Capítulo 9.2

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"Yo... solía seguirte. Hace mucho tiempo, definitivamente ya no lo hago. Nop, ni un poquito."

¡Por favor!¡No me mires así!

Tae ocultó el rostro entre sus brazos, tratando de decirlo todo sin morir en el intento. A veces negaba con fervor y la tonalidad roja se podía evidenciar en sus orejas y cuello. 

Oh, se sentía tan avergonzado de lo que confesaba pero el otro le miraba sin parpadear y le obligaba a seguir hablando. ¡A este paso iba a morir!

"M-Me gustaba... pasar por la cafetería de tu facultad y comer allí, porque así garantizaba que las probabilidades de verte eran mayores. En serio disfrutaba mucho viéndote aunque sea un segundo, tu sonrisa me hacía sonreír y tu presencia calentaba mi alma... entonces surgió el rumor de tu exnovio. Nunca antes había existido un rumor que me hiciera sentir tan emocionado, literalmente sentí la esperanza explotar en mi interior. Quiero decir, tenía una oportunidad y sin importar si era ínfima, para mí era suficiente." Una vez más detuvo su confesión para soltar un pequeño gemido de desesperación, sus manos temblaban ligeramente y aunque el otro no pudiera verle, un pequeño puchero se había formado en sus labios. "A-Al principio no hubo gran cambio en mi actitud hacia ti. Solo te observaba de lejos hasta que, creo que después de un mes, logré aprenderme tu nueva rutina. Es por ello que se...pues... cuando llegas a la universidad, cuando sales a tu casa...un poco de tus clases...y que solo comías del 7-Eleven..." 

Al finalizar esa confesión, se encogió en su sitio. 

No lo iba a negar, estaba aterrado de la reacción que su novio podía llegar a tener respecto a su comportamiento. Hasta ahora que se lo decía a su "víctima", se daba cuenta de lo pervertido y psicópata que sonaba todo. 

"Ohhh, ¿entonces me protegías en la estación, P'?"

Levantó lentamente la cabeza, queriendo verificar la situación. 

Nic no parecía estar enojado con el, su rostro solo mostraba una expresión de confusión y curiosidad. Esto le hizo sentir un poco más relajado. 

"Llegaba a las seis en punto a esperar que llegaras..."

"¿Todos los días?"

¡Su tono de voz cambió! ¡Estoy muerto!¡Debe estar o asustado o muy enojado conmigo por haber hecho cosas tan enfermas!

Tae realmente estaba asustado de provocar cualquiera de esas desagradables sensaciones a su nong, bajó el rostro una vez más mientras confirmaba.

"Bueno...y-yo...s-si, todos los días..."

¡Estoy acabado! ¡Mamá, papá, hermano, estúpidos a los que llamo amigos, sepan que los amo mucho y perdón por dejar el mundo tan joven! 

Nic se acercó a el y sosteniéndole el mentón, le hizo levantar el rostro suavemente. Luego acarició sus labios con su pulgar y le sostuvo el rostro como si entre sus manos tuviera algo precioso.

"¿Cómo hiciste eso?"

"Yo...solo...eh...dijiste que no te enojarías, N'Nic..."

"No estoy enojado contigo, bonito. ¿Por qué debería estarlo? Es solo que...wow... realmente hiciste todo eso, ¿no?"

Nic se alejó negando levemente, pero en lugar de mirarlo con asco simplemente le regaló una media sonrisa que a Tae le pareció uno de los gestos más tiernos del mundo. 

"¿Estás seguro de que no es enojo lo que sientes?"

"Muy seguro, no estoy enojado en lo más mínimo. Sin embargo... siento unas ganas enormes de molestarte."

"¡Oh! Ahí viene la comida." Realmente fue muy conveniente la llegada del mesero, no estaba muy seguro de la connotación de las palabras del menor, pero los erráticos latidos de su corazón le decían que tenía que calmarse o no iba a vivir para descubrirlo. 

Mientras le veía actuar tan diligente, prendiendo la pequeña llama de la mesa, ubicando la olla con los ingredientes, sonriéndole de vez en cuando a través del humo... no pudo evitar sentirse mal. El había prometido completa sinceridad y decirle absolutamente todo, pero hubo algo... su secreto más oscuro... que no mencionó. Antes de darse cuenta estaba hablando de nuevo, no quería guardarse secretos, no quería arruinar las cosas más adelante. El tenía que iniciar lo de ellos de la mejor manera, y eso incluía confianza y sinceridad.

"De hecho... hay algo más que no te he dicho..."

"¿Qué? Wow, ¿Hay más?"

Vamos Tiwson, hazle honor al Tae con el que te haces llamar. Esto no nos va a arruinar, solo... solo se tan genial y honorable como siempre has querido. 

"Solo una cosa, pequeñita..." Haciendo una mueca levantó su mano y mostró un pequeño espacio entre su pulgar y su índice. Sabía que quizá fuera mucho más que una cosa pequeñita, pero con eso tal vez controlaría la furia que la confesión genere. Así, mientras le veía con los brazos cruzados, murmuró a toda velocidad. 

"Yo también he estado coleccionando algunas de las cosas que tiras." Nic frunció el ceño aun más confundido de lo que había estado antes, Tae se tensó confundiendo este gesto como uno de enojo y cerró los ojos con fuerza mientras hablaba. Sus uñas lastimándole levemente las manos por lo fuerte que apretaba sus puños. "P-Por ejemplo... una vez te vi fumando..."

"Pero hace muchísimo que he dejado de fumar." Tae se removió aún más tímido en la silla e ignoró lo dicho.

"Y cuando te fuiste... simplemente me acerqué y lo guardé."

"¿Qué hiciste con eso?" Sus ojos se humedecieron levemente con el tono duro con el que le habló Nic, pero Tae se instó a ser más fuerte y no dejarse derrumbar por un poco de rudeza. Por más que temiera el enojo y abandono del otro, tenía que ser sincero.

"Yo...tengo una colección de las colillas de tus cigarrillos en casa..."

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