diagonal ; lipsoul

7

Jinsol

Nunca había visto a Suga tan molesto hasta el punto de temblar por la ira.

Fue en un parpadeo que lo vi corriendo fúricamente hacia Eun y mi único impulso fue llamarlo.

—¡Suga!— Grité audiblemente, por lo cual convenientemente Jungeun se volteó. Al menos sirvió de algo.

De repente el estaba encima de ella intentando golpearla para luego forcejear.

Corrí rápidamente hacia donde estaban jalando a Suga lejos de ella para tratar de que se separaran pero era imposible. Sin importar cuánto lo intentara parecían estar pegados el uno al otro. Sooyoung también intentó apartar a JungEun pero de igual manera, no funcionó.

Daniel fue el que corrió a buscar a sus padres y a los demás administradores de la empresa.

Llegaron rápido, pero no lo suficiente. Suga había obtenido un buen par de moretones, una lesión en la costilla y una hemorragia nasal para ese entonces.

Estaba ahí, mirándolo, dormido en la camilla de la enfermería. Los habían metido en enfermerías separadas para evitar cualquier otro problema. Yoongi y yo estábamos en la del norte mientras habían internado a JungEun en la del sur.

Mis párpados parecían pegados, no quería ni siquiera cerrarlos por si acaso le pasaba algo. Se veía realmente grave. Y Eun..

Eun

No había podido verla debido a que las dos enfermerías estaban muy alejadas y la doctora Choi me había encargado acompañar a Yoongi un rato. También había estado pensando mucho en ella. La preocupación de lo que Suga pudo haberle hecho no me dejaba ni siquiera tomar una pequeña siesta, y eso que ya eran más de las 3:30 de la madrugada y yo aún no dormía.

A eso de las 4:50 de la mañana, Yoongi finalmente pudo abrir los ojos. Había estado inconsciente desde las 6 de la tarde de ayer.

Me miró e intentó sonreír levemente, yo simplemente tomé su mano y le di varias caricias en la misma mientras apretaba el botón para llamar a la enfermera y avisarle que al fin había despertado.

Estuvimos hasta las 9 AM esperando que terminaran de ponerle los vendajes y le anotaran y consiguieran todos los medicamentos que él necesitaba para su recuperación. No era necesario que se quedara en la enfermería, sin embargo, tenía que reposar en la cabaña un par de días. Justo los que nos quedaban antes de que acabaran las vacaciones y tuviéramos que volver a nuestras casas.

Al menos la competencia ya había terminado y el no se sentiría frustrado por no poder participar.

Íbamos de la mano dirigiendonos hacia la cabaña en silencio, a paso lento para que él no se esforzara de más.

Finalmente llegamos y se acostó en su cama, para finalmente dormirse de nuevo. Apagué las luces y lo dejé para que descansara lo que necesitara.

Enseguida me dirigí a paso veloz hacia la cabaña azul, con la expectativa de poder ver si Eun estaba bien.

Ya era más del mediodía, hacía casi 24 horas del conflicto y aún no había ido a verla. ¿Estará molesta? Espero que no.

Toqué la puerta con insistencia unas cuentas veces, sin respuesta. Estuve al menos 15 minutos así hasta que finalmente la puerta se abrió y vi a una Jungeun sin camiseta cubierta solamente con un montón de vendas por todo su cuerpo, con la cara levemente rojiza, el labio roto y un par de moretones recientes pintando su lindo rostro. Me dolió tanto verla de esa manera. Ni siquiera podría explicar cómo mi corazón se entrujó ante esa imagen de ella.