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I like you~

La fiesta había llegado. Mingyu en traje como Hoshi le había indicado. Se sentía como si hubiese envuelto por cinta adhesiva, pero era lo que había. 

Bajó de su vehículo, y arregló su terno. Las luces y la música suave se escuchaba con tranquilidad. Mingyu caminó hasta el salón de festejo, y se encontró con muchas personas; bastante apuestos todos. Entre otros habían algunos artistas.

Mingyu no supo como integrarse, así como buena persona aislada, tomó una copa de champán y bocadillos en la mesa junto a otras personas que lo ignoraban completamente; a excepción de miradas coquetas o de reojo. 

Se sintió incómodo, hasta que encontró al anfitrión, Hoshi. Que en verdad nunca le decía por su nombre original o real por cosa de respeto a su trabajo, seguridad e identidad. Mingyu prefería respetar eso. 

Hoshi se acercó hasta él, y sonrió con amplitud. 

—¿Te estás divirtiendo?—Preguntó Hoshi mientras en su mano derecha sostenía un bocadillo que tomó de camino, y en su otra mano llevaba una copa de champán al igual que la de Mingyu. 

—No, la verdad. Todos me miran raro, y esto parece una fiesta a la cual mi abuelo asistiría.—Suspiró Mingyu bebiendo con indiferencia su trago. 

—Vaya, tenía esperanzas.—Rió Hoshi comiendo el bocadillo.—En fin, te presento al modelo Jeonghan. Y su manager o asistente, Wonwoo.—Dijo apuntando a un chico de tez tersa y de porcelana, con un natural maquillaje, pelo bastante ordenado y un traje entallado de color rojizo que le resaltaba la cintura delgada, junto a sus piernas delgadas y largas que lo hacían ver muchísimo más alto de lo que en verdad era. Por último, en su muñeca llevaba un brazalete de color negro con un toque dorado, que relucía bajo la luz tenue y cálida del salón bastante decorado. Su mirada era lasciva y casi coqueta por naturaleza. Su nariz se movió como la de un conejo al ver Mingyu. 

—Hola, me presento. Soy Kim Mi-

—Kim Mingyu, veinte y cinco años y un gran fotógrafo. Hice mi tarea.—Asintió Jeonghan extendiendo su mano con amabilidad para saludarlo.—Es un gusto que esté aquí.

—Sí, un gusto, Jeonghan. 

—¿Me conoce?—Dijo el chico de rasgos finos y lascivos, quien relamió sus labios delicadamente.

—Un poco, sólo por los trabajos de Hoshi.—Mingyu sin evitarlo, dirigió su mirada hasta el asistente de la estrella que no era relevante para él. 

Un chico menudo, casi de su altura, con cabello negro, sonrisa pequeña, y unos ojos gatunos que cautivaron la mirada de Mingyu. Sus manos se escondían detrás de su espalda, y tenía una espalda bastante ancha para su cuerpo tan delicado. Unas manos delicadas y blancas, quizá no se exponía mucho al sol. Un anillo en el dedo anular de color plateado. ¿Podría tener pareja? ¿Por qué Mingyu pensaba en ello? Sólo hizo un movimiento pequeño con sus manos como para que el castaño más alto se diera cuenta. Sin embargo, fue suficiente. 

El cabello del chico que había sido presentado como Wonwoo, el asistente, tenía rulos. Y bajo un lente bastante grueso se escondían aquellos ojos analizadores. Su cuello era bastante largo y se escondía detrás de una joroba que seguro debido a su altura formaba con inconsciencia. 

Mingyu pestañeó varias veces antes de presentarse educadamente a Wonwoo.

—Un gusto, soy Kim Mingyu. Debes ser Jeon Wonwoo.—Dijo el chico con una sonrisa, extendiendo su mano. 

—¿Sabe mi nombre...?—Dijo Wonwoo confundido, mientras su mano era estrechada, algo intimidado.

—También hago mi tarea. Además, soy el conductor que casi te atropella el otro día.—Ríe Mingyu escuchando pequeñas risas nerviosas de los otros presentes.—Lo lamento por ello, estaba un poco distraído.