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Últimos capítulos.

Noche del jueves. Doce de la noche.
La suburban negra está bajo el edificio más grande de todo Madrid. Y en ese edificio, Bruno ha regresado de Hawaii por fin y está apunto de contestar una llamada telefónica.

- Bruno... - susurró Andrew. En la otra
línea.

- Por fin llamas. - renegó Bruno. Se
sirvió un poco de champagne para
bajar las tenciones. - Cómo va...

- Necesito que hagas todo lo que te voy a decir. - prosiguió Andrew. El miedo de su voz lo decía todo, cerró los ojos con fuerza.

- Por qué? -preguntó el padre de Lú
sin entender nada.

- Porque van a matarme. - confesó
Andrew. Apretó los labios, estaba
horrorizado, completamente
acobardado. El arma le rozó la sien,
haciéndolo temblar. - y van a matarte a ti también..- Bruno tragó saliva. Qué
demonios estaba sucediendo? se
puso de pie de inmediato y observó
las puertas de su oficina. Están
cerradas. Completamente. Sintió un
alivio en el corazón. Qué co.ño estaba
diciendo Andrew?

- Deja de jugar, Andrew.

- Van a matarnos si no haces lo que
te voy a pedir. - dijo esta vez entre
lágrimas. Tenía a Valentín, Axel y
Raúl apuntándole todo el cuerpo
dentro del auto de Cornelio. Secuestrado y apunto de cagarse en sus mismos pantalones. Una fría oleada de terror se pasó por el
cuerpo de Bruno. Jo.der, él no le temía
a nada. A nada nunca. Siempre era él
el que debía ser temido por todo y por
todos. Apretó los dientes. Querían
matarlo? No era la primera vez. Así que abrió uno de los cajones de su inmenso escritorio y desenvolvió su arma de entre un pañuelo rojo.

- Bruno... - continuó Andrew. - si
cortas esta pu.tísima llamada harán
estallar este edificio, te lo juro...

- Qué tengo que hacer? - preguntó Bruno, completamente decidido. Quitó el seguro de su arma.

- Pídeles a todos los hombres de
seguridad que se vayan...- dijo
temblando. Valentín había preparado
el arma para disparar, solo jugando y
probando los nervios de Andrew.
Bruno cerró los ojos con fuerza y
enmudeció por un momento... nunca
le habían hecho algo parecido, algo
tan bien planeado... jo.der. Necesitaba
salir de ese edificio cuanto antes.
Como sea. Y no podia cortar aquella
llamada telefónica que Andrew le había hecho. Poco le importaba la vida de ese im.bécil. Pero sí la suya. Debía idear algo y salir de ahí. Apretó el intercomunicador.

- John, quiero que todo tu equipo se
tome la noche hoy. -le indicó Bruno.
- que no se quede ningún guardia de
seguridad vale? Nadie, que se vayan
todos.

- Entendido señor. - afirmó John.
Bruno cerró la comunicación y colocó
otra vez el teléfono sobre su oído.
- Listo. - dijo Bruno, otra vez
hablando con Andrew. Y esperó varios segundos a que este contestara. Pero no lo hacía. Y eso solo aumentaba sus nervios. Y si lo habían matado ya? Y... si seguía él? miró a su alrededor, esta vez sí estaba solo en aquel edificio a media noche. Las gotas de sudor bajaron por su frente. No había seguridad ni nadie que lo escuchara gritar mientras lo intentaban matar. Estaba hundido. - Andrew? - Andrew está bien, Bruno. - le contestó la voz ronca de Valentín. - sólo hemos probado algunas balas con
él para ver si el arma funcionaba..- mintió. Mientras Axel tapaba la boca
de Andrew para que no se le escapara
uno que otro grito.

- Jo.der...

- Solo quedas tú. -le amenazó Valentín. - Pero antes... alguien te está esperando fuera de tu apestosa oficina.. Bruno corrió hasta las puertas aún cerradas. Escondió el arma entre los bolsillos interiores de su saco de cuero. Y entonces, Valentín cortó la llamada. Bruno tiró el teléfono al suelo. La respiración se le hizo más rápida. Apretó los dientes. Nadie podía con él...nadie... era ahora donde debía demostrarlo. Abrió las puertas de su oficina... un hombre estaba acostado sobre una de las paredes del pasillo, esperándolo... levantó la mirada.

- Hola soy Cornelio Vega

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- Hola soy Cornelio Vega. - le dijo. - el
novio de su hija....

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Eso es tener los huevos bien puestos y el cinto bien apretado. Un aplauso para mi chulo pues'.

S-E-D-U-C-E-M-E ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora