Amigos con derecho. +18(Imagina Jungkook Y T/ N)

Que Descances, Cariño.

Jungkook: T/N, no enciende por nada el auto. —paso el dorso de su mano por su frente, secando el sudor y a la vez dejándola un poco sucia de grasa. —

Bufé e hice un leve puchero, no salen las llamadas, no hay señal y lo único que yo tengo es hambre, y sueñito.

T/N: Jungkook, no hay señal... —avisé, dándome por vencida en intentar comunicarme a casa o a los chicos. —

Me senté en una piedra grande que había cerca de la carretera, JungKook me miró e hizo puchero, seguido empezó a observar el lugar.

Jungkook: ¡Mira! —señaló a un lugar en especial— debe haber una pequeña casa en medio del bosque, por la chimenea.

T/N: ¿Será...? —quedé observando el lugar de donde se veía salir humo. —

JungKook se acercó al auto, tomó su celular y llaves, dejando con seguro el auto.

JungKook: Vamos —tomó mi mano y me llevó detrás de él. — por favor, ten cuidado... T/N, hay muchos montes, puede haber una serpiente o algún insecto peligroso por aquí. — advirtió mientras caminaba con Cautela y separaba con un palo los montes, haciendo un caminito por donde iba pasando. —

T/N: Esta bien, descuida. —respondí, tratando de sonar normal, pues el cariño que tanto amaba escuchar salir de sus labios, había desvanecido. —... estaré bien.

Jungkook: bien, entonces.- — apretó mi mano — Ay! ¡T/N! ¡T/N! ¡Me traga!

T/N: ¡Jungkookie! —trate de atraer su cuerpo al mío con desespero, al ver que el suyo se hundía en el monte. — ¡No!

No hubo nada más, cerré con Fuerzas mis ojos, caímos. Un vamos a morir fue lo último que salió de mis labios, mientras me aferraba a su cuerpo.

Sentí nuevamente ese hermoso y cálido tacto, húmedo, sobre mis labios. Abrí mis ojos soltando un repentino suspiro por el inesperado beso.

Jungkook: gracias... Superwoman. — dijo entre risitas, cuando se había separado del beso corto y cariñoso. —

Sólo lo mire, otra vez con el cerebro en el espacio.

Jungkook: ¡T/N el suelo es lava! —grito emocionado, antes de salir corriendo en dirección a la cabaña. —

Me levanté de entre los montes con gran parte de pegas que quedaron en mi ropa y corrí detrás de él, sonriente.

Apenas pisé dentro de la casa, Kookie salió de los lados al estar escondido, dándome un fuerte abrazo mientras soltaba risitas contagiosas.

Nos disponíamos a encontrar a la persona que viviera en el lugar, pero no había nadie, de hecho hasta estaba todo limpio y también, había comida preparándose, mientras a mi se me hacía agüita la boca.

Jungkook: T/N... Piénsalo bien ¿no crees que este lugar puede ser habitado por... Una bruja? —dijo lo mismo por milésima vez, susurrando como siempre las dos últimas palabras. —

Di un golpe en su hombro por la misma cantidad de veces en las que había abierto su bocota para decir tal cosa, con las puras intenciones de hacerme atemorizar.

T/N: que no y no, te responderé lo mismo las miles de veces que sean necesarias Kookie —Suspiré  —

Y me levante del pequeño sillón viejo, pero hogareño, que venía bien con la alfombra color azul marino.

Iba a por mi celular, el de ambos se habían apagado y había sido un imposible seguir marcando a los chicos, y a nuestros padres, pero el rechinar de la puerta al ser abierta mostrando una pequeña figurita, la cual juraría que llevaba un gorrito, siendo este muy grande para quien la llevaba.