Tzuyu nuevamente despertaba a causa de una pesadilla, esa dónde era empujada por alguien que no podía reconocer. Estaba asustada y lastimosamente, Mina no estaba ahí para protegerla. No tenía a nadie, era ella contra el mundo.
Miró a través del pequeño agujero de la cortina que estaba frente a la ventana, dándose cuenta de que el sol apenas estaba saliendo. La habitación seguía con la luz del pasillo solamente, era temprano, pero la joven ya no volvería a dormir. Nuevamente tomó entre sus manos el libro que su tía le había dejado. A duras penas distinguía, pero era eso o dejar que su retorcida mente le atormente con recuerdos que ni ella misma sabía su origen. Cuando menos lo esperó el sol ya estaba alumbrando. Leer siempre había sido parte de su vida, así que hacerlo mientras se recuperaba no era un reto, al contrario. Le hacía de su vida menos miserable en el hospital.
Seguía pérdida entre las páginas de su libro, cuando la puerta se abrió, dejando ver a una joven enfermera castaña con su bandeja de desayuno. Esa enfermera siempre había sido amable, Wendy. Siempre la recibía con una sonrisa.
—Buen día, Tzuyu, ¿cómo estás? — Le preguntó amablemente, a lo que Tzuyu también le dedicó una cálida sonrisa.
—Bien Wendy, gracias ¿cómo está la enfermera más bonita del hospital? — Ambas se rieron después de eso. Wendy la miró divertida, Tzuyu solía ser así, desde que la conoció, así que ese coqueteo no le sorprendía. Lo que si no se esperó fue la mirada fría de la doctora Myoui. Ambas en la habitación dejaron de reír.
—Buen día para ustedes también. Si ya terminaron de ligotear déjenme hacer mi trabajo y enfermera Son, atienda a los demás pacientes... por Dios. — Wendy tomó la bandeja y asintió, nunca había visto a la doctora enojada de esa manera. Tzuyu se había quedado con la doctora, que solo anotaba unas cosas y revisaba sus medicamentos.
Mina se acercó de manera severa a la camilla para revisar que todo estuviera en orden.
—La doctora Suzy no estará. Yo me quedaré a cargo de sus pacientes por hoy. Nos veremos más tarde para tus terapias. — La doctora estaba por salir, pero fue tomada del brazo.
—Deja de huir Mina, afronta tus decisiones. Dices que sales con alguien, pero antes de irte vienes a despedirte de mi con un beso. ¿No tienes piedad de mi pobre corazón? — Mina se veía sorprendida, mientras que Tzuyu por dentro se moría de nervios. Nuevamente estaba declarando su sentir a la doctora.
—Tzuyu...no es fácil. Entiende que eres demasiado joven para mí, yo estoy en mis treinta, mientras tu estás en tu juventud... Lo nuestro no será más que algo platónico. Entiendes, ¿verdad? — Tzuyu había soltado a la japonesa. Su corazón fue destrozado por esas palabras. ¿Qué de importante tenía la diferencia de edad?, ¿era acaso su error del pasado lo que atormentaba verdaderamente a la doctora?, ¿a qué le temía?
—Mina, cállate. Te amo, ¿es demasiado pedirte que no te importe la diferencia?, no me importa que Chaerin te odie, o tu la odies. Huyamos, quiero ser a quien le des las buenas noches después de trabajar, la persona que te escuche y te apoye en tus momentos oscuros, quiero que confíes en mí. Te amo, te amo tanto que dejaría Corea para huir contigo. Por favor, Sharon... Tu no quieres a Jessica. Solo estás con ella para olvidarme... pero, quiero que sepas que seré tu sombra. No puedo dejar el hospital por ahora... pero apenas pueda me iré si eso es lo que deseas. —
Mina se sorprendió ante las palabras de la joven, habían hecho a su corazón latir con fuerza y sonreír ante de la idea de ver a Tzuyu todos los días. Besar a su Tzuyu al despertar y vivir juntas siempre.
—No digas esas palabras a la ligera. No sabes nada sobre mi y Jessica. ¿Quién te dijo? — Mina nunca le hablaba sobre ella, es por eso por lo que le sorprendió el hecho de que ella supiera.
—Te escuché hablar con ella. Lo supuse por la manera cariñosa en la que lo hacía... — Se veía realmente celosa. Mina se rio al ver el pucherito de Tzuyu.
—La dejé. No era correcto lo que hacia con ella. Puedes estar tranquila ahora. Estoy segura de que encontrará alguien que la quiera de la manera en la que ella merece. — Tzuyu se encontraba pensando en las 'palabras de la doctora.
Mina en cambio sentía que moriría de un infarto, eran tantos sentimientos y eso que apenas empezaba el día. Tendría que ver a la joven el resto del día al menos unas tres veces más.
—Bueno... me alegra que no juegues con ella. ¿Pensarás lo que te dije? — Mina puso los ojos en blanco al ver la insistencia de Tzuyu, le resultaba tierna la manera de luchar por ella.
—Lo haré... pero deja de presionarme. Ahora come tu desayuno que frío sabe peor. — Revolvió el cabello de la menor y se acercó a la puerta.
—Mina, ¿podrías ser una buena novia mayor y traerme comida rica con sabor? — Mina se rio nuevamente y asintió.
—Eres la mejor, Minari. — Ambas se dedicaron sonrisitas y sin más Mina salió de la habitación.
El día pasó de lo más tranquilo, Tzuyu se la vivía en sus libros. De las pocas visitas que recibía no eran más que de las enfermeras que le llevaban sus medicamentos cada hora. Y revisaban que todo estuviera en orden, además de que cuidaban que la joven se sintiera cómoda.
Fue hasta la noche cuando nuevamente Mina se apareció con una bolsa. El olor a kimbap inundó la habitación y el aroma a comida deliciosa inundó las fosas nasales de la joven.
—Vaya, moría de hambre. Me has hecho esperar demasiado. — Un tierno puchero sobresalió de los labios de la modelo. Haciendo que el pulso de la mayor se dispare.
—Espero te guste. No pude venir antes, fue un día alocado. Perdón por hacerte esperar. —
Ambas comieron en completo silencio.
—Quiero ir a citas contigo, lo primero que haremos es ir al cine, ¿te parece? — Mina se atragantó ante la repentina propuesta. Cuando se recuperó, asintió y le dedicó una pequeña sonrisa.
—Haremos lo que desees. Solo preocúpate por tu recuperación. —
Al despedirse Mina le dio un pequeño beso en los labios y huyó. Tzuyu estaba más que feliz, su Mina. Ahora Mina estaría dándole apoyo y felicidad.
ESTÁS LEYENDO
Losing to You (MITZU)
FanficLee Tzuyu, mejor conocida como "Chewy", es una joven apasionada por el modelaje, hija de familia económicamente estable. Su vida era rutinaria y simple, según ella. Es cuando el hospital privado de su madre se va a la quiebra, ella tiene que acepta...