diagonal ; lipsoul

Epílogo

—Niños, por favor no olviden nada.— Decía apresurado el señor Ko, ciertamente voy a extrañar a ese caballero.

—¿Lista?— llegó Jinsol a mi lado y tomó mi mano enseguida.

—Se siente extraño saber que no vamos a volver, fueron los mejores veranos de mi vida.— Dije con nostalgia.

—Hey, no tenemos por qué dejar de ver a los demás. Ahora somos como familia.— Contrarrestó animadamente.

—¡Chuu! ¡Olvidas tu- Dios..— Vi a Yves corriendo detrás de Chuu que estaba muy distraída despidiéndose de las señoritas Jeon.

—Rosie, toma esto, eso- muestras demasiado.— Jimin ofrecía su enorme chaqueta a su hermana la cual tenía un vestido algo escotado, aunque no tanto como el insinuaba. Sin embargo, le pareció tierna la acción de su hermanito y tomó la chaqueta para ponerla alrededor de sus hombros.

—Gracias, niño.— Lo molestó.

—A que no me la quitas.— Yoongi pasó rápidamente por nuestro lado rebotando una pelota de básquet y Jungkook iba detrás de él.

—¡No jod- Chris ¡Bájame!— Chan se tambaleaba intentando cargar a Félix en sus hombros el cuál estaba muy asustado.

Mark y Aisha sólo iban fotografiando las tonterías de los demás.

Chaewon y Hyejoo parecían estar en su propio mundo.

Daniel iba caminando tranquilamente con Jihyo, igual que siempre y de vez en cuando se reían de los demás.

Y finalmente, Jisoo nos sorprendió empujándonos suavemente por la espalda.

—¡Ahh!— Me quejé por el susto y Jinsol sólo se rió. Jisoo se unió con nosotras para caminar hasta la salida del campamento.

—Los voy a extrañar, lo saben, ¿no?— Dijo Jiwoo despidiéndose de todos los demás.

—No importa, de todas formas vamos a salir un día de estos.— Dijo Mark a lo que todos respondieron positivamente. Luego de esto, Jiwoo subió a la camioneta entre lágrimas mientras Sooyoung se despedía desde lejos con un pulgar hacia arriba.

Poco a poco los demás fueron yéndose también y a la final sólo quedamos Jinsol y yo por la petición que hicimos a nuestros padres.

—No sé cómo decirles que estamos juntas.— Jinsol se veía preocupada.

—No te preocupes por eso ahora.— Dije intentando que se relajara un poco.

—Sí me preocupo.— Volteó su rostro hacia mí. —No quiero ocultarte.— Me pareció tan tierno que no pude evitar acariciar un poco su mano.

—Lo resolveremos luego, ¿bien?

Un año después

—¡Kim Jungeun no te pondrás eso!— Chilló Jinsol cuando salí del vestidor para mostrarle el vestido que quería comprar.

—¿Por qué? Es perfecto.— Dije mientras me balanceaba en el espejo para verlo mejor.

Un vestido escotado con la espalda al aire, llegaba casi hasta mis tobillos pero tenía un espacio en la parte de la falda desde abajo hasta una parte del muslo por donde sobresalía una de mis piernas, lo mejor era el color; rojo.

—¡Es demasiado!— Me empujó hacia adentro del vestidor otra vez. Dios, no pude evitar reírme de eso. Sin importar cuánto tiempo pase, ella sigue siendo tan tímida.
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—Cariño, Chan dice que va un poco atrasado porque en su trabajo le pidieron que..— Decía concentrada hasta que me miró y vio que traía puesto el vestido de esa misma tarde. Le sonreí galante y ella simplemente tragó con dificultad mientras intentaba no mirarme descaradamente.

—Adelante, mírame.— Susurré en su oído por lo que ella se alejó rápidamente.

—Chan va tarde así que salimos en 15 minutos.— Dijo de forma atropellada para luego salir corriendo hacia su habitación.

Hacía ya un año y cuatro meses desde que habíamos salido del campamento y nueve meses desde que sus padres se enteraron de nuestra relación, no lo tomaron bien al principio pero lo superaron rápido y ahora paso más tiempo en esta casa que en la mía. Los señores Jung no suelen estar en casa y además, respetan que sus hijas ya son adultas y tienen su propia vida. Así que nunca hemos tenido un problema con ellos.

Esta noche íbamos a un restaurante con Chris y Félix los cuales ya habían oficializado su relación mucho antes que nosotras, no habíamos podido vernos debido al nuevo trabajo de Chris como diseñador pero finalmente conseguimos coincidir. La cena fue espectacularmente, tal y como esperábamos.

—Te dije que no te pondrías eso.— Me dijo con reproche nada más llegar.

—¿No te gusta?— Dije sin siquiera voltearme a mirarla, pasaron un par de segundos hasta que volví a escuchar su voz.

—No puedo controlarme si usas cosas así.— Su confesión me sorprendió, ella no era el tipo de chica que decía esas cosas descaradamente.

—¿Qué dijiste?— Dije volteándome. Tenía que corroborar, estaba casi segura de que había escuchado mal.

—Ven aquí.— Dijo Jinsol sin darme siquiera tiempo a pensar, me besó intensamente y me arrastró hacia su habitación.

Cerró con seguro la puerta y luego me abrazó apretando fuertemente su cuerpo contra el mío, pero necesitábamos más, quería sentirla más.

Arranqué su vestido mientras empezaba a dirigirla hacia la cama, la tiré y me puse encima de ella, Jinsol aprovechó para acercarse y dejar varios besos por mi abdomen mientras yo subía las manos para sacar mi vestido. Quitamos nuestra ropa interior para volver a apretarnos junto a la otra y sentir el choque electrizante debido al primer roce de nuestra piel desnuda.

—Te amo.— Me dijo entre suspiros y me besó salvajemente.

—Te amo.— Respondí después para empezar a besar su apetecible cuello.

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Al día siguiente, verla dormida al lado de mí me hizo pensar que me gustaría despertar con ella y tenerla el resto de mi vida junto a mí. Eso me recordó algo; definitivamente la mejor decisión que había hecho en mi vida era Jinsol, no hay algo que agradezca más que haber seguido por ese camino, haber avanzado cuando no estaba segura de lo que venía. Ese campamento, esa carretera, esa diagonal cambió nuestras vidas.

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Lo siento por el epílogo tan malo 👁👄👁

De todas formas tengo un especial en borradores, wait for it 💗

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