Nuestra Historia

Mejor juntos

TUL

-¿Siempre duerme?- pregunté a la enfermera quien revisaba el estado de la intravenosa. Tomé asiento en la silla a un lado de la cama.

-Normalmente no, han sido muchas emociones hoy, su corazón está muy débil ahora, recién se recupera de una fuerte gripe- respondió -Estará mejor cuando despierte- me sonrió -Si necesita algo estaré en la sala-

-Gracias- hice una leve reverencia con mi cabeza viéndola salir y enseguida entró el padre de Max

-¿Como está?- preguntó mientras llevaba su mano a mi hombro

-Al parecer está bien- respondí con mi vista fija en Max

-Maxi está ansioso de ver a su papá- suspiró -No sé si Max lo permita-

-Cuando despierte lo hablaré con él- respondí

...

Durante toda la noche me quedé junto a él, sin despegarme ni un sólo minuto de su lado. Los padres de Max hacían lo mismo desde el sofá a un costado de la puerta, mientras, mi madre y mi padre cuidaban de Maxi en el departamento de frente

-¿Aun sigues aquí?- escuché una voz débil, abrí rápidamente mis ojos que estaban a punto de cerrarse y me acerqué a él

-Nunca te dejaría- acaricié su mejilla suavemente y le dediqué una sonrisa

-Perdón... por romper mi promesa- alzó su mano para acariciar mi cabello -Pero no quería, que sintieras lástima por mí-

-No, Max- dije de inmediato, viéndolo a los ojos -Yo solamente puedo sentir amor por tí- sonreímos los dos

-Te amo tanto, cariño- me vió a los ojos -Mis padres están aquí así que... No puedo reclamarte ahora- ambos reimos levemente

-Creo que ya te sientes mejor entonces- reí dulcemente sin dejar de verlo -Te extrañé tanto... - mis lágrimas brotaron de pronto

-Y yo a tí cariño...- posó su mano en mi cuello atrayendome a el, de inmediato accedí y después de tanto tiempo al fin volví a besar sus labios -Duerme conmigo de nuevo cariño- pidió al terminar el beso -Ayudame a moverme-

Enseguida accedí y después de unos segundos ambos nos encontrábamos juntos sobre la cama, tomando nuestras manos...

...

A la mañana siguiente, el ánimo de Max parecía estar mejor

-Hoy está muy felíz señor- bromeaba la enfermera mientras veía a Max sonreír

-Mi felicidad está a mi lado el día de hoy- dijo mientras el pequeño comía sentado junto a el sobre la cama, me vió a los ojos y sonrió levemente

-Me alegra mucho que sea así- sonrió la enfermera -Permiso- se retiró

-¿Volveremos a casa pronto?- preguntó Maxi, de pronto Max dejó de sonreir -Papá Tul no juega bien los videojuegos como papá Max- Max acarició el cabello del pequeño con mucha nostalgia

-Le diremos al abuelo que traiga uno- sonrió -Le enseñaremos a papá Tul a jugar-

-Umh- Respondió Maxi muy contento

...

Por la tarde mi padre volvió con el pedido especial de Maxi. De inmediato el padre de Max lo instaló en la habitación de Max, colocó la consola y la tv en una mesa cerca a la cama, Maxi a lado derecho de Max con un comando y yo a lado izquierdo con otro. Max estuvo activo éste día, jugando, participando, ayudando a Maxi a derrotarme e incluso alzó la voz más de un par de veces. Fué un gran día para todos desde hace dos meses. Después de casi 3 horas de juego, Max decidió descansar

-Maxi- habló Max mientras yo devolvía la mesa y la TV a su sitio -Papá tiene que hablar de algo contigo...- sentí mi pecho encogerse al escuchar aquello. Dejé la mesa y me giré a ver a Maxi, la atención que dirigía cuando su padre hablaba, Maxi le tenía un amor muy especial a Max

