Losing to You (MITZU)

13: Alive because of you.

Mina se encontraba nuevamente admirando a Tzuyu por tercera vez en todo el día, Tzuyu llevaba tres días sin despertar. Lo hizo una sola vez, cuando ella no estaba presente. Pero, al menos alguien más la había notado y le avisó.

Mina y la doctora Jessica se habían encargado de la prensa molesta que merodeaban para saciar su propio morbo y producir noticias falsas sobre lo que había pasado el día del aparatoso accidente en ese escenario.

—¿Cuándo te veré sonreír nuevamente, Tzuyu?—  Con un suspiro cargado de tristeza salió de la habitación, echando una mirada rápida a la joven que se encontraba postrada en la cama del hospital.

En el camino a revisar a otros de sus pacientes se cruzó con la novia japonesa de la modelo. Que solo la miraba con desprecio.

—Mina. ¿No ha venido una persona a ver a MI novia?— Mina no entendió muy bien la pregunta, así que solo la miró con confusión.

—Reformule su pregunta, ¿alguien en especial?— Dijo Myoui con frialdad, Sana se ofendió y la miró con repulsión.

—Una mujer de nombre Elkie, es de la edad de Tzuyu. No la dejes pasar, te lo ruego en nombre de la familia Park.— Sana se había acercado a la doctora y había sostenido su brazo fuertemente. La voz de Sana había cambiado también. Pensó que solo era una chica con bipolaridad por su repentino cambio de humor.

—No soy la encargada de las visitas, en recepción o con la doctora Jung, no soy quien para decidir quien entra o no a la habitación de los pacientes. Así que, con permiso.— Se soltó bruscamente del agarre de la japonesa para seguir con su camino. Siendo interceptada por Sana nuevamente, pues tenía que convencerla.

—Fue la última persona que estuvo con Tzuyu antes de que cayera de ese lugar. Es una tarea especial para ti... por favor...— Mina nuevamente quitó con brusquedad el brazo de la joven.

—Súeltame, no me importa. Ya te dije que no tengo ese cargo.— Se apartó del lado de la joven con rapidez. Dejando a Sana en medio del pasillo con gente pasando.

Mina se había quedado pensando las palabras de la chica bipolar, pues se veía preocupada. Estaba almorzando con su colega Suzy y la enfermera Wendy. 

—Mina, ¿te encuentras bien?, todo el día has estado como perdida.— Dijo entre risas la doctora Suzy, para romper el hielo que había entre ellas.

—Si. Es solo que lo de Tzuyu me tiene pensando que su accidente fue provocado, no estaba sola como dijeron los del evento. Las dos chicas se miraron entre sí y agrandaron sus ojos.

—Daebak... Pobre Tzuyu, ¿quién le querría hacer daño a esa chica tan hermosa?— Dijo Wendy con asombro, pues era gran admiradora de la joven modelo.

—Shh Wendy, vas a poner celosa a Mina.— Dijo riendo Suzy, su humor era característico en ella. Siempre trataba de hacer reír a las demás para sentirse menos sola. Mina solo se sonrojo y  soltó una pequeña risa nerviosa. Al igual que Wendy, quien solo se rió.

—Es serio, doctora. Imagine que realmente alguien le quizo hacer daño. ¿Cree que Tzuyu recuerde algo de lo sucedido?— Preguntó la enfermera castaña con curiosidad, cosa muy común en ella cuando le preocupaba alguien.

—Honestamente lo dudo. Por el golpe que tuvo en la cabeza lo más probable es que sufra de alguna contusión y no recuerde nada o parte de lo que haya sucedido esa noche.— Dijo la doctora Bae. Quien fue la que atendió a Tzuyu la noche de su caída.

—Tzuyu... pobrecita, ha sufrido tanto.— Respondió Wendy, Mina solamente estaba escuchando la conversación, procesando cada palabra de la doctora Bae y las palabras de Sana que resonaban en su cabeza.

