Una vida nueva

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TUL

Si alguien me hubiera dicho hace un mes, e incluso hace un par de días, que mi vida cambiaría por completo, no lo habría creído, si me hubieran dicho, que tendría el valor de arriesgarme por la persona que amo a ir en contra de mis padres, tampoco le hubiera creído... Que comenzaría una vida, o mejor dicho, una nueva etapa en mi vida junto a la persona que amo, sin duda tampoco lo hubiera creído.

Desde niño, mis padres me educaron de tal manera que yo siempre tenía que obedecer a sus órdenes por el hecho de ser mis padres. Cada curso extra, cada nuevo idioma aprendido, cada nuevo instrumento agregado a la lista de aprendizaje, cada viaje al extranjero para cultivar mi intelecto, y todo lo agregado por mis padres debía ser una orden para mí, y no una decisión. Así viví hasta hace apenas unas horas en que decidí rechazar la orden de comprometerme con una hermosa chica a la que no me ama, y yo tampoco a ella, y arriesgarme a ser felíz junto a la persona a quien realmente amo, junto a Max.

-¿Todo bien, cariño?- preguntó Max, me vió a los ojos y me lanzó esa hermosa sonrisa

-Si... Sólo estoy un poco asustado aún... Es todo- respondí

-Todo estará bien- respondió, acariciando mi cabello

La Bienvenida que sus padres me dieron a su hogar fue muy cálida, ahora entendía porqué Max me hacía sentir diferente, más confiado en mí mismo, más seguro, más feliz... Mas amado.

-Gracias por la cena, madre- dijo Max al terminar de comer

-De nada hijo- respondió su madre sonriendo -Tul, ¿Comiste bien?- preguntó

-A~ah... Sí- respondí un poco nervioso

-¿Te dejó comer Max?- preguntó Lyn -Max es una mala inversión, come demasiado- dijo burlándose

-Si... Y veo un plato que aún no terminas- dijo Max extendiendo su mano hacia la comida de Lyn

-¡Aléjate!- dijo Lyn a Max mientras le apuntaba con sus palillos

-Maxi come demasiado, es por ello que es fácil saber cuando está felíz, cuando algo le preocupa o cuando está enfermo- dijo su padre -Siempre que está molesto o triste ni siquiera se para en la cocina incluso por un día entero-

-¿Enserio?- pregunté

-¡Oh~hoo!, Basta Papá- dijo Max avergonzado

-Sin duda comerá demasiado de ahora en adelante- dijo Lyn riendo

Sinceramente no recordaba haber estado en un ambiente "familiar" de este tipo. En casa, mis padres siempre fueron serios y sus platicas a la hora de la cena siempre eran sobre negocios, clientes, la bolsa, etc. Y conmigo, era sobre mis asignaturas, mis cursos extra, mis proyectos escolares, entre otras cosas. No recuerdo haber visto a mis padres reír a la mesa ni sonreírse el uno al otro como los padres de Max lo hacian.

Minutos después de terminada la cena, las platicas y las bromas, cada uno se retiró y se dirigió a su recámara

-Buenas noches hijo- dijo la madre de Max a Max -Bueno, debo decir... Hijos- rió

-Descansen- dijo el padre de Max, mientras se despedía, tomó a su esposa de la mano y juntos caminaron hacia su recámara

-"Buenas noches Maxii"- dijo Lyn en un tono burlón mientras le veía pasar frente a nosotros con una almohada y un bolso

-¿A dónde va?- pregunté a Max cuando la vi bajar las escaleras

-A la habitación de invitados que está abajo- respondió

-¿P... porqué?- pregunté curioso

-Por...- dijo al abrir la puerta de su habitación

No podía creer lo que estaba viendo en este momento, paso a paso fuí entrando, viendo todo aquello que había dentro. Todo perfectamente ordenado, las cortinas de otros colores, una recámara aún más amplia de la que recordaba, en las paredes ya no estaban aquellos pósters de grupos musicales que vi la última vez que estuve aquí, en su lugar habían fotos, fotografias de ambos. Me acerqué a ver cada detalle en ellos, había un jarrón de flores en la mesita frente al balcón, me giré y vi la cama, adornada con pétalos de rosas blancas y rojas.

-Eres increíblemente cursi- dije riendo un poco tímido, de pronto sentí su abrazo a mi espalda

-Bienvenido a casa, Tully- dijo, depositando su cabeza sobre mi hombro, haciéndome sonreír. Demasiado...

-Entonces, ¿Por ésto bajó Lyn?- pregunté

-Sí, ella me ayudó a decorar- dijo Max, mientras rozaba su nariz con mi oreja -Gracias por elegirme- susurró

Poco a poco fuí girando hasta estar frente a él

-¿Desde cuándo lo preparaste?- pregunté

Max tomó mis manos mientras hacía una mueca simulando recordar

-Los muebles, las cortinas y la decoración fue hace tres días, Lyn y yo no dormimos- dijo riendo -Y las flores fué esta mañana-

-Y... ¿Si no te hubiese elegido?- pregunté, y la expresión en el rostro de Max cambió repentinamente

-Sinceramente... No sé lo que habría pasado- elevó su mano para acariciar mi mejilla -No lo habría soportado-

-Cursi- elevé mi mano para tocar la suya sobre mi mejilla -Te amo-

Max me sonrió y se acercó para darme un apasionado beso. Poco a poco la temperatura en nuestros cuerpos fué en aumento, me dejé caer de espaldas sobre aquellos pétalos de rosa que yacian sobre la cama y, lentamente, nos despojamos de aquellos trajes que aún llevábamos puestos desde la tarde. En cuestión de minutos Max ya estaba recorriendo cada milímetro de mi piel con sus besos, pronto los gemidos fueron liberados de mi garganta mientras las caricias de Max en mi entre pierna fueron cada vez mas exitantes...

-Max...- pronuncié su nombre entre gemidos y Max ya sabía a lo que me refería. De inmediato Max elevó mi pierna derecha sobre su hombro y, acomodándose sobre mí, comenzó a introducirce en mi interior, los besos en mi cuello y en mi pecho no cesaban, así tambien mis gemidos y mi fuerte agarre a la espalda de Max

-Te amo Tul- pronunció con su voz agitada mientras sus movimientos iban en aumento, sus besos cada vez mas ardientes

-Nngh- gemí con más frecuencia, intentando callarlos contra el cuello de Max, enseguida elevó mi pierna izquierda, y aquel movimiento de caderas era cada vez mas fuerte, mas profundo -¡A...ahh!... Max... ¡MAX!- gemí fuerte, mientras sentía como ese líquido cálido salia del interior de mi miembro, un par de minutos después sentí a Max llenando mi interior acompañado de un ronco gemido resoplando en mi cuello. Poco a poco fué dejándose caer sobre mi pecho

-Si no me hubieses elegido, no sé cómo hubiera podido sobrevivir sin tí- dijo mientras unía su frente a la mía -Te amo tanto Tully-

-Y yo a tí- respondí, peinando sus lisos cabellos con mis dedos

Si alguien me hubiera dicho que me enamoraría con locura de un hombre, no lo habría creído, pero ahora, viéndo lo felíz que soy a lado de Max, con él durmiendo sobre mi pecho, me doy cuenta que el destino te lleva a conocerte mejor a tí mismo, te conduce hacia el destino de otras personas que no pensaste que querrías tener en tu vida, pero terminas por amarlas, al punto de no poder vivir sin ellas.

-Buenas noches, cariño- dijo Max besando mi frente húmeda

-Buenas noches- respondí sonriendo en aquella oscura habitación

Nuestra primer noche en la que no tuvimos la preocupación de usar una alarma para prevenirnos de mis padres, por el temor de tener el tiempo encima. No, fué nuestra primer noche juntos, enteros completamente el uno al otro. Por primera vez en mucho tiempo estuve en paz. Cerré los ojos y descansé plenamente felíz.

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