Nadie había logrado encontrar a ningún miembro de la Familia Hestia, habían pasado un par de horas desde el incidente con los monstruos y la Familia Freya, las expectativas se encontraban divididas, por un lado, había quienes querían ver la guerra de Familias, por otro estaban aquellos que recordaban a los monstruos, estos por alguna razón que ni ellos comprendían sintieron que el peligro nunca había existido.
- ¿Estás bien Bell-kun? – una encapuchada Hestia pregunto después de ver como un monstruo normal era asesinado con demasiada fuerza.
-En realidad no, quiero dejar salir algo de la ira contenida que tengo – el peliblanco respondió.
El niño solo desapareció en una explosión de velocidad, una fila de monstruos convirtiéndose en polvo de estrellas, sus ojos parecían brillar con poder si la repentina estela roja que dejaban era algo para tener en cuenta, él de verdad estaba enojado, incluso los golpes que fallaba hacían que el suelo se agrietara bajo la fuerza de su ataque.
- ¿Estás segura de venir con nosotros, Hestia-sama? – Ren pregunto, un solo corte de su espada bastante para desvanecer a las tres cuartas partes de los monstruos que los rodeaban, él también estaba enojado.
-Sí, no quiero tratar con nadie de la ciudad en este momento, además, no dejaré a Wiene y Marie, tenemos que encontrarlas – ella respondió con voz fuerte, sus ojos brillando con determinación.
-Bien, entonces sigamos con esto – él exclamo otro corte de su espada mandando una ráfaga de fuego que carbonizo otro ola de monstruos.
- ¿Se encuentran bien, Taiki, Hiro? – Bell pregunto apareciendo al lado de ambos, ayudándoles con algunos monstruos.
-Podríamos estar mejor – Taiki dijo con voz nerviosa, provocando que Bell soltara un suspiro.
-Lamento haberlos metido en esto, incluso los estoy llevando a más allá de sus límites.
-No tienes que preocuparte por eso Bell-san – Hiro dijo con voz cansada y su respiración alterada – entendemos que fue lo que paso y si yo fuera tan fuerte como tú haría algo similar si se metieran con mis amigos o familia.
-De todos modos, tómense un descanso, estamos aquí para reunir dinero más que todo, no por nada más, queremos mejorar los hogares de las personas del distrito que el gremio nos dio y para eso necesitamos mucho dinero.
-Aun así, deberías relajarte Bell-kun – Hestia intervino mientras lo abrazaba desde su espalda – te estas esforzando bastante, además del hecho de que estás enojado, Freya obtendrá lo que se merece en su momento.
El niño solo suspiro intentando relajarse tanto como le fuera posible, ligeros vestigios del aura de argonauta siendo soltados en este proceso, la ligera luz plateada volviendo al blanco puro, momento en el que los ojos del niño volvieron a ser los mismos que tuvo antes de empezar toda su travesía, poderosos pero tranquilos y puros.
-Ya estoy mejor Kami-sama, vamos a encontrar a las demás – él dijo con una sonrisa casi de oreja a oreja.
El grupo adelantado de la Familia Hestia estaba teniendo unos pequeños problemas, los cuales tenían como nombre, aventureros contrabandistas, habían bajado a una de las zonas seguras del piso veinte, siendo ahí que encontraron a sus nuevos enemigos, los lograron identificar como los últimos dependientes que quedaban de la ya destruida Familia Ikelos, los cuales no se habían detenido con su labor de contrabandear a los Xenos, cosa que enfureció a las chicas de la Familia Hestia, las cuales se lanzaron al ataque casi sin pensarlo.
- ¿Eso es todo lo que tienes gata de segunda? – uno de los hombres pregunto con arrogancia a Shirone, quien sonrió de una manera aterradora.
-Aura blast – la pequeña peliblanca exclamo con ira, llamas azules apareciendo del circulo mágico que se formo en los pies de la niña
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El regreso de los más poderosos
Hayran KurguUn único superviviente del combate contra el dragón negro de un ojo vuelve a Orario, su objetivo, facilitar un poco el camino de su hermano menor, sin embargo, él es un aventurero, su vida no será tranquila y la de su pequeño hermano se verá envuelt...