||Capitulo 18

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ACERCA DEL PEZ ORACULO

Pez parlante de las profecías. Ayuda a Bills y siempre se la pasa en una pecera en forma de cetro.

Me costó comprender esa persistencia. Se trataba de un raro llegando a la extrañeza. Compatibles para variar. No me sorprende que cuando por tanta pasión, fue capaz de levantarse y seguir disparando. Es exagerado decir que aun guardaba la cajetilla de municiones, de tal forma que se vería discreta. La doblo conforme a las líneas marcadas, llevándole a coleccionar un museo de papel corrugado y amarillento en la base de las cónicas. Primero, las estrellas. Figurillas lejanas y a la vez abstracciones. Las cosas simples suelen tener gran significado y puedo intuir que fue esa su motivación más grande para tantas curiosidades.

No vencerían a Moro, el kaioshin cayó en el intento tanto que tuvieron que huir. Vegeta se fue por su parte y en tanto agarraba más coraje, se le dio la oportunidad de una última pelea. Ya ilusionó con el hecho de dar batalla y dar alusión a lo que todos saben. Mi querido dios gato no quiere jugar el juego del ratón, se fue a dar la vuelta en su propio mundo.

Ya fallaron todas las veces posibles, ahora les tienen una propuesta. Un entrenamiento que es más una burla y ni se esfuerza por moverse, sabe que no dará una. Se llevo al sayajin lejos del lugar a su santuario, ahí empezaríamos de nuevo.

En la primera semana, las cosas fueron de maravilla. El mortal poseía tanta persistencia que al fallar se volvía a levantar. Dio un golpe más, aun nada, y aun que decía haber despertado un gran poder, le faltaba mucho por explorar. De nueva cuenta se le vino a la cabeza el tema de la mortalidad. Tomaron un descanso, trato de hacer estiramientos mientras el otro terminaba con las raciones. Si tuviera la necesidad, haría una tabla con horarios, y si se la aplico. No estaría saliendo en dado caso de que se la terminara. Hubo un inconveniente esta vez.

—Este día es más agotador que ayer —. Admitió sin dejar de intentar comer un poco más.

—Aun no es la parte fuerte, es apenas un diagnostico para saber dónde empezar —, acomodo unas cuantas cosas.

—Es bueno encontrar tipos fuertes en el universo. Eres muy fuerte ¿No es así?.

—No diría eso, existen seres que superan por mucho mis capacidades.

—Eres un buen tipo, Meerus.

Guardaron silencio sin saber que decir. El reloj seguía marcando la hora, y sin duda, había mucho que hacer. Esta vez no sería la chacha de los dioses, lo que se le pedía a cambio fue mejorarse para enfrentar a un ser fuera de lo común. Yo describiría a moro como un parásito, es cierto, vive y obtiene energía de otros para su beneficio.

—Seguramente Jaco ya le dijo a Bulma que no estamos ni cerca de atrapar a Moro. Puede ser un poco fastidioso que esté hablando tanto de la patrulla galáctica y esas cosas —, miro apenado a Meerus—. Es verdad, tú también eres de la patrulla galáctica y no te he visto hacer esa pose rara.

—Ya sé de qué hablas. ¿Quieres que te la enseñe?.

—Aún que me la enseñarás no creo que sirva de mucho. Al fin y al cabo, después de atrapar a Moro seré el mismo de siempre.

—No es un logo el que te define lo que eres, son las acciones —la frase fue dejada al aire. La emoción de proseguir y lograr superar los límites le permitía dar todo y estar a su disposición.

No habría interrupciones, pero si uno que otro descanso. Meerus salia de vez en cuando a checar la radio hasta caer en la cuenta de que el mal seguiría y cuando la galaxia estuviera segura podría detener todos esos rufianes ahí fuera. Primero lo primero, se dijo a sí mismo una y otra vez, aún que aprovechaba que Goku se quedará dormido para salir unos cuantos minutos y dejar a la vista de la patrulla galáctica a todos esos que faltaban a la justicia. Eso no era mucho, en tanto Whis miraba de reojo. Fue en una de esas tantas que se descuidó y Bills destruyó el planeta vecino. Más le valía volver el tiempo para evitarlo. Al mismo tiempo los dos alumnos andaban en el entrenamiento. Emerja se detuvo.

—Eso es... —musito esquivando el golpe.

—Ni distraído he dado una.

Lo pudo sentir, un atraso de tres minutos no fue grave. En el séptimo universo existían visitas poco oportunas. No le digan a Bills, el otro gato aún insiste en juntar las esferas y nunca se le ha dado la oportunidad de pedir su deseo. No hay sentido, está vez a Shin no le permiten interferir como la vez pasada.

Bitácora No.1

Me parece que el avance es notorio, si no fuera por Whis sería complejo explicar la técnica. Es agradable el trato y sorprendente su ingenuidad ante los dioses. Aún falta mucho, no la dominará a tiempo. Esa palabra es como si fuera un martillo constante. No lo sé, nunca había tenido un alumno e incluso debo admitir que me parece extraño decir esa palabra. Le veo como un igual que desea mejorar. Él lo sabrá, Vegeta ya se lo pensó y no es tonto. Aún no lo descifra.

—Whis, apresurarse que se hace tarde.

—Señor Bills, ¿Por qué una pelea de arañas le trae tan emocionado?.

—Aposté al pez oráculo que ganaría la viuda. El anciano nos dirá el ganador.

—¿Aún permitirá que sigan destruyendo planetas por usted? —reviso de nueva cuenta el cetro.

—¿Por qué preocuparme si el balance se hace sólo? Una buena propuesta. Les agradeceré después.

Más le valía no perder la puesta, la patrulla galáctica está en desesperación. Sus mejores hombres están lejos y no son suficientes para todos los peligros de la galaxia. El emperador anda rondando por ahí de nueva cuenta, aún que está molesto por que nadie le presta atención y piensa que se han olvidado de él.

 El emperador anda rondando por ahí de nueva cuenta, aún que está molesto por que nadie le presta atención y piensa que se han olvidado de él

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