Una carta y un inesperado incendio, cambiarán la vida de Gulf Kanawut, un tímido chico enamorado en secreto de Mew Suppasit, el chico más guapo, popular e inteligente del instituto.
Mew seme
Gullf uke
Capítulos: 22, final/ epílogo
(Octubre 2020)
Mew cayó en una profunda depresión después de eso, hasta el punto de querer quitarse la vida.
Su familia estaba muy preocupada por él y finalmente lo convencieron para que ingresara en un centro psiquiátrico y recibir ayuda y tratamiento, estando así más controlado por los médicos.
En principio iba a ser por unos meses pero terminó siendo por mucho más tiempo y por el cual el chico pasó por muchas fases y estados de ánimo, incluso sufriendo alucinaciones y hablando con un osito de peluche que le regaló su hermana, al que bautizó como Boo y del que no se separó en ningún momento.
Dos años después
Mew salió totalmente recuperado y fortalecido, aunque sus sentimientos por Gulf permanecieron ocultos y latentes bajo varias capas de comprensión y aceptación.
Durante esos veinticuatro meses, el moreno también lo pasó muy mal en un principio, aunque pronto se centró en sus estudios y dejó a un lado su corazón, el cual selló prohibiéndole latir de nuevo por cualquier otro amor que llegó a su vida.
Ambos chicos vivieron su día a día de distinta manera pero los dos sufrieron igualmente debido a su gran amor, este siguió siendo intenso y profundo pero también les fue dañino, quizás debido a su inmadurez, sus creencias o simplemente porque aún no era su momento.
Lo cierto fue que en esos dos años no fueron los únicos que pasaron sin que Mew y Gulf volviesen a cruzarse, ya que tuvieron que pasar unos cuantos más para ello.
El mayor quiso poner tierra de por medio, así que retomó sus estudios pero a miles de kilómetros de distancia pues decidió curar su corazón y su alma estableciéndose en la ciudad de Nápoles, Italia, mientras que Gulf siguió sus estudios en Bangkok.
Tres años después.
...-Doctor Suttinut, su amigo Gulf Kanawut está aquí y desea verlo.
-Muy bien Lucy, hágalo pasar.
-Muy bien, ahora mismo.
Tras unos minutos la puerta de la consulta de este se abrió y un sonriente moreno entró.
-Hola, ¿Tienes un minuto?, quisiera hablarte de algo.
-Hey, claro, para ti siempre tengo tiempo, anda dime, ¿Que se te ofrece?.
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-Bueno verás, hoy he tenido una mujer en mi consulta y me ha dicho que su yerno se ha quedado sin trabajo y no tiene otros ingresos... Su hija ha dado a luz y no tienen pediatra de mano, ya sé que tienes muchos niños en tu consulta pero ....
-Quieres que atienda a su bebé, ¿no es cierto?.
El moreno asintió fervientemente.
-Sé que no es el procedimiento normal pero esta familia en verdad lo necesita y ese pobre niño esta indefenso.
Mild resopló con pesar.
-Tú y tu pasión por los más desvalidos.... Está bien-sonrió-...diles que vengan a última hora.
-Gracias amigo, sabía que podía contar contigo-dijo levantándose y abrazándolo.
-De nada hombre....oye y ahora dime, ¿vendréis al cumpleaños de mi hermoso y talentoso marido, verdad?.
-Por supuesto, ni Piufai ni yo nos perderíamos el tirarle de las orejas a Max... Debemos vengarnos por soportar todos sus malos chistes que nos cuenta, cada vez que coincidimos con él en la cafetería del hospital.
El más bajo suspiró.
-Mi marido es el mejor cirujano del país y también es el más hermoso pero es verdad, tienes toda la razón....Sus chistes son horrorosos.
-Bueno te dejo trabajar y de nuevo gracias, hasta mañana entonces.
-Hasta mañana Gulf, cuídate.
Tras irse este, Mild se recostó en su sillón y soltó un gran suspiro con pesar, sabía que su amigo había hablado por hablar sobre ir a la celebración pues lo cierto era que este, llevaba años sin divertirse, ni acudir a ningún tipo de reunión social que incluyera más personas, que no fueran su padre o sus dos mejores amigos.
