Una historia entre dos jóvenes de personalidades prácticamente opuestas quienes se conocen por "accidente" pronto estarán envueltos en distintos escenarios a los que el destino los pone a prueba, ¿Seran capaces de sobrellevarlos?
La tarde del día siguiente Tully y yo nos reunimos con mis padres, como era de esperarse, la noticia tampoco fué bien recibida por ellos, en especial por mi madre quien lloraba inconsolable en los brazos de mi padre.
-La medicina ha avanzado mucho últimamente, yo estaré bien- les decía a todos muy optimista -Madre...- me acerqué a ella tomándola de sus hombros -Todo saldrá bien-
Ella se lanzó a mí en un fuerte abrazo que sin dudarlo correspondí al instante, besaba a mi madre mientras veía a mi padre secarse un par de lágrimas escondidas, mientras mi amado tomaba asiento cubriendo su rostro. Todos sentian el dolor al saber la noticia pero yo... Yo simplemente debía ser fuerte por todos y más aún porque tenía que hablar con mi hijo, Maxi.
-¿Entonces, estás enfermo?- me preguntó mientras conversaba con él a solas en su habitación en nuestra casa
-Así es amigo- respondí mientras me encontraba recostado junto a él en su pequeña cama -Vamos a ser fuertes por papá Tul-
-Te vas a mejorar pronto- dijo mi pequeño -Papá es fuerte y siempre me sostiene en sus brazos cuando papá Tul ya está cansado- mi pequeño se giró hacia mí sobre su cama -Te amo papá-
-Y yo a tí, hijo mío- lo abracé a mi pecho tan fuerte y comencé a sentirme mejor, recibiendo esa energía que necesitaba desde hace un par de días -Te amo tanto, mi pequeño amigo-
Mi hijo crecía cada día más, esto sin duda era algo que me mantendría vivo, verlo crecer cada día era lo que me motivaba a luchar con todas mis fuerzas, con todo mi corage
-Ganaremos ésta batalla- dije mientras abrazaba a mi hijo con mucho amor
...
Comencé a seguir al pie de la letra cada indicación médica, me sometí a los distintos procedimientos médicos para comenzar el tratamiento. Mi amado me ayudó a instalar mi oficina en casa y Lyn me mantenía al tanto de lo que sucedía en la empresa, todo con el debido cuidado que mi enfermedad demandaba. 5 meses habian transcurrido, gracias a la quimioterapia mi largo cabello se había esfumado, mi color de piel era un tono más pálida y mi peso... Bien, sólo perdí 6 kilos, mi rostro se veía un poco mas delgado pero aún así me mantenía motivado y positivo cada día, por mi familia.
-Estos son los documentos- habló Lyn, extendiéndome un par de carpetas
-Gracias- extendi mi mano para recibirlas, giré mi vista hacia ella notando aquel hermoso vientre abultado que ya lucía -Crece muy rápido- dije sonriendo, tomé las carpetas para supervisarlas
-Crei que no se haría notorio tan pronto- dijo llevando una de sus manos a su vientre -Solo son 3 meses-
-Y 4 desde la boda- dije en tono burlón -Realmente no perdieron su tiempo- ella se sonrojó y enseguida reímos
-Max- llamó Tully al entrar
-Dime cariño- me giré a verlo con una sonrisa -¿Pasa algo?-
-Tengo que salir, ¿Puede quedarse Lyn un momento contigo?- preguntó Tul
-Claro que sí, Tul- respondió Lyn con una sonrisa
-No tardo- dijo antes de irse
Tully siempre había sido muy atento y un fanático del orden y la perfección, en especial cuando algo lo alteraba o preocupaba, ahora esto había empeorado...
-¿Tul está bien?- preguntó Lyn un poco preocupada
-Ve a tu alrededor y dime- respondí, ella giraba a todas partes y veía todo exactamente en su lugar, incluso la alfombra al centro de la pequeña oficina estaba debidamente colocada sin ningún tipo de arruga, los libros, carpetas e incluso bolígrafos estaban debidamente ordenados por tamaño y color -Aún así, es mi deber ser un desastre ahora, así su mente se mantendrá ocupada con su TOC-
-Tu otra mitad...- dijo Lyn sonriendo y ambos reímos -Por cierto, traigo un regalo para mi jefe- dijo dando un toque de suspenso -¡Ta dah!- extendió su mano con una linda caja decorada con un bello listón
-¡Oh~ho!- dije con una enorme sonrisa por el increíble detalle, enseguida la tomé deshaciendo el moño del listón, abrí la caja y me sorprendió ver el contenido
-Se lo mucho que amabas tu cabello así que decidí tomarlo cuando decidiste perderlo por completo- Lyn tomó mi mano y un par de lágrimas salieron de mis ojos
-Gracias Lyn- dije sonriendo, sacando de la caja aquella peluca bien elaborada con mi propio cabello y enseguida ella ayudó a colocarmela, me llevó hacia un espejo que colgaba en la pared, entonces, volví a ver mi viejo yo
-Ahora eres tan feo como siempre- se burló de mi. Reí, me giré a ver su reflejo en el espejo con nostalgia
-Gracias Lyn- agradecí de nuevo con una sonrisa
-Eso hacen los hermanos- sonrió y enseguida me abrazó por un breve momento -¡Tu puedes Maxi!-
Guardé el obsequio para ésta noche. A Tully seguramente le encantará.
...
-Es genial que papá trabaje en casa- dijo mi pequeño mientras jugaba conmigo en la oficina -Asi también juego con él-
-Maxi, no esfuerces mucho a Papá- llamó la atención Tul desde el sofá dentro de la oficina
-Estoy bien- dije a Tully mientras me encontraba en el piso jugando con mi pequeño -Papá es ¡fuerte~e!- dije a Maxi semejando mi voz a la de un monstruo, palmeando mis brazos y haciendo reir a Tully
-¡Tonto!- dijo Tully, haciendo un lado su libro y uniéndose al juego entre Maxi y yo, pasando una agradable tarde como casi todas desde que trabajo en casa
...
-Cierra los ojos- dije a Tully al cerrar la puerta de nuestra habitación, después de hacer dormír a mi pequeño, él me lanzó una mirada de curiosidad con esos bellos ojos que posee -Anda, cierralos- insistí sonriendo y el accedió. El nunca se negaba a algo que yo pidiera y ahora, ya no tenía que insistirle mucho.
-¿YA?- preguntaba riendo con los ojos cerrados mientras yo me colocaba la peluca -Max si esta es otra de tus tonterias ésta vez sí te gol...-
-Listo- dije parado frente a él, Tully abrió sus lindos ojos cambiando su expresión, enseguida se giró dándome la espalda, le ví llevar sus manos a sus ojos, mientras escuchaba inhalar profundo -¿No... No te gusta?- pregunté preocupado -Me la quito...- llevé mis manos hacia mi cabeza y entonces me detuvo, lentamente las bajó y nos vimos a los ojos el uno al otro, ví sus ojos húmedos.
-Me gusta- dijo sonriendo dulcemente
-Es mi cabello- expliqué -Lyn lo guardo-
Tul me sonrió y enseguida lo abracé, sabía lo que el sentía en este momento, tenía tantas ganas de hacerlo en éste preciso momento pero debido al tratamiento no debía esforzarme demasiado después de haberlo hecho 2 veces seguidas la noche anterior.
-Espera...- dije apartandome un poco de él, tomé mi teléfono y reproducí su canción favorita -¿Bailas conmigo?- pregunté con una seductora mirada extendiendo mi mano hacia él
-Eres ta~an cursi, Max Nattapol- dijo apretando mis mejillas mientras yo reía. Colocó su mano sobre la mia y con la otra le tomé de la cintura atrayendolo hacia mí mientras nos moviamos levemente al compás de la música. Hacer el amor con mi Tully de esta forma era a veces incluso más satisfactoria.
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