Dance Lover || ZhanYi ||

Capítulo 12

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Zhan era casi arrastrado por el menor. Pero le era imposible no prestar atención a ese agarre de manos tan apretado, tan cálido y que lo hacía sentir muy seguro, era agradable ser sostenido así y más por esta persona. Su mirada vagó con interés a través del camino recorrido. Si mal no recuerdo, hacía allá queda mi departamento, pensó Zhan. Y cualquier otra cosa de su mente  voló, pues Yibo giró en una esquina como si olvidara que iban tomados de la mano.

– Didi, ve más lento.

– No puedo.

– ¿Ah? Claro que puedes. – Zhan jadea en una melodiosa risa.

Yibo no contesta y entra en un edificio algo lujoso para el gusto de Zhan.

– Pensé que habías dicho que en casa tenías una moto... ¿Dónde está?

– En el estacionamiento del edifico.

"Entonces... no es una casa, es un departamento..."

Suben a un elevador en el cual Yibo presiona un simple 3. Los nervios invaden a Xiao Zhan, ¿De verdad se aproximan a tener un encuentro sexual? ¿No van demasiado rápido? Antes de seguir procesando la situación, se da cuenta que ya están frente a una puerta y Yibo está ingresando la clave, ¿Debería detenerlo y decirle que antes hablen de ciertas cosas? Al menos Zhan siente que debería dejar en claro algunas, no son realmente importantes pero...

Al entrar Yibo solamente enciende la luz del comedor y sin pensárselo dos veces se abalanza sobre Zhan, le besa con pasión acumulada y el mayor responde de igual manera.

Otra vez Zhan está contra la puerta y Yibo apresurándose en sorber su lengua, soltarla y degustar con devoción el interior de su boca. Entonces, los pensamientos de Zhan quedan flotando en el aire, muy lejos de mente, y por el contrario piensa que quizá a este chico le gusta tratar a su pareja como una presa, arremetiéndola contra cualquier superficie sin dejarle escapatoria, como en la sala de maestros; y pues Zhan es bastante flexible en ese tipo de situaciones, así que le da el placer de deleitarse de la forma que él quiere. Deja caer su maletín y coloca sus brazos tras su espalda baja, indagando sobre el elástico de esa prenda blanquecina que cubre las largas piernas del bailarín y la cual deja tanto a la imaginación. En cuanto siente las manos ajenas vagar sobre su abdomen y torso la piel se le eriza bajo la ropa. Yibo busca los botones de su camisa para desatarlos uno a uno.

– Vamos a la cama. – rompiendo el beso, ordena.

Yibo lo guía de nueva cuenta hasta su habitación, lo lanza sobre la cama y Zhan se sorprende por la fuerza aplicada soltando un leve gemido al chocar contra el suave colchón, mientras Yibo se encarga de encender la lámpara de mesa. El bailarín no le da tiempo de reaccionar cuando ya se encuentra a horcajadas sobre él y se inclina a oler su cuello. Xiao Zhan no duda en darle más acceso tirando su cabeza más atrás, siente escalofríos por el aliento golpeando su piel, por lo fresco de la noche y la excitación incrementando; Yibo lo siente, con la palma de su mano toca por encima de su ombligo, sus poros están despiertos, aflorándose sólo y únicamente para él. Zhan jadea por el sutil toque llevándose su propio dedo índice a la boca para morderlo y sin querer, logra verse erótico y sensual en toda la extensión de ambas palabras.