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- ¡Brindo por Valentín! - dijo Cornelio, entre risas. Y levantó la lata vacía. - por que es un completo imbécil al que... - lo miró. Las risas se hicieron más grandes.- al que quiero. - varios silbidos se escucharon desde atrás. Tal vez de Raúl y Axel. - si, jo.der cuál es el problema con eso? Eres un hermano de puta madre.
- ¿Te has puesto sentimental? - le preguntó Valentín.
- Hoy cumples años, cualquiera se pondría así al ver que ya eres anciano... - Cornelio le golpeó el hombro. - y que pronto no podrás fo.llar. - se rio. Valentín lo miró mal.
- Yo también quiero brindar. - exclamó Raúl. Levantó su lata llena de Tekate. Valentín, Cornelio y Axel se voltearon a mirarlo. - bueno, por todo... por lo que dijo Cornelio, que no podrás fo.llar..- todos rieron. - por ser... oh jo.der, ya sabes. Eso que dicen.. - hizo unas comillas con los dedos. -"por ser tú' y por ser el hijo de puta más increible del mundo. - y lo abrazó.
Valentín le correspondió el abrazo. Y se rieron. Entre los cuatro. Ashley abrió de pronto la puerta de la casa de Cornelio, entrando a ella. Traía un bonito pastel en sus manos. Lo puso sobre la mesa. Y su piel se erizó poco después al sentir las manos de Valentín abrazarle la cintura. No había nada que le hiciera más feliz que tenerlo a su lado.
-Yo.. - empezó Axel. - iba a traerte personalmente a unas buenas amigas, ya sabes... Es tú cumpleaños y... - Ashley le golpeó el hombro. Cornelio soltó una risa, al igual que los demás. - pero pensé que a Ashley no le gustaría.
- Idiota. - le dijo Ashley.
- Que linda.
-Vale, yaya.. mi auto tiene combustible? - preguntó Cornelio, pues Valentín había sido el último en usarlo.
-Si. - contestó él. - irás a recoger a..
Valentín le sonrió. Cornelio asintió sonriendo también, jugueteó con las llaves de su auto.
- Iré por Norma y regreso, - les dijo.
Los demás se quedaron sorprendidos al observar esa actitud en él, hace mucho...mucho que no actuaba así por una mujer... Ashley subió la mirada hacia Valentín. Este no pareció notarlo. Cornelio salió de su propia casa, cerrando la puerta. Y mientras los otros se dedicaron a repartir el pequeño pastel que Ashley había traido. Valentín susurró algo en el oído de Ashley...
- ¿Ya se lo has dicho? -le preguntó. Ashley negó con la cabeza. Y la verdad...no sabría en que momento decírselo. Cómo decírselo. Y sobre todo... de qué forma reaccionaría él...
