Era tarde.
Eran las diez de la noche. Mingyu se encontraba en su hogar; repleto de fotografías las cuales debía ordenar y seleccionar para enviar nuevamente hacia sus superiores. Estaba demasiado centrado en ello como para mirar su celular.
Hasta que su tono de llamada de su canción favorita (la cual estaba comenzando a odiar por colocarla también de alarma, mala decisión), lo distrajo de su trabajo. Decidió que era mejor contestar la llamada antes de que pudiera arrepentirse.
Vaya que debía hacerlo.
—¡Mingyu!—Una voz grave pero agitada se escuchaba al otro lado de la llamada. Mingyu estaba sorprendido al notar aquel timbre de voz tan característico.
¿Era Wonwoo quien se escuchaba agitado y con pasos fuertes resonando en lo que parecía un duro concreto? ¿Qué mierda sucedía?
—¿Wonwoo? ¿Qué sucede?—Mingyu detuvo su trabajo, y bajo las luces tenues de su departamento, se mantuvo alerta a cualquier sonido que pudiera emitirse en su dispositivo.
No sabía el qué, pero estaba sintiendo un mal presentimiento.—Está de vuelta. Él volvió.—Wonwoo tenía miedo en la voz. Tenía un miedo mortificante en su voz que Mingyu quería arrancar. ¿Quién era él?
—¿Él?
—Mi ex...—Su tono era quebradizo, frágil como un copo de nieve, pero gélido como este mismo.
Cuando notó la desesperación en su aliento, decidió salir de casa para encontrarse con él, donde sea que él quisiera.—Por favor, no sé a quien lla-—¿Dónde estás?—Mingyu no tuvo que preguntar nada más.
No quería hacerlo. Al menos ahora; guardaría las dudas y preguntas en su cabeza hasta que el de pelo azabache pudiera al menos hablar coherentemente. Mingyu le pidió con suavidad y amabilidad que definitivamente no cortara la llamada. Sólo era un método de mantenerlo tranquilo hasta que llegara hasta donde se encontraba.
Mientras tanto, Wonwoo se encontraba varado entre la oscuridad; entre farolas de un parque más lejano de lo que pensó de su hogar. No quería regresar ahí, no quería encontrarse con el mismo escenario. Quería esconderse y mantenerse cálido. Poco a poco, su aliento fue calmándose. No se dio cuenta cuando Mingyu comenzó a tararear. ¿Por qué su voz sonaba tan calmada y cálida? Permanecía detrás de la línea telefónica, pero igualmente se sentía acompañado; como si pudiera palpar la cercanía del fotógrafo. Deseaba que estuviera a su lado, necesitaba abrazarlo y hundirse en su aroma a perfume cítrico. Quería esconder su rostro en un abrazo, en su pecho mientras se encorvaba para ser abrazado.
En esos momentos no le importaba pensar cosas tan evidentes de él. No pensaba que era algo extraño o que debía esconder.
Estaba cansado de esconder.
De ocultar apariencias.Así fue como se sentó en la banca de aquel parque oscuro y solitario. Escuchaba pequeños bichos y algunos autos pasar, pero nada más allá fuera de lo normal. Parecía estar bien con quedarse ahí y esperar a que el castaño llegara donde le había dicho que estaba.
—¿Wonwoo? ¿Sigues ahí?—Mingyu estaba agitado, y su respiración demostraba que estaba corriendo, quizá ya había llegado a la dirección que el azabache le había dicho.
—S-sí...—Con una voz temblorosa y desanimada, se mantuvo quieto. Quería ser encontrado.
Dos minutos luego, Mingyu estaba corriendo al verlo sentado en aquella banca, con la luz pública del parque sobre su cabeza. Se agachó para mirarlo al tenerlo cerca, acarició sus piernas y miró atentamente su rostro perdido.
—Wonie...—Mingyu tomó sus manos acariciándolas con cuidado.—¿Quieres venir a casa junto a mi?
—¿Puedo?—Preguntó un poco más animado Wonwoo, con los ojos con un brillo más especial que antes. Necesitaba respirar. ¿No? Podría estar más tranquilo junto a él.
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FanfictionEl lente de la cámara se enamoró de ti. ¿No quieres seguir seduciéndole? Fácil, sólo tenía que posar. ¿Cierto? 📸Meanie (Mingyu x Wonwoo) 📸Contenido explícito. 📸Advertencia: Exposición de abusos, violencia, drogas, alcohol, sexo, entre otros...