Sam Holland

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Título: “Perfect Now; Louis Tomlinson”
Dedicado a: yane_tpwk
Tamomucho y sabemos que la canción esss✨🧚🏽‍♀️

—Yanell, nena debemos irnos—llamó Sam golpeando la puerta de la habitación.

Esta se abrió dejando ver a la chica a quien se notaba dudosa volviendo frente al espejo.

—¿Aún no estás lista?—él tomó asiento al borde de la cama.

—Nada me queda bien, me he probado todo y estos jeans son los peores

—Mi vida estás perfecta—sonrió viendola.—te ves excelente uses lo que uses, ojalá pudieras verte como yo lo hago—su novia sonrió agradeciendo.

Yanell y Sam llegaron al club nocturno en donde ya los aguardaban sus amigos y una vez acomodados y simplemente charlando los chicos querían bailar así que fueron directamente al centro del lugar.

—Acompaña a los chicos—sugirió Yanell.

—¿Tú no vienes?—ella negó.—pero te encanta bailar...

—No me siento segura... Todos se quedaron mirando apenas entramos

—No mires a los lados, mantén la cabeza en alto cariño

~~~

Ella llena de inseguridades, dudaba de sí misma en todo momento pensando en cómo llegó hasta donde ahora estaba; él la veía como el ser más perfecto del mundo, no comprendía cómo era posible que no lo entienda, al verse en un espejo podía desprender cada destello uno más brillante que el anterior como luces neón en plena oscuridad o llevándolo a un mapa más imaginativo como el mismo brillo de la estrella más hermosa que alumbrara la noche o esa pequeña la primera en aparecer en las tardes y con tal brillo misterioso lo cubría por completo que hasta podía opacar al mismo sol ocultandose.

—¿Qué te parece?—llegó Yanell sonriendo hasta la sala.

—Perfecta como siempre—la admiraba Sam.

La chica volvió a quitarse la tiara que traía puesta, observó las piedras preciosas que esta tenía adheridas y levantó la cabeza viendo a su novio, a la vez trataba de descifrar su expresión.

—¿Qué pasa?—interrogó confundida, él solo sonrió antes de volver a hablar.

—Supongo que algunas reinas no necesitan una corona—cada palabra que pronunciaba le nacían del corazón haciendo que ella lo amara aún más.

De hecho las inseguridades que cargaba poco a poco se iban desvaneciendo lo lograba por sí sola en ocasiones pero Sam era de gran ayuda en las veces en las que no encontraba una salida.
Se amaban sin dudas y lo demostraban de todas las maneras existentes, Samuel la admiraba mucho ya que a pesar de haber dudado de sí misma siempre era alguien decidida lo que decía, lo hacía como si se tratase de alguna escena previamente ensayada, y se sentía al mismo tiempo alguien con buenas intenciones en este mundo ¿Sam alguien bueno? Claro que sí.

—Yanell...—la llamó, ella estaba sumamente concentrada en ese libro.

—Dime mi vida—habló sin dejar de leer.

—¿Puedo pedirte algo?—preguntó y entonces ella le prestó atención asintiendo.—solo, nunca cambies

—¿A qué te refieres?—sonrió levemente algo dudosa.

—Eres única y perfecta tal y como eres, no podría imaginarte de otra manera—al concluir ambos sonrieron tiernamente y aún más dulce y adorable aquel beso que sellaba y demostraba cuanto amor cargaban.

¿Sabrá ella cuántas veces él la veía en silencio? ¿En cada ocasión en la que una que otra lágrima podía huir de sus ojos agotados y aún así él sólo le daba un abrazo? Ambos de alguna manera encontraban la clave perfecta para animar al otro, a veces Sam terminaba frustrado cuando el trabajo era tedioso y molesto Yanell lo ayudaba apenas se encontraban, esas tardes en las que llegaba reprochando y la cura perfecta se resumía en dejar la cocina con algunas manchas y unos cupcakes en el horno y a la vez comentando su día.
¿Tendrán en cuenta los dos que a través de los ojos del otro eran las personas más perfectas y con quienes se imaginaban en cualquier escena?

~~~

Yanell llegó a la casa cargando consigo al menos cinco libros consigo y desde la entrada se oía el canto de Sam quien preparaba cada receta que se le pudiera ocurrir, con una sonrisa instantánea dejó todo en el sofá y apenas entró a la cocina pudo ver a su novio muy concentrado tanto en esa pasta la cual lucía bien como en la letra de la canción sonando de fondo.

—Oh, hola linda ¿Cómo te fue?—preguntó mientras seguía bailando a veces con pasos algo extraños.

—Ella rió.—Me fue bien, y creo que a tí también

—Encontré una receta nueva, y mañana tengo el día libre—comentó.—ven—hizo que se levante de nuevo.

—¿Qué planeas?

—Baila conmigo—pidió.

—No Sam, sabes que no bailo—trató de tomar asiento de nuevo.

—Solo un pequeño baile, por favor...—insistió, la acercó dándole una vuelta por lo que rió.—ves, sé que amas bailar

—Bien, tú ganas—aceptó rendida.

—Aún no sé cómo lo haces, pero de alguna manera eres perfecta ahora... Y siempre

—Te amo Sam—soltó sin más.

—Y yo te amo a tí mi vida—sonrió.

Ninguno de los dos termina de contener todo lo que sienten, aún así son perfectos el uno para el otro y a cada paso que van juntos, las inseguridades que existiesen se desvanecen sin rastro alguno de haber existido antigüamente sumiendose en todo el cariño desprendido de ambas partes y encontrando nuevas escenas sin ensayo las cuales los unía aún más.
Y sin saberlo de alguna manera eran perfectos ahora.

One-Shots Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora