The end.

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Había pasado casi un año desde que eran novios; muchos cambios habían llegado a sus. Wonwoo seguía viviendo con Jihoon. No tenía contacto con la familia Choi a excepción de pequeños contactos con Seungcheol. Eran casi inexistentes. 

Él ya tenía su línea de moda, siendo famoso también por el hecho de ser modelo de Mingyu -varias veces fue entrevistado por su línea de moda y el por qué seguía prestando sus servicios de modelaje al fotógrafo- Luego de varios meses, decidieron que hacer "pública" su relación era más sencillo.

Todos dijeron directamente que era romántico como Mingyu podía fotografiar a su pareja, y ser famoso con ello.

Así mismo, ambos comenzaron a vivir de mejor manera.

Mingyu ahora tenía mejores propuestas, y así también Wonwoo se enorgullecía de su novio.

Ambos se fomentaron al punto de poder vivir tranquilos; sin remordimientos ni demonios que los atormentaran. 

Hoy era un lunes común y corriente. Wonwoo había despertado como todos los lunes habituales. Mingyu lo esperaba abajo, en su auto para ir rápido al trabajo juntos. Aprovechaban de conversar o de planificar algo para algún día de la semana. Sus muestras de afecto ahora eran el doble de naturales que ambos. Eran plenos. 

Kelly había crecido, y ya no estaba tan frecuentemente con Mingyu. Seguían siendo mejores amigos. 

—Amor, estaba pensando en lo del departamento.—Comentó Mingyu mientras viraba en una calle.

—¿Para qué? Ese departamento es maravilloso.

—No hablo de mi.—Wonwoo lo miró confundido. Se detuvieron en un semáforo y decidieron mirarse. 

—¿En serio quieres dar ese paso?—Mingyu asintió seguro.—Es lo mismo pero...

—Cielo, es igual. Siempre estás en mi departamento. Jihoon así trae a Seungcheol al departamento que ustedes se supone que comparten. Sólo los domingos sueles dormir en tu departamento. Ni siquiera tienes toda tu ro-

—Ya entendí.—Hizo un puchero, Mingyu lo besó en la mejilla y Wonwoo asintió.—Pensé que pasaría tiempo más.

—¿Para qué? Somos adultos, sabemos como sobrellevar las cosas.—Ambos rieron bajito y decidieron que quizá era lo correcto.

El semáforo cambió a verde, y  un silencio se instauró. Ambos imaginaron como sería vivir juntos. ¿Acaso podrían afrontar aquello? Claramente no era fácil. Como todas las parejas, discutían y sentían también. Podían herirse, y volver al refugio que compartían. 
No sería fácil y no sabían si era adecuado, posible ahora mismo.

Wonwoo fue dejado en su trabajo, y Mingyu en el suyo. Fotografiaría a Yoon Jeonghan. Así que se estaba preparando mentalmente para sus exigencias.

—Buenos días, Jeonghan.—Dijo alegremente Mingyu, mientras el modelo sonreía ya vestido y maquillado para la sesión. 

—Hola, Kim. 

—¿Listo?

Luego de unas dos horas, terminaron con todo. Mingyu decidió sentarse un poco y beber del café que había comprado hace unos minutos atrás. 

—Oye, ¿Qué ha pasado con Jeon?—Preguntó Jeonghan con una sonrisa. Sólo pudo ver las expresiones alegres de Mingyu al mencionar al chico. 

—Todo bien. Pensando en si nos mudaríamos juntos.

—¿En serio? ¿Algo les hace dudar?—Mingyu meneó la cabeza, suspirando.—Con Joshua nos mudamos luego de un año de relación también, por cosa de trabajo y comodidad.

—¿Y cómo vas con eso?

—Muy bien, no te imaginas el sexo que-

—No me des esos detalles, idiota.—Mingyu soltó una carcajada y carraspeó un poco.—Tiene miedo de que pase algo. 

—Wonwoo es una persona complicada y atormentada. Nunca entenderá que el tiempo no define su confianza o bases como relación. 

Jeonghan tenía razón. El tiempo ayudaría, pero no era la base de su relación. Lo que sí importaba era la confianza y comodidad que tendrían ellos en el presente. ¿Qué importaba el tiempo en estas circunstancias? 

—Gracias Jeonghan.

—De nada, suerte con Jeon.—Palpó su hombro y decidió abandonar el estudio con algunas personas más que lo llevarían de regreso a alguna de sus actividades del día; probablemente. 

Mingyu quedó pensando en eso mientras seguía ocupado con algunos documentos de fotos y demás. 



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La tarde estaba terminando, Wonwoo dijo que llegaría más tarde de lo normal a casa, por lo que no debía ir a buscarlo. 
Sin embargo, Mingyu necesitaba hablar con él.

El diseñador, luego de hablar de presupuestos y dinero; estaba cansado. Así que decidió que lo mejor era volver a casa. 
Viajó en transporte público, y al llegar al edificio, vio a alguien parado, como si aguardara por la llegada de alguien. No lograba distinguir la silueta debido a la oscuridad. Pero su contextura era parecida a la de su novio. ¿Era él? Y si lo era, ¿Qué hacía aquí?

—¿Mingyu?—Dijo Wonwoo mientras visualizaba la espalda ancha y encorvada que bien conocía.

—¡Hola mi Wonie!—Gritó Mingyu volteándose, sus manos escondían algo, y parecía complicado que no pudiera verlo en sus manos. 

—¿Sucede algo? ¿Por qué estás aquí? 

—Debemos hablar de algo.—Asintió el mayor con una sonrisa pequeña en sus labios. 

—¿Es grave? ¿Por qué no mejor subimos?—Wonwoo inocentemente, apuntó las puertas del edificio. 

—Wonie.—Con una mirada y una sonrisa de lado, logró que este deshiciera sus preocupaciones.

Él se encargaría. 

—La conversación que tuvimos en la mañana me tiene vuelto loco.—Mingyu sostenía en sus manos, algo similar a una cajita.—Sé que es algo que nunca he pensado hacerle a una persona. Pero ¿Qué más da el tiempo que estemos juntos? ¿Acaso importa? Me hice esas preguntas varias veces. Llegando a la mágica conclusión de que... No importa el tiempo, no importa si nos conocemos desde años o no. Si es que nuestra relación durará hasta quién sabe cuando. Quiero disfrutarla, quiero vivirla de la mejor manera. Teniendo pequeños placeres como despertar cada mañana contigo, ver tus ojitos de gatito; y levantarnos apurados para ir al trabajo. Deseo tenerte en mis brazos durante la noche, quedarnos dormidos juntos y sin preocuparnos de la ropa que tengamos o no.—Entre sus manos, aquella caja de terciopelo, se abrió ante los ojos ilusionados de palabras del azabache. Wonwoo sintió su mentón temblar y su garganta estrecharse.—Así que Wonie, mi angelito, mi luz de sol, mi fuerte guerrero, mi pequeño gatito. ¿Aceptarías venirte a vivir conmigo, para ser la pareja más ilusionada jamás vista?

Wonwoo no supo que decir, el aire se había atascado en su pecho, y sólo con un suspiro de por medio, asintió varias veces.—Claro que sí, Min.

Se abrazaron con fuerza, y dentro de la cajita, el menor pudo ver de mejor manera. Era un anillo plateado, con una piedra amarilla maravillosa; y otro del mismo color de metal, pero con una piedra negra. 

—El amarillo tiene tu medida...—Mingyu tomó el anillo, con las manos temblorosas y los ojos llorosos. Se lo colocó en su dedo anular, y Wonwoo repitió lo mismo pero con el de piedra negra. 

Se mantuvieron abrazados unos minutos más, y se dieron varios besos cargados de anhelos. Mingyu tuvo que hacerlo reír para evitar que las lágrimas de emoción rodaran sus mejillas. Se sentían en las nubes, y nunca mejor dicho. 

Así fue como terminaron su día. 

Ahora no habían preocupaciones más que el hecho de que tenían que seguir viviendo como ahora.

Podrían disfrutar de sus pequeños placeres, y eso era más que magnífico. 

The end <3

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