El juego de Esther

¿Quién es esa jovencita?

Ésta obra fue escrita por mí y surgió de mi imaginación por lo que tiene todos los derechos reservados por Safe Creative y no se permite su copia completa o parcial. ¡SÉ ORIGINAL!

*********************************************************

-Jon, ¿ya estás listo? Iremos a recoger a tu prima al aeropuerto.-Me llamó mi madre.

Salí de mi habitación directamente al auto, mi madre subió unos minutos después. Conduje hasta el aeropuerto y aparqué justo en la entrada.

-Que lindo que Esther venga a visitarnos. - Dijo mi madre.
-Si, la verdad hace tiempo que no sé nada de ella.

Mi madre bajó del auto y se encaminó al interior del lugar, me quedé allí sentando imaginando como se vería mi prima después de tanto tiempo. De niños solíamos hacer todo juntos, apesar de que yo soy tres años mayor.

Miré salir a mi madre, junto con... ¡wow! ¿Esa es mi prima? Estaba realmente hermosa, llevaba el cabello café suelto y largo en ondas, había crecido, delgada y esbelta con una hermosa sonrisa. Éstos 6 años fuera de la ciudad le sentaron muy bien.

Subieron al auto y al instante Esther me abrazó desde la parte trasera, dando un sonoro beso en mi mejilla.

-Jon... ya te extrañaba.

-Igual yo prima.

De regreso a casa Esther y mi madre no paraban de hablar. Al llegar ayudé a mi prima a bajar sus maletas.

-Esther querida, el cuarto de huéspedes está siendo modificado así que te tendrás que quedar en la habitación de Jonnhy, será sólo por unos días.

-No te preocupes tía. - Dijo pasando a mi lado y guiñandome un ojo... ¿o sólo fue mi imaginación?

-Jon, ayuda a tu prima a instalarse en tu habitación.

Así lo hice, le indiqué a Esther que dormiría en el sofá-cama ubicado al lado izquierdo de la habitación. Me senté en mi cama mientras admiraba la belleza de mi prima.

Ella pareció percatarse y se paró justo frente a mi.

-Vaya primo... - Empezó a decir de manera muy coqueta. - Si que has cambiado, estás muy guapo. - Habló con una pequeña sonrisa cruzando sus labios.

-Gracias. - Sonreí. - Tu también estás muy guapa. - Dije en tono cortés.

Se mantuvo frente a mí con la mirada clavada en la mía y manteniendo aquella sonrisa en su rostro. Parecía estar maquinando algo en su cabeza.

-Siempre has sido muy apuesto, ¿sabes? - Habló después de unos segundos sentándose en mis piernas frente a mi, dejándome llenar por su dulce aroma. - Realmente apuesto. - Agregó corriendo el pequeño mechón de cabello que caía sobre mi frente, inspeccionando mi rostro.

Me quedé inmóvil, sin saber que hacer con exactitud o cómo tomarme todo aquello. Ella se inclinó ligeramente hacia mi rostro y me dio un corto beso en los labios.

Me paralicé. Parecía un patético quinceañero que acaba de recibir su primer beso.

-Esther... -Intenté decir pero ella me calló, esta vez, con un largo y delicioso beso que hizo que me mi cuerpo se encendiera. Me empujó haciéndome caer sobre mi espalda, se montó a horcajadas sobre mí. Apoyó todo su peso sobre sus manos, una a cada lado de mi cabeza, permitiendo ver su escote.

Se sentó sobre mí, chocando su intimidad con la mía y estúpidamente me permití dejar escapar un pequeño gemido e inesperadamente comenzó a hacer movimientos circulares con sus caderas

-Esther, ya para.

-Ya no soy la misma primito, cuando algo me interesa no me rindo hasta tenerlo.

-¿Pero qué rayos estás diciendo? ¿Qué pasó con tigo?

-Ya te lo dije Jon, no soy la misma.

No se detuvo en ningún momento de moverse sobre mi miembro, tomó fuertemente mis brazos sobre mi cabeza y me estampó un fuerte beso, registrando con su lengua cada parte de mi boca.

Obviamente yo era más fuerte que ella así que me giré hasta ser yo el que quedara sobre ella.

-Dije que ya basta. - La detuve con voz firme y poniéndome de pie.

-¿A qué le temes Jon?

-¿De qué estás hablando?

-Vamos primo. ¿Acaso tienes miedo de divertirte un poco?

-Estás demente, ¿lo sabías?

-Si a demente te refieres a no temerle a la diversión... pues sí. -Sonrió divertida. - Soy toda una demente.

Miró mi abultada entrepierna y sonrió de nuevo.

-Creo que tu amiguito si quiere jugar. -Dijo señalandolo.

-Estás loca.

Salí de la habitación y me encerré en el baño.

Esa niña me había provocado una erección, tuve que masturbarme un par de veces para bajar la excitación que sentía.

¡Demonios!

Temo que ésta será una interesante visita.

¿Qué pasó con aquella tímida muchachita de hace 6 años?

Está guapísima, pero tenía que controlarme, o por lo menos intentarlo.

++++++++++++++++++++++++++++++++

Bueno aquí está el 1 capítulo de ésta erótica historia, si les gusta voten y si no... pues también... :P Comenten también, cualquier opinión será bienvenida... :)