17. Un amor de ensueño -Segunda parte - Mewgulf Terminada

Veintidós

Mew estaba sentado a los pies de la cama, donde Gulf y Tay seguían durmiendo plácidamente.

Este llevaba varias noches sin dormir, intentando buscar la mejor manera de decirle al moreno que iba a regresar a Italia.

El estudio de arquitectura llevaba mucho tiempo reservándole su puesto pero al parecer, ya no seguirían haciéndolo si no regresaba a finales de esa semana.

...-¿Qué voy a hacer?... Oh por Dios, esto es muy difícil-susurró frustrado.

-Amor pero... ¿Qué haces ahí murmurando?-habló el moreno frotando los ojos.

Este levantó su rostro y sonrió levemente.

-Buenos días pequeño, ¿Qué tal has dormido?

-Mew, ¿estás bien?, pareces preocupado.

El mayor negó.

-Anda... duchate y vamos a desayunar fuera-dijo evitando contestar-...Yo prepararé al bebé.

Este asintió conforme, entonces se levantó y tras besarlo en los labios se metió en el baño.

Cuando estuvieron listos, salieron a la calle y fueron caminando hacia la cafetería más próxima.

-Me encantan los días libres, pasear con Tay, me hace olvidar todo lo malo del mundo-habló Gulf muy sonriente mientras empujaba el carrito del bebé.

Mew caminaba serio y en cuanto llegaron a su destino, se sentó y suspiró con resignación.

La pareja pidió café y unos trozos de tarta para disfrutar sentados en la terraza del local mientras disfrutaban del sol de la mañana.

Tras un rato en silencio, Mew dejó de darle vueltas, soltó la bomba y esperó la reacción de este

-He decidido regresar a Italia.

Gulf lo miró con sorpresa.

-¿T-Te vas?, Cre-Creí que eras feliz aquí... Q-Que estábamos bien-Dijo molesto.

-Si claro que estoy muy bien contigo pero no puedo vivir a tu costa el resto de mi vida...Vivimos en tu casa, comemos de tu comida... Necesito trabajar, ganar dinero y mantener a mi hijo... Allá me espera un magnifico trabajo y mi casa...En Italia tengo mi vida.

-¿Y que p-pasa con la señora Malai?, ¿Q-Que pasa con lo n-nuestro?, ¿Acaso ya no contamos?-preguntó el moreno entre lágrimas, mientras algunos clientes los miraban.

-Ven conmigo, Gulf-le dijo de repente este-... En Italia también hay gente desvalida que necesita ayuda, por favor ven.

-Mew, aquí está mi padre, están mis amigos... mi gente... Tú allá tan solo tienes un trabajo y una casa que puedes vender o rentar... En este país también hacen falta buenos arquitectos, tan solo debes seguir buscando.

El mayor negó rotundo.

-Me iré el sábado Gulf, por favor ven conmigo- insistió.

-Veo que está todo decidido ya y ni siquiera has contado conmigo para hablarlo-dijo furioso el moreno levantándose de la silla para alejándose de la mesa-... Bien pues que te vaya maravilloso entonces.

-Pequeño, Boo no te pongas así....vuelve y hablemos-dijo el mayor mientras lo veía alejarse-...Joder, maldita sea.

Gulf siguió caminando por la calle sin un rumbo fijo, estaba muy molesto y decepcionado con Mew pues a parte de no contar con él para dialogar y decidir, al parecer su amor no era lo suficientemente grande para calmar su orgullo y quedarse.

Cuando ya llevaba un rato caminando, cogió el móvil del bolsillo y marcó el número de su amigo Mild.

-Hey Gul...

-¿Estás en tu co-consulta?.

-Si, si lo estoy, ¿pasó algo?, tu voz suena...

-Ahora te cuento-dijo este interrumpiendolo nuevamente.

Tras pasar un buen rato esperando a que su amigo terminase las primeras consultas programadas de la mañana, le hizo un hueco y hablaron de lo sucedido.

Gulf escuchó la opinión de su amigo, la cual no le convenció mucho aunque la tenía muy presente pues él mismo sabía que le había dado otra oportunidad a Mew temiendo que podía irse en cualquier momento.

Finalmente regresó a casa y tras tumbarse en la cama y llorar durante horas, decidió hablar con su padre, así que se fue al restaurante.

...-Hijo, debes hacer lo que tu corazón te dicte... Si tú crees que debes irte con Mew, adelante vete. Yo estaré bien...Si por el contrario crees que no puedes hacerlo y tu amor no es suficiente para seguirlo allá donde vaya pues no lo hagas.

Este estaba hecho un lío pero amaba al mayor por encima de todo y a Tay como si fuese su propio hijo, tenía poco tiempo y debía tomar una decisión.

Toda la noche se la pasó despierto, sopesando los pros y los contras de irse a Italia con ellos, necesitaba tomar una decisión antes de perder definitivamente la oportunidad de seguir viviendo su amor o finalmente perderlo para siempre.