La Sombra De Hallownest

Arrepentimientos

Resumen

El capítulo en el que un insecto de la píldora lamenta cosas

Texto del capítulo

Se sentía incómodo estar sin su espada a su lado, pero la sensación era lo último que tenía en la mente en este momento. Los restos infectados que alguna vez fueron tambaleantes de lo que solían ser insectos normales ahora yacen amontonados en las piedras empapadas y heladas de la infame ciudad de las lágrimas. Aunque ya no está infectado y fascinado por la luz cegadora que era el resplandor, el daño ya está hecho; Años de descuido de la higiene y el consumo adecuados, junto con otros factores biológicos, han hecho que estos insectos no puedan salvarse de la oscuridad que se avecina que se ha filtrado desde las puertas de la muerte.

Quizás, si no estuvieran afligidos por mucho tiempo, podrían salvarse, pero a juzgar por la gran cantidad de cadáveres que ensucian las calles, no parece ser el caso aquí.

Por mucho que Quirrel quisiera decir que estaba acostumbrado a este paisaje grotesco, es difícil desensibilizar a alguien que valora la belleza en todo, vivo o no vivo.

Fue un error irse tan temprano, cuando aún quedaba tanto por hacer para ayudar al que supuestamente era el único que podía acabar con esta plaga; Para intentar salir de un pasado inexplicable y explorar más la belleza de este mundo. Y, sin embargo, ya se ha hecho, la infección ha sido vencida —de qué forma no está seguro— incluso sin su ayuda. Definitivamente fue un final agridulce para este reino que se extendía ante él, eso es seguro.

Y ahora piensa si fue un error mirar atrás; Por no darle suficiente fe a su pequeño compañero.

No está seguro y está en conflicto al respecto.

Lemm:-Tú.- Giró bruscamente la cabeza para encontrar un insecto suave y de aspecto acogedor que le dio una mirada irritada. -¿Qué haces bajo la lluvia? Has estado parado aquí así durante mucho tiempo, ¿Eres estúpido o algo así?-

Esta fue la primera vez que Quirrel vio otro insecto no infectado en mucho tiempo, pero su primera impresión pareció ser la de un insecto viejo y malhumorado.

Quirrel:-Oh uh, ¿Lo estaba?- Parecía que no podía ordenar sus pensamientos mientras este insecto lo miraba fijamente, y como resultado, las palabras parecían tropezar de manera no selectiva. -¿C-cuánto tiempo estuve fuera?-

Lemm:-Suficiente para hervir a fuego lento mi caldo de verduras- Replicó el insecto. Quirrel le dio una mirada avergonzada en la que el insecto solo respondió con un suspiro de desaprobación. El insecto hizo señas para seguirlo, -Vamos, mete tu trasero dentro antes de que te enfermes y te únas a los montones.-

No era una sugerencia, era una orden, y Quirrel obedeció en silencio mientras seguía al insecto malhumorado, navegando alrededor de los insectos caídos hacia el edificio más cercano.

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Lemm:-¿Cuál es tu nombre?- Preguntó el insecto mientras le entregaba a Quirrel un tazón de su caldo de verduras.

Quirrel con mucho gusto tomó el cuenco del extraño e instintivamente se lo acercó a la cara, asimilando el calor y el aroma relajante del caldo, un gran contraste con la lluvia helada del exterior. Volvió a dejar el cuenco en su regazo y miró hacia arriba, solo para darse cuenta de que el extraño lo había estado mirando con una mirada cansada todo el tiempo, haciendo saber que no era muy paciente, al menos cuando se trataba de socializar.

Quirrel:Es Quirrel.

Lemm:-¿Solo Quirrel?- Quirrel asintió, tomando un sorbo del caldo. -Lemm.- Le tendió la mano y Quirrel, colocando su cuenco en la mesa, lo tomó y lo estrechó a modo de saludo.