"El la estaba esperando Con una flor amarilla. Ella lo estaba soñando Con la luz en su pupila"
Sonreí al ver su dulce presencia, sus ojos entre cerrados acercándose cada vez mas el micrófono, sus delicadas manos abriendo y cerrando con nerviosismo para tomar el micrófono, su boca tan delineada con ese labial rosa con brillos cerca del micrófono, su larga melena azabache moviéndose de un lado a otro tras el movimiento de ella, la mujer ideal lo único que nos separaba era...
-Inuyasha deja de holgazanear y ayúdame – me aventó un trapo a la cara.
-¡Sesshomaru! – lo llame molesto quitándome el trapo de la cara.
-Hay no ¿otra vez fantaseando con esa chica? – se sentó en la orilla del sillón viéndome -¿Cuándo entenderás que ella pertenece a otro mundo al tuyo? Ella solo la puedes ver por medio de la televisión y nada más.
-No me importa – lo interrumpí sin despegar la mirada de la televisión.
-Como quieras – soltó un suspiro -pero date prisa, acordamos tener la casa limpia antes de la llegada de mis padres.
-Como digas – asentí sin importancia.
Se puso de pie viendo el televisor volviendo a soltar un suspiro revolviéndome el pelo hecho el cual me hubiera importado en otras circunstancias.
Sesshomaru no entendía nada, ella era la chica más angelical que había visto era tan hermosa y radiaba tanta inocencia era un ángel.
Un suspiro se escapo de mi al ver cada movimiento suyo, era tan linda pero tan inalcanzable.
Sesshomaru era mi hermano mayor, era mayor por dos años, pero según él maduramente era mayor que yo por diez años; si admito que era un chico muy soñador pero maduro o al menos eso tenía que aparentar frente a mi padre. Sesshomaru y yo íbamos en el mismo colegio, pero a diferencia mía Sesshomaru siempre estaba rodeado por tantas chicas lindas, era popular además de salir en los cuadros de honor tras sus buenas calificaciones.
Ante cada baile escolar las chicas se peleaban para ir con él dejándome a mi sin la oportunidad de salir con alguien más que con mi amiga Rin, ella había sido la única que no había caído rendida a los pies de Sesshomaru o al menos no por ahora ya que un ligero suspiro se le escapaba cada vez que lo veía pasar.
Mi apariencia física no era algo de lo cual resaltar, típico chico de 1.75 cm, pelo plateado un poco alborotado dejando un rebelde copete cubriendo mi cara, ojos dorados obscuro y un físico musculoso dado a todo el ejercicio que practicaba, tras mi tiempo libre sin tener novia había decidido entrar al gym, era mi mejor hobby.
Claro, pero ¿Cómo podía olvidar a mi intachable hermano? Típico chico galán de 1.80cm, pelo plateado más debajo de los hombros, cara pulida por los mismos ángeles (según los comentarios de las chicas), ojos dorados mas claro con una característica mirada fría la cual ponía loca a cuanta chica veía, Sesshomaru tenía su físico marcado, pero para él su pasatiempo favorito era leer claro siempre y cuando estaba en paz y ninguna chica loca lo perseguía.
"Ella sabía que el sabia
El sabia ella sabía
Que el sabia ella sabía
Y se olvidaron de sus
Flores amarillas..."Sonreí escuchando el aplauso de la gente sintiendo mi respiración agitada, levanté los brazos con una gran sonrisa viendo a todo el público siendo más que veces anteriores. Giré la mirada a un costad del escenario viendo unas señas de que era hora de entrar, asentí despidiendo a todos con la mano aun sonriendo, di media vuelta alejándome con una sonrisa que apenas cabía en mi rostro.
-¡Muy bien Ahome! – me abrazo feliz -lo hiciste espectacular – se alejó de mi sonriendo.
-Gracias.
Recibí una serie de abrazos mas por ese chico moreno de grandes ojos azules el cual medio tiempo era mi representante y tiempo completo mi mejor amigo. Nos retiramos del escenario entrando al camerino donde de inmediato me entrego una botella de agua saciando mi sed acompañado de todos el calor tras una larga hora de estar allá arriba sin pausa.
-Debo admitir que esta vez te luciste Koga – sonreí tapando la botella -hubo mas gente de la que esperé.
-Te dije mi amiga que algún día serias famosa – sonrió.
-Lo sé, sé que lo dijiste – asentí sonriendo.
-Y lo eres – sonrió tomándome de los hombros -pero pese a toda tu fama no te veo feliz ¿Qué pasa? – me vio preocupado.
-No es nada – negué con la cabeza alejando mi mirada.
-Ahome – tomo mi mentón dirigiendo mi mirada a él -¿Qué sucede?
-Nada es solo que – hice una pausa alejándome de él -sé que has hechos tantos sacrificios para estar donde hemos llegado, pero sigo sin entender ¿es necesario lo del compromiso? – lo vi con reproche.
-Ahome, claro que lo es – asintió acercándose -Piénsalo, tu vas remontando en tu carrera como solista, eres la sensación hoy en día qué mejor que en primera plana aparezca "Ahome Higurashi, la nueva sensación en la música pop se compromete con el joven Yakama" – sonrió abrazándome por los hombros.
-Todo suena tan bien, pero hay un pequeño detalle – me zafé de sus agarre -A Sango, mi amiga – hice énfasis -le gusta el joven Yakama, yo no puedo hacerle eso. No a ella.
-Vamos Ahome Sango es una buena cantante, pero ella a penas va empezando con sus carrera en cambio tu ya llevas unos años de trayectoria además de algunos años de relación con Miroku, no lo puedes negar.
-Lo sé, pero Miroku no se toma nada ni a nadie en serio. Tu sabes que no es el tipo de hombre que busco.
-Ya sé, ya sé. Tu buscas un caballero, detallista...
-Que me quiera, me proteja, sea tierno, no le de miedo demostrar sus sentimientos, que me entienda – suspire enamorada -Y tu sabes que Miroku no tiene ninguna de esas cualidades.
-Lo sé, pero tu confía en mí.
Vi a Koga un instante, cuando ponía esa sonrisa obstinada algo me decía que no cambiaría de opinión y que algo peor iba a suceder.
Años atrás al inicio de mi carrera Koga había decidido ser buena idea que Miroku y yo tuviéramos una relación por acuerdo mutuo la cual nos ayudaría a ambos a sobre salir en el mundo de la fama y así fue. A la semana de haber hecho oficial el noviazgo nuestros discos comenzaron a venderse más rápido posicionándonos en los primeros puestos, llegamos a cantar algunos sencillos juntos dando buen resultado pese a ambos cantar distinto género. A mi desde siempre me había caracterizado por cantar pop balado mientras Miroku cantaba un poco de rock para ahora intentar con el reggaetón.
Éramos novios por compromiso, salimos algunas veces en publico tomados de la mano o compartiendo algún beso, pero si me preguntan jamás llegue a sentir nada por él. No lo niego, es tan atractivo y la perdición para toda mujer, pero no para mí, yo sabía la clase de hombre que quería y Miroku era mas que claro que no lo era y menos al saber que a mi mejor amiga de la infancia le gustaba.
Continuara...
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Flores amarillas
FanfictionInuyasha Taisho, un chico soñador enamorado de una chica totalmente fuera de su alcance, vive fantaseando con algun dia poder estar cerca de ella mientras escucha los muchos intentos de su familia por que se haga novio de Kikyo, su amiga de la infan...