How to change

Capítulo 9.1

No me dejes

¡Estamos juntos! ¡Estamos juntos!¡Estamos juntos!

Por más de tres días y tres noches, sin importar en lo más mínimo lo que estaba haciendo (ya sea comiendo, bebiendo algo, bañándose, en clase, jugando con sus amigos, etc), las palabras jamás abandonaron la memoria de Tae, la sensación de los besos jamás dejó sus labios y la alegría no disminuyó ni un poco en su corazón.

Prácticamente se la pasaba sonriendo todo el día.

Tanta era su emoción, que sus familiares y amigos estaban seguros que el pobrecito se encontraba afrontando una crísis nerviosa por culpa de su tesis. En cambio, sus docentes no dejaban de enojarse con el por estar en las nubes durante sus lecciones y no responder apropiadamente a las preguntas que se le hacían.

Si alguno de todos ellos pudiera entrar a su mente para saber que era lo que lo mantenía tan distraído, seguramente solo encontraría...

"¡Ayyyyyyyy! ¡Ouch! ¡Eso duele!" El chico que se encontraba levitando en su mundo de ensueño gritó repentinamente. Su nariz había sido atacada y brutalmente pellizcada por una mano muy suave, y únicamente después de que dejó de quejarse, la suave y ronca voz de su acompañante hizo acto de presencia.

"No escuchaste lo que te estaba diciendo. ¿Por qué estás tan distraído, Phi?"

... a Nic. Su corazón y todos sus pensamientos le pertenecían exclusivamente a su nong ahora. 

"Eso dolió..." Por supuesto, Tae estaba demasiado avergonzado de decirle a su nong que se encontraba tan distraído por andar pensando en el y en el momento en que empezaron a ser novios. 

Simplemente respondió algo al azar mientras le observaba y sentía como su corazón latía desembocado. Su rostro con rasgos tan definidos, cejas estilizados, pestañas abundantes, sonrisa perfecta. Nic ya no era tierno ante sus ojos como lo fue al principio, en su lugar dejó a un chico que cada vez se volvía más y más apuesto. Un chico que con solo mirarlo lo dejaba agitado.

Ambos se dedicaron a observarse en silencio, maravillados de la belleza del otro.

¿Por qué su corazón latía tan rápido cada vez que era observado por su Phi?

Tan apuesto... No, no es así. Se supone que mi nong es el más adorable para mí, no apuesto, adorable...

"Entonces, ¿me puedes decir en qué estabas pensando? ¿Qué te tenía tan perdido, Phi?"

"N-Nada..." Tae respondió tan rápido como fue capaz, evitando la mirada de Nic y sintiendo como los escalofríos lo recorrían por completo.

Este era otro de los cambios que habían tenido lugar los últimos días y que había sorprendido a Tae. 

Desde que empezaron a salir, los ojos de su nong lo observaban con más ternura, con algo que podría llegar a llamar adoración si no le diera tanta pena. Aunque puede que este cambio ya llevara un tiempo, pero Tae no había notado.

Esa mirada tan dulce y profunda le hizo sentir muchísimas cosas que no podía describir ni aunque dedicara su vida entera a ponerle palabras. Lo único que podía decir con certeza es que aquella mirada a veces lo hacía sentir amado y otras, desnudo. Era una mirada que le decía que algo muy poco inocente iba a suceder, pero siempre y cuando fuera Nic... podía mirarlo e imaginarlo como quisiera.