Una carta y un inesperado incendio, cambiarán la vida de Gulf Kanawut, un tímido chico enamorado en secreto de Mew Suppasit, el chico más guapo, popular e inteligente del instituto.
Mew seme
Gullf uke
Capítulos: 22, final/ epílogo
(Octubre 2020)
Mild llevaba a su marido de la mano, hacia el restaurante donde tenía reservada una mesa y celebrar allí su cumpleaños, junto con sus amigos.
...-Cielo pero porque no cenar en la casa, realmente estoy agotado... Hoy he tenido un día de locos en el hospital-decía el moreno mientras caminaba.
-Anda deja de protestar gruñón.. Hoy es un día especial y quiero cenar fuera con mi precioso marido.
-Lo sé, siento estar tan ocupado amor, perdona.
-Estoy muy orgulloso de que seas un gran cirujano-habló el mas bajo a las puertas del restaurante- ...y aunque pediatría no es tan estresante, los dos necesitamos pasar más tiempo juntos.
-Ok...ok tienes razón, vamos entonces.
La pareja se besó y acto seguido entraron al local donde el metre les indicó su mesa en la que se sentaron.
-Oye cielo porque hay varios servicios más en la mes...
-¡¡¡FELICIDADES MAX!!!-gritaron al unísono los invitados saliendo tras una pared en la que habían estado esperando su llegada.
-Oh, menuda sorpresa.... están todos aquí...oh esto es genial-dijo con sorpresa el cumpleañero.
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-Muchas felicidades amor, te amo.
-Oh eres terrible Mild, gracias, te amo.
Todos se sentaron tras abrazarse mutuamente y entregarle un detalle cada uno, los cuales este abrió muy emocionado mientras pedían la comida.
La cena transcurrió tranquila y hablaron mucho sobre sus distintas especialidades; Gulf el cual finalmente había acudido arrastrado por Piufai, habló sobre su trabajo como asistente social, Mild de pediatría, Máx de cirugía y la chica y el novio de esta sobre oftalmología.
Luego de eso, salieron a beber por los distintos locales de la zona pero aunque se mantuvieron juntos todo el tiempo, cuanto más alcohol había en su cuerpo, el moreno más solo se sentía.
Veía a sus amigos emparejados y aunque estaba feliz por ellos, Gulf no podía evitar sentir algo de envidia, ya que aunque se había cerrado al amor durante años seguía creyendo en él.
Tras la última copa que se bebieron, Max y Mild decidieron que ya era suficiente alcohol por esa noche, por lo que quisieron irse a casa pero el moreno no quiso irse con ellos y se quedó en la mesa, mientras Puifai y su novio bailaban en la pista.
El lugar estaba abarrotado y muchos hombres y mujeres se le acercaban pero acababan yéndose porque Gulf los espantaba con su monólogo sobre su amor fallido y la amargura de su corazón.
Finalmente se bebió el último sorbo de cerveza y decidió ir al baño, así que tambaleándose entre la multitud logró llegar hasta él, donde entró en uno de los dos cubículos que había y tras orinar quiso sentarse en la taza del váter por un momento pero acabó quedándose dormido.
Le despertaron los múltiplos golpes en la puerta y entonces miró el reloj donde con asombro vio que se había pasado algo más de una hora.
-¡Oye venga, tío!, ¡sal de una maldita vez de ahí!. ¿Acaso te has muerto o qué?-escuchó gritar tras los golpes.
-U-Usa el otro maldito baño-dijo este aún algo mareado.
-¡Está atascado tío!... ¡sal joder!, ¡tengo una urgencia!.
El moreno rió pero finalmente accedió a levantarse y sacó el pestillo, entonces abrió la puerta e inesperadamente se encontró con el pasado.
-¿Gu-Gulf?, ¿eres tú?-preguntó el mayor muy sorprendido.
-¿M-Mew?.
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