Are you alone?

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La sesión continuó con naturalidad. Todos ignoraron la desaparición de ambos líderes y centros de atención. Así que no pasaba nada más. 

Ese encuentro quedó entre ellos. Y las palabras quedarían en sus recuerdos porque no había nada más que pudieran expresar fuera. 

Cuando la sesión terminó; Kelly desmaquilló a Wonwoo y le dio de vuelta sus prendas para volver a casa. Mingyu por mientras, aprovechaba de discutir con la gente con la que trabajaba, mirando las fotos y disfrutando de unos momentos de admiración en su modelo. Algunos reclamaban que no tenía mucha experiencia pero sí un talento que podrían sacar a relucir. Poco a poco, las buenas críticas de las fotos llegaron.

Luego de un rato, decidieron irse para dejar trabajar a Mingyu. Sin embargo, Wonwoo permanecía en el estudio, esperando por hablar con el orgulloso fotógrafo. Cuando Mingyu se dio cuenta de que el pelinegro, ya con su ropa habitual estaba parado; levemente aturdido y con la mirada fija en él, concluyó que debería hablar con él.

—Wonwoo~

—¿Hm?—Wonwoo se acercó con cuidado hasta Mingyu, y en un acto de reflejo, vio en la pantalla las fotos que correspondían a su modelaje. Se sorprendió al ver su propio cuerpo bajo luces y una escenografía perfecta con cosas sencillas. No podía reconocerse a sí mismo.

—¿Te gustan?—Rió Mingyu al ver su expresión. Claramente era de un asombro que directamente era algo que acostumbraba a ver con sus modelos o sus sesiones. 

—Woah... No parezco yo.—Rió Wonwoo con una sonrisa adorable que Mingyu consideraba como tocar los bigotes de un gato gris y amistoso. 

—Claro que lo eres. Sólo debía retocarte un poco para ver los resultados. 

—¿Puedo llevarme copias?—Susurró Wonwoo un poco avergonzado. 

—Por supuesto.—Mingyu asintió, mientras suspiraba un poco.—¿Podemos hablar?

—¿Sucede algo malo?—Preguntó Wonwoo con preocupación logrando que Mingyu riera por su inesperado rostro.

—Claro que no, todo está bien.—Suspiró Mingyu mirándolo.—Sé que nuestro trato termina cuando yo le saque fotos a tus diseños, trajes y demás. Pero-

—Puedo seguir modelando si quieres. Me ayudará.—Rió Wonwoo encogiéndose de hombros.

—¿En serio? ¿Harías eso?—Mingyu lo miró con atención.

—Claro, pero habrá dinero de por medio, ahora estamos haciendo un intercambio de servicios.—Wonwoo se encogió de hombros, suspirando pesado.

—Oh, por supuesto.—El castaño sonrió y cerró sus ojos.

—¿Puedo preguntar algo yo?—Susurró Wonwoo mientras se balanceaba en sus pies. El castaño aún con los ojos cerrados y sentado en su silla de escritorio asintió.—¿En serio te gusto como para seguir trabajando juntos? 

—Me encantas. Eres maravilloso, al punto de que no creo poder encontrar a un mejor modelo que tú.—Mingyu se encogió de hombros soltando una risita.—Supongo que me dolerá soltarte en algún punto.—El más alto un poco frustrado resopló.

—Tú... Tú también me gustas.—Mingyu abrió los ojos un poco confundido mirándolo.—Me gusta tu trabajo.—El menor se dio cuenta de lo que había dicho y abrió los ojos de par en par moviendo la manos para corregirse. 

—Oh... Es sólo que como habías salido de una relación hace poco pensé que-

—¿Acaso te intereso?—Rió Wonwoo con una sonrisa burlesca. 

—¿Puede? Tómalo como quieras. Eres atractivo. Lástima que te lastimaran así.—Se encogió de hombros y se levantó rápidamente para apagar el computador y poder cerrar el estudio para volver finalmente a casa.—Debo irme. Nos vemos mañana. 

—¿Mañana?

