Dance Lover || ZhanYi ||

Capítulo 9

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¿Había una manera de ser feliz sólo por escuchar a alguien pronunciar tu nombre? Por primera vez Yibo lo confirmó. No fue ese tono casi sensual ni ese porte magistral al estar parado en el escalón, sino el simple hecho de ser Xiao Zhan.

Fue lo fácil que cambió la formalidad con la que se dirigía diciéndole laoshi y en sólo unos días lo llamó por su nombre completo. Quería fingir que eso no había provocado sorpresa en él pero no podía. Era una de esas veces que deseaba gritar alto y claro que estaba feliz sólo por ser nombrado.

− ¿Cómo podría? No tienes idea lo mucho que ansiaba esto, Xiao Zhan.

El mayor no esperó una respuesta diferente, sonrió cómplice de la situación para después sorber a su café y seguir avanzando a su salón.

Yibo se giró dando la espalda, gritando en su interior y mordiendo sus labios, ansioso. Lo había logrado, esa noche Zhan sería completamente suyo. La piel en su rostro se tornó en un rojizo profundo. Eso sonaba demasiado erótico.

"¡Pero no lo pensé de esa forma! ¡Aaaaggh!"

Se cubrió con ambas manos la cara, esperando que el reciente bochorno descendiera antes de que ingresaran sus alumnos. Era imposible no emocionarse, tendría a Zhan al menos un par de horas con él, dispuesto a compartir su tiempo y viceversa.

Todos los pequeños de la primera clase notaron lo feliz que lucía su Gege, algo poco común, no era que Yibo fuera un laoshi frío o amargado con ellos simplemente no se le solía observar una enorme sonrisa toda la clase. Rápidamente la voz se corrió hacia otras clases e incluso llegó hasta Na-Jie.

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− Con esto finalizamos la clase, se pueden retirar.

Zhan se acercó a su escritorio buscando la papelería que le entregó Ziyi el día anterior, pero no pudo seguir haciendo tal acción al escuchar entre las jóvenes el nombre del bailarín.

− ¡Chicas, apúrense! aun podemos alcanzar a ver a Yibo laoshi bailar.

Levantó la vista hacia la puerta, desde ahí le saludaron unas féminas que venían en busca de algunas de sus alumnas quienes empacaban sus utensilios con torpeza.

− ¡Espérenme, ya voy!

Sonriente, Xiao Zhan se despidió de la mayoría. Se dio cuenta que muchos estudiantes casi corrían por el pasillo. Comenzaba a preguntarse cuál era el alboroto, Yibo bailaba todos los días ¿Por qué hoy tendría que ser especial? Aunque le encantaría poder estar ahí también y verlo bailar.

Era tan bueno haciéndolo, jamás había visto a alguien danzar tan entusiasta y perfecto como lo hacía él. De repente se encontró suspirando enamorado, deseaba que terminara esa jornada, pero por otra parte un miedo que nunca antes había sentido se situó en medio de su pecho. ¿Y sí Yibo se llegaba a aburrir de él? Zhan no se consideraba una persona interesante del todo, sino más bien sencillo y a Yibo parecía que le gustaba todo lo contrario a él.