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Jinsol

Jungeun había estado distante desde que intenté hablarle sobre Suga.

¿Realmente era tan grave?

Trataba de hablar con ella, pero terminaba dándome excusas de lo más razonables. ¿Ella estaba evitándome o eran ideas mías? No podía saberlo.

De nuevo intenté acercarme a ella para hablarle, ella estaba de espaldas a mí así que no me pudo ver mientras me acercaba.

—Lippie, ven un momento.— Kim apareció de la nada y la tomó del brazo para llevársela lejos rápidamente. ¿Qué acaba de pasar?
¿Kim lo hizo a propósito? ¿O fue una casualidad? ¿Significa eso que Eun me está evitando y Jiwoo lo sabe? No lo entiendo.

Me confunde tanto. Ha pasado al menos cinco días así.

Suga ha estado muy distraído con las competencias de estos días y se ha ocupado entrenando. Debido a esto, he pasado la mayoría del tiempo con mi compañera de habitación, Jihyo y con Daniel. Ambos son muy listos, tranquilos pero divertidos, espontáneos y agradables. La verdad es que son muy parecidos y su forma de ser es atrapante.

—¿Qué deberíamos hacer mañana? Es el día libre.— Jihyo dejó la pregunta caer.

—No lo sé, sinceramente esperaba que hiciéramos otra fogata o un maratón de películas pero el grupo ha estado muy disperso últimamente. No sé por qué de repente todos parecen tan distantes.— Observó Daniel con coherencia y Jihyo pareció razonar algo que se guardó para sí.

—Nada perdemos con intentar, incluso podríamos preparar algo de comer o un postre. Ya que a los tres nos gusta cocinar..

—¡Sí!— Interrumpió Daniel abruptamente y de nuevo Jihyo pareció pensar algo que volvió a guardarse para sí.

El día esperado llegó y me levanté temprano junto con Jihyo, nos cambiamos y arreglamos rápidamente para ir a despertar a Daniel que probablemente ya planeaba dormir hasta más del mediodía.

Tocamos la puerta de la cabaña azul y fuimos recibidas por un sudoroso Jungkook que respiraba erráticamente.

—¿Y a ti qué te pasó?— Preguntó Jihyo bromeando con un tono despectivo.

—¿Crees que estos músculos se hacen solos?— Flexionó sus brazos para que sus marcados músculos sobresalieran y empezó a regodearse.

—Ya, cálmate Hércules.— Se burló un recién despierto Chan que bajaba por las escaleras. —Buenos días, señoritas.— Saludó cortésmente entre medias de un bostezo. Le devolvímos el saludo alegremente.

—¿Por qué hablan tan fuerte?— Se quejó con una voz ronca que por alguna razón me puso los pelos de punta, bajó de las escaleras del segundo piso y finalmente nuestras miradas se cruzaron.

—Buenos días.— Dijo después de dudar si hacerlo o no.

—Buenos días.— Contestamos Jihyo y yo casi al mismo tiempo.

Nos preguntaron que hacíamos aquí así que nos sirvieron una taza de café mientras le explicábamos a Chan y a Jungeun nuestro plan de prepararles algo de comer para compartir todos juntos.

—Suena como una buena idea.— Comentó Chan con una sonrisa encantadora. JungEun simplemente se quedó en silencio.

—¿En serio soy la última en despertar? Si escucho tantas voces afuera es porque realmente me paré tarde y ya todos están..— Bajó Jiwoo mientras hablaba torpemente entre balbuceos. —..Despiertos.— Terminó un poco sorprendida de vernos en la cabaña azul.

No pasó desapercibido para mí que traía una de las enormes camisas de botones de Eun y nada debajo, o al menos, eso me parecía.

¿Es eso normal?

¿O me estoy perdiendo de algo?

¿Era esa marca indiscreta en su cuello un chupetón?

Nunca había considerado posible la idea de que ellas estuvieran en una relación. Es más, ni siquiera lo había considerado.

Todo pareció seguir normalmente para los demás mientras Jihyo iba a despertar a Daniel y Chan le explicaba a Jiwoo lo de nuestro plan, pero por alguna razón yo no podía despegar mi mirada de JungEun.

¿Ella también habrá sentido que se detuvo el tiempo por un instante?

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