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Al despertar, me cambié la ropa de dormir para salir al comedor común donde encontré en una mesa a varios de mis amigos, asumí que los demás no habrían despertado aún.

—...Entonces Jungkook lo miró con su cara de "que no he hecho nada" y el señor se fue molestísimo, igual sabiendo que sí había sido él.— Varios en la mesa estallaron de la risa mientras el mencionado se encogía algo avergonzado en su asiento.

—¡Que no he sido yo!— Se quejó desviando la mirada pero manteniendo una expresión inconforme.

—¿De qué hablan?— Pregunté sonriendo mientras me acomodaba en una silla.

—Estaba contando la vez que Kookie rompió la ventana del vecino al batear mal la pelota de béisbol. Que buena puntería tiene ¿verdad?— Dijo Daniel riendo y haciendo enfurecer a su hermano.

—Bien, ya está bueno. Voy por mi desayuno.— Espetó Jungkook para luego levantarse e irse a la zona de comida.

—En realidad sólo lo estaba molestando para que se fuera y poder hablar con ustedes...— Aclaró Daniel con una sonrisa brillante.

—¿Y eso? ¿Están peleados?— Preguntó Aisha con una expresión confundida.

—¡No! No, no, nada que ver. Hay una chica aquí que le gusta, quiero que me ayuden para que hablen.— Explicó Daniel con una mirada ilusionada. —Me gustaría ayudarlo, ya saben como es el, si por él fuera no pasará nada.— Se quejó golpeándose la frente dramáticamente.

—¿Quién es?— Pregunté impaciente.

—Es Jisoo.— Dijo en un suspiro.

—Ah, va, fuego. Yo los hago hablar.— Respondí confiada para luego agarrar mi celular y empezar a teclear en él.

—Va, gracias Eun.— Dijo Daniel poniendo fin a la conversación.

Luego de un rato, al estar todos juntos, salimos en grupo para ir con los papás y los administradores de la actividad para que nos dijeran cuál sería la dinámica del día.
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En sus marcas...

Listos...

¿Una carrera? Sencillo.

¡Fuera!

Arranqué con toda mi fuerza casi clavando mi pie en el suelo, avancé mientras iba subiendo la velocidad hasta que después de unos segundos fui la primera en llegar a la meta.

¡Equipo Azul gana el primer encuentro!

—¡Eh!— Escuché la exclamación de Jungkook mientras todos se acercaban a donde estaba.

—¿Qué pasa contigo, Eun? Apenas y te vi.— Felicitó Jiwoo entre risas mientras me decían halagos y me felicitaban.

—Eun, eso fue increíble.— Jihyo, a pesar de estar en el equipo contrario seguíamos siendo amigas y vino a felicitarme también.

—Felicidades Jungeun, nunca había visto a alguien correr así.— Sentí un poco de pánico al escuchar esa voz.

—Gracias....— Dije un poco dubitativa ya que mi cerebro no parecía funcionar bien.

—Jinsol.— Me cortó rápidamente con una preciosa sonrisa, me dió unos suaves golpecitos en el hombro como felicitación y se despidió para irse con... Yoongi.

Ugh

Sentí que se me revolvía el estómago en ese momento, pero no le di importancia y me alejé para ir por mi botella de agua y mi toalla. No iba a dejar que eso arruinara el dulce sabor de mi victoria. Después de todo...

Yo siempre le ganaba a Min. Y se sentía jodidamente bien.

Ya en la noche, todos los muchachos salimos para reunirnos en una fogata nocturna. Queríamos comer malvaviscos y contar historias de terror, como en las películas. En el camino se cruzaron los dos grupos de los equipos y nos acoplamos para charlar entre todos mientras llegábamos a la zona donde íbamos a hacer la fogata.

—Hey.— Escuché que me hablaban así que me volteé y la vi sonriente, Jinsol, mi respiración se cortó por un momento pero reaccioné y di una respiración profunda para contestar con una media sonrisa.

—Hey.— Se había acercado hasta estar al lado de mí, prácticamente rozando mi brazo derecho.

—¿Qué tal? ¿Te gusta este lugar?— Me preguntó mientras alternaba entre mirar el camino y mirarme a mí.

—Es agradable.— Contesté intentando aparentar tranquilidad. —Me gustan los lugares naturales con mucha vegetación, sobretodo si hay animales alrededor.— Dije con un poco de emoción.

—Ya, a mí igual.— Sonrió satisfecha y parecía querer agregar algo más, pero de repente ya no estaba al lado de mí. Yoongi la había tomado del brazo para alejarla y decirle algo mientras la conducía a una zona de árboles y le mostraba algo de las flores.

—Parece que es posesivo.— Comentó Jihyo sorprendiendome ya que no me había fijado que estaba al lado de mí.

—¿Posesivo? ¿A qué te refieres?— Pregunté tratando de sonar desinteresada.

—Con su novia.— Aclaró tajantemente.

—Ya.— Solté instintivamente. —No sabía que era su novia.— Agregué sin más y empecé a avanzar, ahora con Jihyo de compañía.

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