—Continuaremos con otra sesión. De otro estilo.—Mingyu asintió con una calidez al ver la emoción de Wonwoo oculta en sus ojos. Por algún motivo, era alguien demasiado llamativo; al punto de que su vida daba vueltas como mente de borracho al observarlo discretos minutos. Fotografiarlo fue la mejor idea que pudo cruzar su mente.—Si te parece, claro. 

—¡Claro! Estoy emocionado.—El menor asintió varias veces con una sonrisa. Carraspeó un poco al notar su desbordante emoción. 

Finalmente un silencio incómodo brotó entre ambos. Quizá algo debían de decir. 

—Debo irme ya a casa. Tengo que hacer muchas cosas.—Wonwoo suspiró asintiendo, encogiéndose de hombros. 

—Puedo llevarte a casa.—Mingyu tomó las llaves de su auto y casa, para luego mirar a Wonwoo.—No creas que no me he dado cuenta del hecho de que vienes en bus o taxi.—Rió un poco tomando su mano.—Además, ya es tarde. No quiero que te vayas en la hora punta. 

—Es... Amable, gracias.

Luego de un rato, ambos se encontraban montados en el automóvil. Mingyu abrochó su cinturón y encendió el auto. 

El único ruido que había aparte del motor, era la radio a un volumen tan bajo que parecían sólo balbuceos desde el aparato. 

—Cuando me diste tu número de teléfono y dirección... Pensé que serías un cretino interesado en el dinero o en el cuerpo ajeno. 

—¿Lo soy?—Rió Mingyu mirándolo.

—Eso rumorean de ti. Me costó llamarte por primera vez.—Mingyu apretó sus labios y arrancó con suavidad, mirando a ambos lados mientras procesaba las palabras del chico a su lado. 

—Antes era así. Pero era muchísimo más inmaduro y cretino. Ahí empezaba mi carrera. Rumores estúpidos aparecieron y sólo quería pensar en lo que buscaba hacer con mi futuro.—Mingyu conducía con cuidado y daba miradas rápidas hacia su copiloto.—Sin embargo, Kelly volvió a aparecer en mi vida. Me ayudó mucho. 

—Es una gran chica.—Mingyu asintió, mientras una sonrisa boba salía de sus labios.—¿Te gusta?

—¿Qué? Qué dices, bobo.—El mayor soltó una carcajada fuerte, y afortunadamente, sin sarcasmo en ella.—Es mi mejor amiga, pero hasta ahí. Es una colaboradora, amiga y compañera de trabajo. Además, soy gay. 

Wonwoo hizo un ruido de sorpresa. Mingyu aún así lo escuchó y rió juguetonamente. 

—Pensé que eso si lo rumoreaban.—El conductor paró en un semáforo y miró al contrario.

—Siempre dicen que eras un mujeriego, pero nunca gay.—Rió Wonwoo levemente.

—Sorpresa, sorpresa.—Suspiró mientras volvía a acelerar.—¿Tú eres gay también? Mi radar no falla nunca.–Rió nuevamente con un tono juguetón, juvenil, como si buscara molestarlo con esa entonación; cosa que lograba con facilidad. 

—Digo... He estado con hombres, pero no sé. 

—Tu anterior pareja era un hombre, ¿No?—Preguntó con cuidado el mayor, mientras aceleraba un poco más, pisando el acelerador y apretando el volante con desagrado. Pensar en gente tal así, lo molestaba. 

—Sí. Pero era un imbécil.

Silencio incómodo de nuevo. 

—¿Y tienes pareja?—Preguntó Wonwoo despreocupadamente.

—Nop. Así que si quieres divertirte, ya me tienes a tus órdenes.—Rió Mingyu mientras relamía sus labios y miraba por el espejo lateral de su lado. 

—Lo tomaré en cuenta. 

Ninguno de los dos sabía si eso en verdad fue una broma o no. 

Al llegar luego de las indicaciones de Wonwoo, Mingyu quitó el seguro del auto para dejarlo bajar. Sin embargo, tomó su mano antes de dejarlo ir. 

—Cuídate, Wonwoo. Nos vemos mañana.—Acarició su muñeca antes de dejarlo, y cuando Wonwoo cerró la puerta del vehículo; visualizó como le guiñaba un ojo.

Con esa mirada, sabía que algo tramaba. No sabía qué, pero lo sabía. 

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