Eloy Wright
—¡Escúchame, maldita sea!— le suplico a Claire que está cerrando los ojos—. Vas a estar bien, no me dejes, ¿Sí?— hablo pero cada vez ella luce más y más débil—. Quédate por favor, no me dejes solo.
—No estarás solo— la escucho susurrar con debilidad—. Te amo, Eloy.
—Bien— hablo tratando de calmarme, pero es algo imposible, estoy viendo al amor de mi vida muriendo en mis brazos, y siento impotencia de poder hacer nada para evitarlo—. No merezco tu amor, no lo merezco, ¿Podrías perdonarme?— pregunto en un susurro—. Y sé que es mi culpa, todo esto es mi culpa, debí ser más cuidadoso— paso una de mis manos por mi cara—, y yo sé, sé que Julian te ha dado todo lo que yo no pude, y estoy consciente de que con él tal vez lo tengas todo— beso su frente cuidadosamente, tengo miedo que cualquier cosa que haga termine haciéndole más daño—. Pero yo sin ti no tengo nada.
—Eloy— habla Cassiel detrás de mí llorando—, prométeme que después de esto, mataremos a Eliana de una vez por todas.
—No esperes que me quede tranquilo después de que ella causó esto— digo con rabia y dolor—. La mataré yo mismo.
Vuelvo mi mirada a Claire que luce pálida y débil.
—Amor— vuelvo a hablarle, sé que aún me escucha—. Una última vez, déjame ser quien te lleve a estar a salvo, una vez más y te prometo que después de esto te dejaré ir si es lo que quieres— digo sintiendo un dolor insoportable en el pecho—, amor no me interesa si lo tienes a él en tu corazón, lo único que me importa en este momento, es que despiertes y que sea en mis brazos— acaricio su rostro con gentileza—. Por favor, necesito ser quien te lleve a estar a salvo, una última vez déjame ser yo quien lo haga.
—Sí— escucho el débil susurro dejar sus labios y ella cierra al fin los ojos, e inmediatamente nos trasladé al jardín trasero de Imperium.
—Quiero pedirte perdón— comienzo cuando nos encontramos frente a la fuente del jardín—, sé que tal vez no me estés escuchando, o tal vez sí— río sin gracia—, pero quiero que sepas que todo lo que he hecho, lo he hecho por te amo, porque eres mi luz, mi felicidad, eres en lo que pienso al despertar y no sabes con la gran sonrisa que me levanto—sonreí débilmente.
No sentía las ganas de sonreír, me estaba esforzando por hacerlo.
—Y siempre he tenido temor de perderte incluso antes de tenerte— hablo entre sollozos y cada una de mis palabras me duelen—, no quiero perderte no ahora, ni nunca. Eres mi inspiración, eres la única que puede sacarme de quicio— reí con desdén recordando todos esos momentos cuando desobedecía mis reglas—, pero sobre todo eres la única que me ha hecho amar con todo, sin importarme los demás.
No siento las ganas de nada. No puedo perderla, no quiero perderla.
—Eres la única que ha podido romper el caparazón de frialdad, y tal vez por eso te volviste tan importante para mí— continúo, sintiéndome derrotado—, porque a pesar de que me esmeré en no sentir algo por ti, con sólo una sonrisa me hiciste rendir— mis lágrimas caen en su vestido rojo—. Porque ¿Cómo no iba a enamorarme de ti si tus sonrisas me desarmaban cuando no tenías ni las más mínimas intenciones?— recuerdo la frase que una vez de dije a Julian
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La Batalla {Elementales I} (Reescribiendo)
FantasíaHace miles de años en las tierras de Aridum, existieron 5 poderosos hechiceros a los que llamaron los dioses. Estos eran capaces de controlar los cuatro elementos de la naturaleza. Pero esto ha logrado a alterar a los humanos. Y después de tanto al...