It's ok.

224 24 0
                                        

—Puedes quedarte conmigo el tiempo que sea necesario.—Mingyu se encogió de hombros.—Además, tengo una habitación vacía y-

—¿No dormiremos juntos?—Preguntó con un mohín disconforme. El mayor rió bajo y asintió.

—Claro que sí, me refería para que tengas un pequeño estudio de diseño.—Wonwoo comprendió y siguió mirando pisos abajo, entendiendo que el mundo seguía girando mientras ellos parecían congelarse.

—Estaría bien. Pero no quiero estorbar.

—Nunca serás un estorbo para mi, cielo.—Negó el mayor, besando la mejilla del menor.—Además, tengo un amigo que necesita compañero de piso. Sería como matar dos pájaros de un tiro. 

—¡¿En serio?!—Wonwoo habló entusiasmado. Este sólo dio pequeños saltitos de felicidad y logró escuchar la risita de Mingyu al notar que claramente era la persona más adorable ante sus ojos.

—Claro, puedo llamarlo cuando vayamos a casa.—Ambos asintieron. Wonwoo no se resistió y dejó un beso en su mejilla, para luego tomar su mano.—Quiero que estés en paz, lejos de tu pasado.—Besó sus manos unidas, y decidió que eso era más que suficiente para mirarlo a los ojos y bañarse en su mirada enternecida por sus propias palabras. 
¿Acaso había algo más que pudiera pedir ahora mismo? 

—Entonces... Podré mudarme al fin.—El modelo suspiró pesado, y cerró los ojos un par de segundos. Mingyu notó como si algo saliera desde el fondo de su alma.

Se estaba liberando cadena por cadena de su horrible pasado. Quedaba poco para verlo completamente renovado. 

—Lo harás cielo. Y además, es un amigo muy simpático, seguro te acoge bien.—Rió mientras se encogía de hombros. 

—¿Cómo se llama? 

—Lee Jihoon.—Wonwoo inclinó su cabeza, parecía recordar ese nombre.—¿Te suena su nombre? 

—¿No es pareja de uno de los Choi?—Mierda, Mingyu lo había olvidado. Quizá no sería tan fácil olvidarse de su pasado.

—Oh... Mierda, lo había olvidado. Lo siento, puedo-

—¡Ellos son adorables! Son muy simpáticos, y Seungcheol nunca está muy cerca de Jihoon. No me molesta para nada.

El mayor se alivió. Fue un poco tonto de su parte olvidar ese detalle, pero notó que claramente el Wonwoo que conoció antes, no era el mismo de ahora.
Lo único que tenían en común: 

Era que de ambos se había enamorado profundamente.
Perdidamente en sus acciones, en sus pequeños gestos, en su forma de demostrar cosas.

—¿Amor?—Preguntó Wonwoo cuando notó que el castaño estaba perdido, mirándolo.—¿Pasa algo?

—No...

—¿Entonces?—Rió bajo subiendo los lentes por el puente de su nariz.

—Sólo, sé que has crecido mucho en el poco tiempo que te conozco.—Asintió, acercándose hasta Wonwoo, tomando sus mejillas y rozando sus narices en un beso esquimal que era lo suficientemente adorable como para hacerlos burbujear de emoción.—Y estoy feliz de que seas el pequeño amor de mi vida.

—¿Pequeño? Tú eres el más grande.—Rió juguetonamente. Ambos rieron tontamente, y se mantuvieron abrazados antes de que al fin pudieran notar en donde se encontraban.

Luego de una hora aproximadamente, decidieron abandonar el centro comercial. Había sido una gran jornada. 

Al llegar a la casa de Mingyu, Wonwoo decidió quitarse aquel abrigo, dejando ver su cintura pequeña al usar aquel suéter con cuello de tortuga. Mingyu hablaba por teléfono, pero su mirada no se quitaba del cuerpo del menor. 

Click and check;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora