Claire Reynolds
—¡Brisa! —grito cuando veo a mi amiga a lo lejos en el jardín principal.
Aquí en Proelium hay cuatro islas elevadas en el aire y tres de ellas son para los estudiantes y maestros de Imperium. Una la ocupa toda la escuela, otra es la pista de duelos, la otra es donde se encuentra el invernadero donde hay todo tipo de hierbas, plantas y cristales, la última la ocupa un gran templo donde duermen los dioses, ahí sólo puede entrar el consejo mágico, conformado por Marely, la directora de Imperium y literalmente la hechicera más antigua y poderosa en todo Aridum, los cuatro Elementales que fueron los primeros elegidos por los dioses y por último, los cuatro Sabios.
Me acerco corriendo a Brisa y cuando llego a ella la abrazo con fuerza.
—Claire, te extrañé muchísimo —dice cuando nos separamos—. Tengo tanto que contarte.
—Yo igual, vamos a nuestra recámara, tenemos veinte minutos antes de tener que ir a clases con el Elemental de Ignis —digo emocionada, y ella asiente frenéticamente mientras sonríe.
—¿Y yo qué? —escucho la voz de mi hermano detrás y Brisa y yo volteamos a verlo—, ¿Me dejarán solo?
—Cass, sólo busca a Leo— dice Bri a mi lado.
—Sí, eres un hechicero, envíale un mensaje mágico, nos vemos en veinte minutos, hermanito —digo antes de correr con Bri dentro de la escuela y caminar por los pasillos hasta llegar a nuestra habitación.
Aridum tiene este fantástico aire medieval. En Bellum las cosas son tan solo un poco más avanzadas, usan lámparas de gas, Proelium por su lado es un poco más retrógrada, aquí usamos antorchas y velas.
—Cuéntame todo, ¿Cómo fue tu verano? —Brisa y yo no nos vimos en todas las vacaciones porque la casa de sus padres está en otra ciudad, casi hasta el otro lado de Bellum, no estábamos muy cerca que digamos.
Bri es de Alantia, y sus padres viven casi en la división de dicha ciudad y Versevia. Yo siempre he vivido en la capital de Aridum, Eredell, es la ciudad más grande todas.
—Pues nada fuera de lo normal, practiqué mucho, intenté usar tu elemento, seguí tus consejo —ríe nerviosa—. Debo decir que casi quemo la casa de mi abuela.
—Pobre Lena, todavía me pregunto cómo no la has matado de sustos—ambas reímos divertidas.
—Tu elemento es el más difícil de controlar, pero de igual manera traté de controlar el agua en el río de Bellum, no pude— baja la cabeza como si estuviera decepcionada.
Coloco mi mano sobre su hombro y ella levanta la mirada hacia a mí.
—Tranquila, ¿Escuchaste sobre el tornado que derribó unas cabañas en el norte?— ella asiente y abre de más los ojos—, sí, lo provoqué yo.
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La Batalla {Elementales I} (Reescribiendo)
FantasyHace miles de años en las tierras de Aridum, existieron 5 poderosos hechiceros a los que llamaron los dioses. Estos eran capaces de controlar los cuatro elementos de la naturaleza. Pero esto ha logrado a alterar a los humanos. Y después de tanto al...