Capitulo 8

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Un ser que vive en dos mundos, significa estar solo toda la vida, sabías que estar solo te mata, quizás creí demasiado tiempo que estar solo me hacía feliz, ahora no sé qué pensar, necesitas de otras personas para crecer.

–Jaja te ves lindo sonriendo- dijo riendo con satisfacción.

–Te dije que no me gusta que me mires- dijo volviendo la mirada a la baraja de cartas que sostenía en las manos.

—Tomura, yo...- dijo con sudor en su frente- ¿Te gusto?.- preguntó el carbonizado.

El otro dejo de barajear las cartas entre sus manos.

—Esta vez te has pasado maldito Dab- su corazón se aceleró, y sus manos se pusieron heladas sin motivo alguno, presentía que caería al suelo sin embargo unos fuertes brazos los detuvieron.

En el rostro pálido del ojirojo cabello celeste se plasmó un rostro de duda, sin embargo el de cabello negro mantenía su mirada serena sonrió con suavidad, el débil cuerpo de Shigaraki Tomura, tenía miedo, sin embargo sabía que Dabi no jugaba, sabía que podía burlarse de las demás personas pero nunca se burlaría de él, ya que era jefe de un organización criminal, sin embargo a los pocos  meses de ser líder su cuerpo se empezó a debilitar rápidamente haciendo que sus labios se partieran y su piel se torne pálida, sabía que estaba enfermo pero temia ser atendido en un mugriento hospital.

Observo los labios del otro y sin decir palabra alguna mordió los labios del carbonizado, este abrió sus ojos siendo sorprendido por el ojirojo, cerró sus ojos atrayendo el débil cuerpo del ojirojo dejando que Tomura tome el control de la situación.

Que era eso, cariño por otra persona sentirse atraído, gustarle a la persona que más amaba.

–Esta noche debes acabar con esas personas que tanto odio- dijo separándose del carbonizado- Debes destruir ese lugar ¡calcinalo!, esas personas ya no nos tienen miedo y les vamos a hacer saber qué es el miedo.

—O no, no encuentro mi cepillo de dientes -decia el monocromático abriendo y cerrando cajones en la habitación.-¡GATO! - grito con urgencia este abrió sus ojos débilmente sintiéndo esa sensación en su cuerpo que no lo dejaba tranquilo el estar solo, el besar a un humano.–¡Gato!- grito de nuevo adentro del baño.

Este levanto su cabeza y estiro su pequeño cuerpo, maullo lo suficientemente alto para que el menor lo escuchará pero se sentía triste, la tristeza albergaba el corazón del pequeño gato, maullo hasta que el bicolor lo mirace y seguido así fue.

—Gato, ¿Donde esta mi cepillo de dientes?- preguntó poniendose de cuclillas, este ladeó su cabeza.

–¿que? Miau~ -dijo curioso el pequeño gato.

—Mi cepillo de dientes- volvió a decir, el gato volvió a cuestionar con la misma pregunta ¿Qué? Miau~.— Olvídalo Dabi ya es tarde me voy a la escuela, no abras la puerta a extraños, tu desayuno está en la mesa, vendré a la hora del almuerzo okay.- dijo serio su ceño estaba fruncido.

El día era extraño cruzó la sala en cuatro patas, al llegar a la mesa miro hacia arriba transformándose en Gato.

Se sentó a la mesa, con desgano, tomo el los hotcakes con el tenedor, mientras sus pensamientos volaban en aquellos ojos rojizos.

—Tomura- dijo en un suspiró pensando ahora no recordaba su rostro solo sus ojos rojos, comió su desayuno y se dispuso a hacer limpieza lavo los platos, poniéndolos en la cómoda.

Olvidó el sueño en un instante luego se tiró al sillón y de este cayó un artefacto de forma rectangular.

Una caja cuadrada se encendió con volumen alto.

Te amo ll TodoDabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora