Descubriendo la verdad

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TUL

-¿Y esto para qué sirve?- preguntaba Maxi curioso en el jardín de la casa de mis padres

-Eso es... Realmente no lo se- respondió mi padre al pequeño

Giré a ver mi teléfono, Max no ha leído mis mensajes aún, debería estar en casa de sus padres ahora

-Abuelo...- llamaba mi pequeño -¿Cuando nos visitaras?- preguntó dejándolo sin palabras otra vez

-Quizás pronto cariño- decía mi madre mientras volvía del interior de la casa

-¿Enserio?- preguntó mi pequeño muy emocionado

-Vuelvo en un minuto- avisé a mi madre -Tengo que preguntar por Max- me puse de pie

-Max tiene suficiente edad para cuidarse por sí solo- dijo mi madre dando un sorbo a su bebida

-Max no ha estado bien últimamente y eso me preocupa, madre- dije viendo a la pantalla de mi teléfono

-Tu padre y yo habíamos preparado tu habitacion y una especial para Maxi- comenzó a decir -Ya sabes, creímos que volverías- dijo fríamente mientras veía las interacciones de Maxi y mi padre

-¿Volver?... - pregunté confundido

-Ya sabes...- comenzó a explicar -Sin Max tú...- interrumpí

-No vuelvas a mencionar eso... mamá- dije molesto empuñando mi mano sin siquiera verla

-Teniamos la ilusión de verte volver-

-¿Ilusión?- pregunté muy molesto

"¿Cómo puede ilusionarse de verme infeliz?"

-¡Maxi!- llamé en voz alta un poco alterado -¡Max!-

-¿Hablaste papá Tul?- preguntó Maxi al llegar frente a mí

-Despidete de los abuelos- ordené

-Aun es muy temprano pa...- interrumpí al niño

-¡Es una orden Max!- dije molesto viéndolo a los ojos

-Esta bien- respondió asustado casi de inmediato al ver la expresión en mi rostro -Adiós abuelo... Adiós abuela-

-Tul, no puedes llevarte al niño así- dijo mi padre molesto

Enseguida tomé la mano de Maxi y me dirigí a paso fuerte hacia mi auto estacionado fuera de la casa

-Pa... Papá duel...- intentaba decir mi pequeño

-Sube...- ordené a Maxi abriendo la puerta del asiento trasero del auto. Enseguida obedeció y cerré fuerte. Luego subí a mi asiento cerrando muy fuerte la puerta y de inmediato me puse en marcha hacia la casa de los padres de Max.

...

Al llegar, unos 20 minutos más tarde, estacioné el auto frente a la entrada y apagué el motor. El silencio dominaba dentro del auto desde que salimos de casa de mis padres hasta que el pequeño habló

-Papá- dijo mi hijo -¿Hice algo malo?- preguntó mi pequeño

-No...- respondí sin apartar mi vista del volante -No hiciste nada malo- tragué saliva sintiendo el nudo en mi garganta

-¿Esta bien Papi Tul?- preguntó dulcemente, enseguida escuché el click del cinturón de seguridad y de inmediato se coló hacia los asientos de adelante hasta estar frente a mí, giré a ver su tierna carita viéndome a los ojos y una lágrima se me escapo. De pronto sentí sus manitas sobre mis mejillas -Yo cuidare de Papi Tul- dijo y enseguida me abrazó

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