Terminaron su almuerzo en silencio y cada una se dirigió a su labores.

Terminando el día Mina nuevamente fue a ver a Tzuyu. Se veía relajada, y un poco pálida debido a la falta de sol.
—Tzuyu me tengo que ir, pero mañana nuevamente vendré a verte apenas llegue. Despierta pronto por favor. Quiero verte sonreír nuevamente.—
Mina besó su frente y se retiró de la habitación, que se encontraba con una luz tenue, antes de salir miró a Tzuyu por última vez, se apresuró pues sintió los brazos de otra persona abrazar su cintura.
La doctora Jessica esperaba por Mina para ir a cenar.
—Vamos cariño, hice una reservación para un restaurante de comida tailandesa. Veamos qué tal está.—  Susurró en su oído.
Jessica había admitido su pequeña obsesión llamada "atracción ", por la doctora menor unos días atrás.
Mina no negaba que sentía algo por la doctora, pero tenía miedo de que pensaran que era una aprovechada.
—Jess... ten más cuidado, alguien puede mal pensar.—
Mina discretamente retiró el agarre de su cintura y se dispuso a caminar junto a la doctora mayor, hablando de cómo habían estado en el día, a pesar de verse en el día en sus tiempos libres.

Al día siguiente Mina llegó al hospital y lo primero que vio fue a la doctora Jessica, quien la recibió con una buena noticia.
—Tzuyu ha despertado. Está bien, y recuerda poco de lo que pasó. No hay nadie en su habitación. Puedes aprovechar para saludarla y ver como está tu vieja amiga.— Mina asintió felizmente y la abrazó con efusión. Luego de registrar su llegada Mina corrió feliz hasta la habitación de Tzuyu. Abriendo la puerta con cuidado, para no asustarla.
—Buenos días, Tzuyu. ¿Cómo te encuentras?—
Tzuyu la miró y le sonrió.
—Buen día, doctora. Me duele un poco la cabeza, pero estoy bien. ¿Cómo está usted?— Dijo con honestidad y una pequeña sonrisa adornando su bello rostro.
Mina sintió su corazón hacerse pequeño al ver que Tzuyu no la había llamado por su nombre.
—Tzuyu... es normal que te sientas así. Espero no molestar, pero ¿recuerda mi nombre?— No era políticamente correcto hacer eso, pero moría de nervios y quería saciar su ansiedad.
—Doctora Suzy, la recordaba distinta.—
Dijo con sinceridad y un poco de confusión en su tono de voz.
—No, soy Mina. Un gusto, voy a atenderla hasta que esté en completa recuperación y pueda mover su mano a la perfección. Estará aquí un tiempo. Me encargaré de cuidarla y hacer que su estadía aquí sea la mejor, se lo prometo.—
Tzuyu negó, y apretó sus labios.
—Quisiera que sea la doctora Suzy... ella es mi Ángel guardián y la quiero a ella. No confío en extraños, sin ofender doctora. Pero quisiera ser atendida por ella, es tan amable, que me inspira confianza.—
Mina sintió como las palabras de Tzuyu la apuñalaron como dagas en su pecho. Tuvo que respirar varias veces hasta que pudo asentir.
—Claro, haré que se haga su cambio. Con permiso.—
Mina estaba apunto de salir hasta que la voz de Tzuyu la interrumpió. —Mina—, la doctora volteó a verla con la esperanza de que le dijera algo bueno.
—No puedo creer que sigas cayendo, Sharon. Vuelve y dame un abrazo, solo quería jugarte una broma.—
Mina cerró la puerta y se lanzó sobre Tzuyu para abrazarla.
—Eres una idiota, no lo hagas.—
Dijo entre lágrimas. Tzuyu como podía acariciaba el cabello de la doctora
—No llores Mina, ¿no te das cuenta que vivo por ti? Tu eres mi Ángel Mina.—
Mina sintió su corazón latir con fuerza y lloró de alegría  en los brazos de la modelo.