𝐖𝐨𝐥𝐟 | JisungHarem

capítulo dos.

Narrador.

— Bueno chicos, nos vemos la siguiente clase.

Jisung suspiro empezando a guardar sus cosas con calma esperando a que los más escandalosos saliesen del salón primero.

— ¡Hasta mañana Han! —Elkie se despide de él sonriente para después irse junto a una chica rubia.

Él no respondió y simplemente se levantó de su asiento ajustando la mochila en su espalda. Se giro para irse cuando un sonriente rostro detrás de él le sorprendió.

— Hola~ —La voz del muchacho era un poco melosa— soy Jaemin, tú compañero de trabajo.

— Uhu, hola —Saludó con simpleza el castaño lo que al otro hizo sonreír.

Han lo miro atentamente, cabello rosado, piel blanca pero sin llegar a ser lechosa, sonrisa resplandeciente y ojos brillantes.

— Creó que deberiamos hacer el trabajo en la casa de alguno, no es muy cómodo hacerlo en una biblioteca o lugar público ¿está bien? —Jisung asintió en silencio— genial, ¿mí casa o la tu...?

— La tuya —Respondió de inmediato.

— Sí, seguro. Mañana sigamos hablando de esto ¿de acuerdo? debo irme, hasta luego Jisung~

El pelirosa le regaló una sonrisa nuevamente y se fue corriendo dejándolo sólo.

Camino fuera del salón yendo directo a la salida en donde pudo ver a los tantos alumnos que habían en el colegio. Como siempre cada quién se encontraba con su grupito de no más de seis o siete personas.

Nada llamó su atencion hasta que sus ojos verdes miraron en las mismas escaleras en las que estaban saliendo del colegio, unos chicos... peculiaremente reconocidos.
No por sus rostros, si no por sus escandalosas risas, sus formas de expresarse y esas tan clásicas formas que tenía la gente de evitarlos.

Unos ojos cafés conectaron con los suyos al no ser nada discreto al mirarlos, el muchacho de cabellos rubios arqueo una ceja y se cruzó de brazos.
Jisung le siguió mirando sin expresión alguna por al menos dos segundos antes de voltearse y alejarse caminando de ahí.

Una vez llegó a su departamento, dejo su mochila sobre la cama y se quito la sudadera quedándose en su camiseta blanca.

Se acerca a la cocina en dónde se prepara un ramen instantáneo, tenía demasiada hambre pero como había llegado apenas hace un día lo unico que logró comprar en la tienda de la esquina fue tres ramen instantáneos.

Se quedo mirando unos minutos el tenedor sobre su mesa, detestaba ese lugar pero a su vez, era la única manera de estar bien, de que todo estuviese bien. Volvió a la realidad cuando el pitido del microondas resonó en la cocina.
Al terminar de comer se decidio por hacer la tarea. No era abundante pero como algunos temas él no conocía, debía leer de más y hacer más investigaciones. No quería admitirlo, pero como Elkie dijo en el salón, creía necesitar un tutor.

La noche llegó rápidamente pero logro al menos terminar los deberes, se alistó para dormir y antes de apagar la luz, un suspiro escapó de sus labios.

— Mierda Jisung, seguro te vez patético en este momento... —Sonrió un poco antes de negar.

Extrañaba su hogar.

🌈

— ¡Buenos días, Jisung! —Elkie cuando llegó fue directo hacía él sentándose detrás.

Saludó con la cabeza provocando un puchero en la fémina. Al darse cuenta de eso, decidió saludar, de todos modos un simple saludo no hace mal.

— Buenos días —Simplemente dijo y eso basto para Elkie que sonrió.