver más.

"Yo... lo siento, P'Tae."

¿Por qué me estoy disculpando con él? Se supone que tengo que regañarlo y hacer que se disculpe conmigo, no todo lo contrario. Aggggg.

Nic soltó la mano del otro hombre y compuso una expresión seria en su rostro, decidido a demostrar que tan enojado y frustrado se sentía. El problema es que tan pronto el mayor levantó la vista apenado y se alejó rápidamente... Nic se derritió completamente. Tae le provocaba una ternura indescriptible.

Maldición, ¿qué diablos te pasa, Technic?

El farmacéutico no quería aceptar todos los pensamientos que estaban recorriendo su mente, así que simplemente tosió ligeramente para poder recobrar la cordura aun cuando la persona frente a el seguía mirándolo de esa forma y sonriendo tímidamente.

Lo normal en él era hablar mucho, hasta el punto en que podía aburrir a cualquiera, pero ahora mismo... no se le ocurre nada, lo que ya tenía planeado estaba difuminado en sus pensamientos, estaba muy callado.

Decidió hablar antes de prolongar aquel incómodo silencio.

"P'Tae..."

Tan pronto le llamó, el otro respondió emocionado. Con una sonrisa enorme y resplandeciente que hacía muy evidentes sus pequeños hoyuelos.

Muy tierno...esos cachetes... quiero tocarlos... No, Nic. ¿Qué estás pensando? Eso es inapropiado.

"P-Phi, no vuelvas a hacer eso. Por favor."

Por un momento no supo si se refería a que no volviera a acosarlo o a que no volviera a verse tan malditamente tierno...

Mientras recordaba los últimos sucesos y el cansancio extremo de su cuerpo, supo que se refería a lo primero. Después de todo el seguía siendo un chico, sin importar cuan lindo y adorable sea. Nic no era gay, no le interesaban los hombres.

"Yo...¿Hice algo mal, Nong?"

La expresión en el rostro de Tae decayó rápidamente, la sonrisa se borró completamente y toda su cara empezó a reflejar el más profundo desconcierto. Nic sintió como algo dolía en lo profundo de su pecho, así que habló más rápido para evitar ceder ante aquella triste imagen y esos raros deseos.

"Hay cosas que no me gustan, como por ejemplo seguirme a todos lados. No sé dónde escuchaste que eso me gustaría o porqué pensaste eso, pero me incomoda un poco el tenerte todo el tiempo detrás. Además me traes comida y... no quiero ser una molestia P', yo tengo dinero y puedo comprar mis almuerzos sin problema. No hay necesidad de que sienta compasión y gaste su tiempo para cocinarme."

"Yo...no..."

No, no llores P'Tae...

El chico había tenido toda la intención de deshacerse del chico tierno con palabras frías y crueles, pero cuando le vio derramando algunas lágrimas solo quiso eliminarlas suavemente; cuando vio su boca levemente curvada hacia abajo y le escuchó la voz temblorosa... sintió que su corazón se removía. Pero aun así no quería arrepentirse.

"¿No qué? Por favor P', deja de hacer esto. No quiero molestarme contigo." Murmuró señalando lo almuerzos que sostenía el otro. Tratando de acabar con ello lo más pronto posible.

"Pero... escuché que solo comes cosas del 7-Eleven... por eso te hice un almuerzo especial que sea nutritivo y bueno para ti..."

"Si, únicamente almuerzo en el 7-Eleven. Pero eso es mi problema. ¿Por qué te importa?"

"..."

Tae guardó silencio mientras bajaba la mirada y más lágrimas caían. Aquel bello sonrojo que se había apoderado de su rostro hace pocos minutos, ya no existía, en su lugar la palidez abundaba. Nic se sentía fatal, como un horrible villano. Pero tenía que hacer eso, y mejor que fuera rápido de forma que su corazón no se ablandara más.

"Bueno, sea el motivo que sea, no me gusta cuando haces todas estas cosas. Así que dejémoslo así, déjame en paz. Eso es todo lo que quería decir."

Después Nic se giró rápidamente, tenía que huir para no hacer alguna locura. Pero el mayor se lo impidió. Lo agarró por la camisa antes de que pudiera comenzar a caminar, Technic estaba listo para gritarle o hacer algo que le ayudara a salir de aquella situación cuando el otro empezó a hablar muy suave y tembloroso.

"E-Está b-bien, p-pero... a-al menos llévate este, Nong..."

"Oye, te dije que..."

"¡Solo esta última vez! Por favor..."

Nic se tragó sus palabras mientras observaba a aquella personita extenderle las cajas con sus manos temblorosas y sin mirarle directamente, como si sus zapatos fueran de lo más interesante. Al final de la petición el chico sonó tan desesperado y triste, que aquel que le rompió el corazón no pudo hacer más que tomar cuidadosamente lo que le era ofrecido.

"Muchísimas gracias N'Technic... siendo eso todo, ya me voy a clase."

Nic se quedó paralizado mientras lo veía irse, estaba seguro que estaba llorando. Notó aquellas saladas gotas de agua caer de sus ojos sin control alguno, como si fueran parte de una cascada, y eso le rompió el corazón. Aún mientras desaparecía de su campo de visión, veía como aquel cuerpo temblaba.

¿Estaba sollozando? ¿Yo le hice esto?

"No es tu culpa, P'... perdón. Aunque yo tampoco hice nada malo, simplemente actué para que no se ilusionara y me molestara. No me gustan los hombres."

Eso era algo de lo que él estaba completamente convencido: no hizo nada malo. El nunca inició el problema solo fue víctima de los actos del otro, quien irrumpió en su vida persiguiéndolo todo el tiempo y Nic nunca lo trató mal. Aun así, su corazón dolía. Se sentía tan culpable...

Y cuando decidió no desperdiciar la comida y se sentó a almorzar aquello que le habían preparado especialmente a él, mientras comía aquellos alimentos que superaban con creces el sabor de los preparados por su madre, el sentimiento de culpabilidad incrementó.

Yo...¿debería buscarlo y disculparme? No, no, no, no, eso no está bien. Es mejor un poco de dolor ahora a lastimarlo peor en un futuro. Es perfecto que todo termine aquí, que por fin entienda que no me van los hombres.

Nic actuaba convencido, pero realmente ese no era su estado. No pudo concentrarse en sus estudios aquel día, su mente constantemente yendo y viniendo en torno a la imagen del chico con sus ojos llorosos, de sus lágrimas.

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How to changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora