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— Te ves tan atractivo con el labio morado, es como estar con un chico malo.

Jungkook la hizo callar con un beso. Su cuerpo estaba sobre el de su novia. Sus manos en sus caderas, sus labios en sus labios y su pecho en su pecho. Aún conservaban toda su ropa puesta, recién habían llegado después de la escuela y se estaban besando sobre la cama de dos plazas de la chica.

Se besaron largamente. Estaba algo aburrido y tenía el cuerpo adormecido por mantener la misma posición por tanto tiempo.

— Ay Jungkook— gimió en sus labios— ¿qué quieres que haga?

Por alguna razón fuera de su comprensión, Jennie tenía una obsesión con recibir órdenes.

— Quítate la ropa—le dijo fingiendo interés e intentando parecer más caliente de lo que se sentía. Tenía la mente en tantas otras cosas. Por un lado estaba su madre, su padre, su familia en general, después estaba la escuela y su bajo rendimiento, también estaba el equipo de básquetbol y por último, como guinda de la torta, estaba Kim Taehyung. Kim Taehyung y la perra de su madre.

En fin, tenía la cabeza en todas partes menos ahí. Lo peor de todo era que últimamente Jennie siempre tenía ganas, a veces incluso en lugares como la escuela o el cine y él simplemente tenía que fingir que estaba tan desesperado como ella.

Su novia se quitó la camiseta dejando al descubierto sus pálidos pechos cubiertos a penas por su sostén color azul, que estaba seguro haber visto repetidas veces la semana pasada. Besó sus hombros que le gustaban bastante o al menos solían gustarle, mientras ella chica reía con excitación.

Le besó los pechos casi por inercia. Primero lento, acercándose poco a poco a sus pezones.

Un ruido lo detuvo.

— ¡Mierda!—exclamó Jennie sacándoselo de encima— mierda, mierda, mierda. Mi padre no debería llegar hasta las seis.

Jungkook bufó, pero en realidad estaba aliviado.

— No es para tanto amor, sólo le diremos que estábamos estudiando. Ni siquiera estamos sin ropa.

Jennie se puso su camiseta y comenzó a agarrarse el pelo para hacerse un moño. De pronto su mirada se detuvo en sus pantalones.

— Jungkook—le habló seria. Se asustó. De hecho se le puso todo el cuerpo helado, pero la campana lo salvó.

— Hola preciosa—el padre de Jennie abrió la puerta de la habitación de golpe.

— Hola papá, ¿cómo estuvo el trabajo?

— Bien, muy bien. Veo que tienes compañía.—Jungkook lo saludó con la mano desde donde estaba. El padre le sonrió.— ¿En qué estaban?

— ¡Papá!—habló Jennie sonrojada y él no comprendió por qué si realmente no estaban haciendo nada— sólo estudiábamos. Ya puedes irte.

— De acuerdo, de acuerdo—rió enternecido— los dejo. Suerte con el estudio.

Les guiñó el ojo y luego se fue dejando la puerta abierta tras él.

La chica se cubrió el rostro con la almohada riendo.

— Ya no podemos correr estos riesgos.

Le sonrió fingiendo complicidad.

— A veces es inevitable.

Jennie se quitó la almohada del rostro y de repente se puso muy seria. El miedo volvió a él con la misma rapidez con la que la expresión de su novia cambió.

— ¿Todo bien bebé?—le preguntó ella con cuidado. No le gustó que lo tratara así, como si estuviera enfermo.

— ¿Por qué preguntas?—fingió estar despreocupado y no tener idea de lo que estaba hablando, cuando en realidad lo tenía muy claro. Hace meses que le estaba costando ponerse duro.

— Olvídalo.

Sintió un leve retorcijón de culpa en el estómago, pero se disipó en cuanto ella le volvió a sonreír.


Llegó a su casa a la hora de la cena. Sus padres lo esperaban felices, a su madre la saludó con un beso, a su padre le dio un apretón de mano, pero ni le sonrió. Estaba molesto con él desde hace unos días, pero él no parecía inmutarse.

— ¿Se puede saber qué te pasó en el labio?

Estaban los tres sentados en la mesa que era demasiado grande para el tamaño de la familia. Jungkook levantó la vista de su teléfono y se encogió de hombros.

— Nada.

— No uses tu teléfono mientras comes—Jungkook bajo el teléfono con rabia contenida— Míralo Suni, parece un delincuente.

Soltó una risa agria y fingida ante el comentario, sólo para molestarlo.

Su madre lo miró.

— ¿Qué pasó Jungkook?— preguntó. Y le molestó tanto. Porque siempre le hacía caso.

— Nada, ya lo dije.

— No seas insolente y respóndele a tu madre.

Bufó exasperado y soltó el tenedor haciéndolo sonar contra el plato.

— ¡No me pasó nada!, ¿cuántas veces tengo que decírtelo?

No solía alzarle la voz. Antes le tenía tanto miedo. Recordó que cuando era pequeño y se ponía llorar, solía lavarse la cara muchas veces para que él no lo notara.

Una parte de él lo odiaba, otra, más grande, le tenía miedo y una, pequeña, pero inmensa a la vez, quería hacer todo por complacerlo. Siempre había pensado que su madre se sentía de la misma forma. Y era muy probable que estuviera en lo cierto.

El papá de Jungkook se lo quedó viendo con los puños apretados. Le dio miedo verlo así, pero ese día se sentía valiente, así que le mantuvo la mirada.

— Jungkook...—comenzó a hablar su madre, pero se detuvo a penas el padre la hizo callar.

— Cállate. Tú—lo señaló con un dedo fuerte e intimidante— esto no se quedará así. No voy a permitir que me levantes la voz en mi casa.

Le habló fuerte. Con esa voz con la que a veces soñaba pesadillas.

Así que se quedó callado.

Justo en ese momento la empleada de la casa ingresó lentamente desde la cocina. Sus pasos a penas sonaban en el piso y tenía la cabeza baja como si estuviera avergonzada. Se paró al lado de la mesa y nadie se molestó en mirarla.

— ¿Retiro sus platos?— preguntó con voz suave. Jungkook apretó la mandíbula.

Realmente quería gritarle a la perra esa que se fuera de la mesa y que dejara de interrumpir. La odiaba. Lo mismo o más que a su padre.

— No se preocupe señorita Kim. Ya lo haré yo.— respondió su madre y se levantó con rapidez a levantar los platos.

La empleada asintió en silencio.

— Entonces me retiro—dijo antes de desaparecer en la cocina.

De pronto sólo eran su padre y él en la mesa. El silencio era aterrador y la rabia que sentía lo era aún más.

Se quedó viendo la puerta de la cocina y sintió como una vez más su cabeza se llenaba de cosas.

De Jennie, de su padre, de su madre, de la escuela, del equipo, del estupido de Taehyung y de la perra de su madre.

Que sin vergüenza alguna se estaba acostando con su jefe.

Tuyo [taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora