Lo último que recordaba Tzuyu fue que tuvo una fuerte discusión en la oficina de Chaerin. Para después ver todo en negro. Y al despertar lo primero que sintió fue el olor a hospital.
Tzuyu solía desmayarse durante sus discusiones o momentos de real tensión para ella, era la manera de expresar que su cuerpo había perdido la batalla y que necesitaba un descanso.
-Mierda.- Mascullo al ver que estaba conectada al suero. Como pudo se sentó en la camilla. Sus dedos masajearon levemente su sien tratando de recordar lo que había pasado.
No había nadie a su al rededor. Ya sabía que hacer, así que se quitó todo lo que tenía en su cuerpo con cuidado, para sentirse cómoda.
La puerta se abrió dejando ver a una enfermera joven y bella.
-Buenas noches, señorita Park. Ha despertado. Avisaré a él médico de planta que está despierta para que la revise.-
Dijo con amabilidad y una linda sonrisa acompañando su blanquecino rostro.
-Gracias. ¿Podrías decirme tu nombre y dónde estoy? Es más fácil para mí comunicarme si se tu nombre.- Dijo con total tranquilidad la modelo.
-Son Seugwan, pero puede decirme Wendy. Está en el centro médico Asan, su madre la trajo. - Dijo amablemente la joven castaña.
-Gracias Wendy. Estoy bien, me pasa seguido. Me iré ahora mismo.-
La enfermera frunció su ceño y negó con los brazos cruzados.
-No puede, hasta que la revise el médico. Y no es sugerencia, es una orden.-
Dijo en un tono demandante, pero Tzuyu solo podía morir de ternura al ver a la enfermera tan bajita y molesta.
-Es muy linda. No me iré solo porque enojada causa terror.-
Wendy se sonrojo y salió de la habitación sin decir más.
Tzuyu rió divertida, pues no era su intención. Volvió a su camilla para perderse en sus pensamientos.
-Debo dejar de halagar la belleza de las chicas... me hace ver demasiado gay.-
Dijo entre susurros, sin fijarse de la presencia de la enfermera y otra persona.
-Quizá deberías, Seungwan tiene novia y no creo que le guste recibir halagos de personas idiotas.-La voz se le hizo conocida y al mirar de frente, se topó a los ojos a la doctora. Vaya que había cambiado, se veía mucho más madura que antes. Su pulso aumentó en cuestión de segundos, sin poder creer que broma de mal gusto le estaban causando sus repentinos desmayos. Lo último que recordaba fue a Wendy con sus ojos demasiado abiertos.
Al abrir los ojos nuevamente se encontró a la doctora, sentada en un sillón cercano. Sintió que moriría de un infarto y lo mejor que hizo fue que volvió a cerrar sus ojos.
-Advierto que si te desmayas nuevamente tendré que internarte, Tzuyu.-La mencionada sintió escalofríos y nervios al escuchar su nombre salir de esa dulce voz.
-¿Qué haces aquí?-
Fue lo primero que salió de su boca. Se sintió imbécil. -Perdón, quiero decir, en Seúl. -
Mina soltó una pequeña risa que Tzuyu interpretó como irónica.
-Trabajando. De ser dueña de uno de los mejores hospitales en Japón pasé a ser médico de planta. ¿Qué te parece? -
Vaya que fue dura.
-Perdón, no quería hacer nada de eso, Mina. Lo lamento. Era tonta, idiota y estúpida. Lo que menos quería era lastimarte...-
Mina le sonrió, lentamente se fue acercando hasta Tzuyu para quitarle el suero al que estaba conectada.
-Supe lo de tus madres, también lo de Ahin. Es una pena, era una chica brillante.-
Al decir esto, Mina acariciaba con ternura el cabello de Tzuyu y la miraba con tanta tristeza.
No sabía la razón, pero Tzuyu se había tirado a los brazos de Mina, a llorar todo lo que jamás pudo desquitar antes. Como pudo la japonesa la atrapó antes de ambas cayeran al suelo.
No sabía el porqué, pero Mina estaba siendo el hombro donde lloraba todas y cada una de sus desgracias pasadas.
Y Mina tampoco la alejó, al contrario. La abrazó con fuerza y dejó que Tzuyu llore en sus brazos.
Ambas estaban en el sillón, fundidas en un cálido abrazo acogedor. Tzuyu estaba acomodada en las piernas de Mina, y la japonesa con dulzura limpiaba las lágrimas de la joven. Como una madre cuidando a su hijo.
Cuando Tzuyu estuvo más calmada solo estuvo aferrada a ella, Mina acariciaba su cabello. Como si nada hubiese pasado.
-Me odio desde que te hice mal. Me aborrezco y soy tan tonta...- Mina no decía nada, solo escuchaba a la menor.
-Perdón Mina. Perdóname, fui estúpida, me sentía presionada y mi madre...- Mina la interrumpió, poniendo su dedo índice sobre el labio de la joven. Tzuyu la miró y vio en su rostro angelical su sincera sonrisa. -Es pasado, Tzuyu. Nada de lo que digas lo cambiará.-
Tzuyu quiso llorar más.
-¿Estamos bien, ahora?- Preguntó Tzuyu con temor. Pues, en todo el tiempo que pasó nunca dejó de pensar en lo que pudo haber pasado si la estúpida de Chaerin no la hubiera hecho traicionar su confianza.
-Has pasado muchos momentos difíciles, no puedo darme el lujo de ser otro más en tu vida. Así que si. Estamos bien, Tzuyu.-
Tzuyu nuevamente la atrajo hacia ella, para abrazarla. Se quedaron así unos minutos, hasta que la puerta se abrió, dejando ver a Wendy junto a Sana y la madre de la joven.
-Cariño, estás mejor.- Sana fue la primera en hablar. Sandara solo se adentró a la habitación temiendo lo peor.
-Mina, querida. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Creía que seguías en Japón.-
Sana entró a paso seguro para estar junto a su novia y darle un efusivo beso frente a las adultas.
-Vaya, como si no la hubiese visto hace años. Es tan pasional la juventud, ¿no lo crees así, Sandara?-
Mina se veía incómoda, aún así mantuvo su expresión amable.
-Si...-Respondió Dara un tanto desconcertada por la situación.
-Hablas como si fueras de la edad de mi madre. Eres tan joven también, Minari.- Mina soltó una pequeña risa al oír el argumento de Tzuyu.
-Será de la estatura, solamente. La veo... mayor y por mucho, sin afán de ofender, doctora.
Deberías respetarla, Tzuyu. No es de tu edad, no está bien ponerle apodos a tus mayores.-
Dijo Sana rápidamente, para atacar a la bella doctora.
Sandara carraspeo, su personalidad 4D solía tratar de hacer todo por tener un ambiente divertido y tranquilo.
-No te quedas atrás Sana. En fin, vámonos ya. ¿O se tiene que quedar?-
Preguntó mirando a Mina, después de todo ella era la profesional de la salud.
-Tzuyu se queda a revisión un día más. Mañana con más tranquilidad podrá irse.-
Parecía que nadie iba a protestar.
-¡¿Un día más?!, ha estado aquí tres días, ¡¿cuánto más se tiene que quedar?!-Dijo en total de desesperación la japonesa.
—El el tiempo que sea necesario para una segura recuperación. Por si no lo sabían, Tzuyu padece de anemia. De no ser atendida correctamente podría empeorar. Así que por favor, dejenla descansar y a mi hacer mi trabajo.—
Sin decir nada más, Sana salió de la habitación hecha una completa furia.
Mientras que Dara se quedó un rato hablando con Mina.
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Losing to You (MITZU)
FanfictionLee Tzuyu, mejor conocida como "Chewy", es una joven apasionada por el modelaje, hija de familia económicamente estable. Su vida era rutinaria y simple, según ella. Es cuando el hospital privado de su madre se va a la quiebra, ella tiene que acepta...