-¿Hice algo malo?- preguntó con una expresión llena de ternura

-No... No amigo, claro que no- respondió Max de inmediato -Tu eres un buen niño... Y quiero que continúes siéndolo para papá Tul- giró a verme y de nuevo volvió al pequeño -Yo...- hizo una breve pausa -Yo me iré por mucho tiempo...- acarició la mejilla del pequeño -Y quiero que seas un buen niño, que cuide de papá y que ayude siempre a papá-

-¿Te irás como mamá?- preguntó un poco triste

-No...- respondió -Yo...-

-¿Te vas a morir?...- preguntó derramando una lágrima, mi pequeño era muy inteligente

-Si...- las lágrimas de Max se hicieron presentes en cuanto bajó su mirada -Papá Tul va a estar contigo siempre, y los abuelos estarán contigo también-

-Papá Max... ¿No volverá jamás...?- preguntó el pequeño entre lágrimas, Max inhaló profundo antes de responder

-No mi pequeño...- el pequeño se lanzó a el en un fuerte abrazo

-No quiero papá...- dijo entre sollozos mientras Max lo abrazaba a su pecho y daba besos sobre su cabello -Pero si tiene que ser así... Seré un buen niño para papá Tul... Y cuidaré de él como tú lo hacías... Lo abrazaré por tí muchas veces aunque no sonría más, yo me esforzaré todos los días para que papá Tul no sea infeliz...-

-Te amo Maxi... Te amo tanto hijo- el llanto en ambos era inevitable, así también el mio lo fué. Desde lejos les observaba aquella escena tan conmovedora y a su vez tan desgarradora, lleve mi mano a mi boca para callar mi llanto y dí la espalda para ocultarme de Max.

"¿Porqué tiene que ser de ésta manera?... ¿Porqué?"

...

-Descansa ésta noche hijo, nosotros cuidaremos de Max- dijo la madre de Max posando su mano en mi hombro mientras yo permanecía en la silla a un lado de Max

-Gracias Madre- coloqué mi mano sobre la suya en mi hombro -Pero no quisiera alejarme de Max- sonreí

-Esta bien... Dormirá junto a mí- dijo Max de pronto

-Crei que ya dormías- habló la madre de Max un poco sorprendida -Pero está bien... Estaré en la habitación de a lado- se despidió de Max dándole un beso en su frente -Que descansen-

-Solo eso podremos hacer- dijo Max bromeando, sonreí... Extrañaba su humor y sus ocurrencias

De nuevo me recosté a un lado de Max, ésta noche decidimos dejar la habitación a oscuras y que la luz proveniente del balcón iluminara el interior

-Abrázame- pidió de pronto -Quiero sentir tu calor-

Me acerqué a él colocando mi brazo bajo su cuello mientras el otro lo colocaba sobre su pecho, acerqué mi rostro a su cuello e inhale el aroma de su piel

-Amo el aroma de tu piel- sonreí, el llevó su mano a la mía sobre su pecho, la tomó y la llevó a sus labios para darle un beso

-Te amo... - giró a verme a los ojos mientras poco a poco comenzaban a arder -Tul...-

-¿Umh?- acerco su pulgar para limpiar una lágrima que se me había escapado

-Gracias... Por todo el tiempo que estuvimos juntos, por haberme elegido, por aceptar y cuidar de mi y de mi hijo- mis lágrimas no dejaban de brotar -Por estar a mi lado siempre... Por amarme, cariño-

-Te amo Maxi... Te amo tanto-

Me acomodé de nuevo en su cuello mientras nuestras manos se entrelazaban en su pecho hasta quedarnos dormidos. De alguna manera estaba felíz de compartir juntos estos momentos. Así lo fuimos en los triunfos y en los fracasos, en la alegría y en la tristeza, en la riqueza y en la pobreza... En la salud y en la enfermedad...

"Hasta que la muerte... Nos separe"