Fuck you.

311 31 0
                                    

La pantalla estaba iluminada, sólo era una débil decisión. Contestar, o apagar el móvil. 

Mingyu analizó bien la situación por unos segundos mientras la vibración seguía moviendo un poco el aparato sobre al mueble al lado de la cama. En primer lugar, Wonwoo se molestaría si él contestaba una llamada que podía ser íntima y privada, de cosas que prefería que Wonwoo le contara cuando estuviera listo.

En segundo lugar, podía ignorarlo; y con un cincuenta y cincuenta de probabilidad de que directamente se moleste o agradezca no meterse en sus asuntos.

Era demasiado el riesgo.

Luego encontró una tercera opción; y era contestar y cortar rápidamente diciendo que era un número equivocado o estaba ocupado. 

Cuando se dio cuenta y estaba dispuesto a tomar una decisión, el tono de llamada había cesado.

Directamente la llamada había terminado sin siquiera iniciarse. 

Suspiró pesadamente y volvió a acomodarse al lado de un agotado Wonwoo que soñaba con quizá qué. No le interesaba. Sólo fingiría que no escuchó la llamada porque se había quedado dormido. ¿Qué más sería? 


Wonwoo despertó con los ojos hinchados, el pelo desordenado y las mantas sobre él. Estaba tan cálido y cómodo que buscó más de ella en el cuerpo de Mingyu. El cual no logró encontrar. ¿Donde se había ido? No quería que estuviese lejos. Quería volver a despertar con Mingyu. Quería verlo aún dormido a su lado. ¿Por qué no se encontraba ahí? ¿O por qué pensaba eso ahora? No lo sabía. 

Lo único que quería eran sus brazos. 

Decidió tomar su móvil perezosamente. 

Gran, y grave error. 

Su peor miedo se presentó en notificaciones de cincuenta y dos llamadas durante la madrugada y la mañana. Parecía que no se rendiría.

El sueño desapareció de su organismo y cerebro. Decidió levantarse, descalzo y con las plantas de los pies resonando en el piso de madera rápidamente. Buscaba abrigo para salir de casa completamente conmocionado y asustado. ¿Qué mierda sucedía con esas cincuenta y dos llamadas? No lo sabía, pero necesitaba descubrirlo.

—¡Oh! Buenos días Wonie.—Wonwoo ignoró la voz animada y feliz del castaño. Buscaba con desesperación su ropa y cosas. Cosa que no encontró.—Wonwoo, cálmate.—Mingyu salió de la cocina donde preparaba un desayuno. Quizá no había despertado hace tanto.

—Debo ir a hablarle, y...

—Hey, cálmate.—Se acercó hasta él, tomando sus hombros con firmeza pero no brusquedad. Lo último que quería era asustarlo.—No conseguirás nada con ir asustado. Quizá que mierda pueda pasar con ese cretino.

—¿Cómo sabes que es él?—Dijo Wonwoo confundido y asustado. Su ceño fruncido estaba con unas vibras enojadas.—¡Contestaste la llamada!—Acusó con molestia en su voz. Claramente no podía ser otra cosa.

—¡Claro que no! Estaba despierto, tu celular sonaba y sonaba. Lo silencié y me dormí contigo. Sé que no debo meterme ahí.

—¿Entonces como sabes que se trata de él?—Preguntó Wonwoo respirando un poco más tranquilo.

—Porque es lógico... Sólo alguien tan loco como él te llamaría en la madrugada. Sabiendo que no te encuentras en casa.—Wonwoo cerró sus ojos y pasó sus manos por su cara. 

Quería desaparecer de una vez por todas. No quería encontrarse con nadie. Quería encerrarse, hacerse un pequeño bollo entre las mantas y desaparecer por completo.

Click and check;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora