Nuestra Historia

Celos

TUL

El día de la junta había llegado, ahí estaban los padres de Max, mi padre y el personal encargado del proyecto y contrato de ambas partes, debido a que mi esfuerzo fue en un 100% dedicado a la elaboración de este proyecto, supe defenderlo y supe convencer al cliente de nuestro trabajo. Así tambien di énfasis a los requerimientos que el cliente (los padres de Max) habían sugerido. Todo salió a la perfección.

-Excelente trabajo hijo, no esperaba menos de tí- dijo sonriente el padre de Max felicitándome por la presentación

-Ya desearías que fuera tu hijo- corrigió mi padre desde su asiento

-Cierto- dijo el padre de Max -No es el mío- corrigió

Casi nos delata

A todos les convenció nuestro trabajo así que se procedió a la firma del contrato, Lily entró a la sala con una botella de champagne y brindamos.

-¿Que les parece festejar en nuestro restaurant?- preguntó la madre de Max

-Lo siento, tengo compromisos que atender- respondió mi padre

-¿Qué hay de tí... Tul?- giré a verla a ella y luego a mi padre

-Ah... Yo...- no sabía qué decir

-Ve en representación de la empresa, hijo- dijo mi padre

-Está bien - respondí sonriendo casi sin pensar en mi respuesta

-¡Excelente!- exclamó la madre de Max -Nos vemos allá en, qué te parece... ¿Una hora?- preguntó

-Si, ahí estaré- respondí, tratando de disimular mi emoción

En seguida los padres de Max se despidieron y se retiraron de la sala.

-Buen trabajo, hijo- dijo mi padre desde su asiento a la cabeza de la sala de juntas -Ahora... Tienes algo más que cumplir con tu padre-

Oir eso me puso de nervios...

-¿Algo más?- pregunté y dejé la copa sobre la mesa -¿Otro cliente?- pregunté

-En cierta forma, si- dijo asintiendo con la cabeza, cruzó la pierna mientras se tocaba la barbilla -Los Park -

-¿Qué hay con los Park?- pregunté, sentandome en una de las sillas a la mesa frente a mi padre

-Ya ha pasado un año desde que comenzaste a ver a su hija- comenzó a decir, metió la mano en el bolsillo dentro de su saco y me extendió una caja muy pequeña -Esta es tu proxima misión, Pakorn-

Veía la caja y no podía creerlo...

-No... Padre yo no...- se levantó molesto jaló mi mano y bruscamente depositó la caja en ella

-En ningún momento pregunté tu opinión, Pakorn- caminó hacia la puerta -En un mes será la fiesta de compromiso... No me falles- dijo y se retiró.

No podía creerlo... No ahora... ¡¡No!!
Ví la caja y la abrí... Un anillo de oro blanco con una lujosa piedra al medio...

Me eché sobre el respaldo de la silla. No podia creerlo

"Confía en Max, el está haciendo su mejor esfuerzo"

Recordaba aquellas palabras... Mis lágrimas rodaban en mis mejillas, después de algunos días, volví a llorar.

Alcé mi mano y vi la hora en el reloj, debo ir al restaurant, limpie mis lágrimas con el dorso de mis manos, me levanté de la silla y guardé la maldita caja en el bolsillo de mi pantalón. Salí del lugar y me dirigí directo hacia el restaurant.