Los besos no reviven a los muertos que aún no mueren.
Las rosas violetas en frascos de mayonesa no son eternas.
La locura está tan cerca de lo que crees, ¿el amor?, a la distancia de mil galaxias.
Sólo es cuestión de mirar al espejo y cometer de...
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13 de enero
En este momento: Mis pensamientos.
Si los planes fueran indestructibles yo ya hubiera hecho una rebelión contra ellos.
Una muy grande rebelión.
—¿No creerás que te vamos a dejar solo? ¡En tú segunda cita! Obvio iremos contigo —se apura a decir Stephen.
Me lo ha repetido ya tres veces este día como si fuera necesario estar recordando que saldré con Kale al cine.
—¡Claro que no Stephen! esto no es protección a primera cita. Ni siquiera es una cita. No es necesario dos chaperones... —Me detengo a pensar un segundo —, uno y medio. Solamente iremos al cine. Es todo.
—De todas maneras, Greg, el plan ya era ir, ¿lo recuerdas? —Lía hace ademanes con las manos y da brinquitos en el sofá de la habitación de Stephen, mientras tengo la cabeza en uno de los reposa varazos —. No la vamos a cancelar, nosotros ya habíamos planeado ir al cine antes de que tu Romeo le naciera ir.
—No es mi Romeo, Lía —La miro fijamente —Kale y yo únicamente somos amigos.
—¿Crees que me interesa? —No se encuentra nada feliz —Se supone que esto sería una salida entre los tres... y Naomi.
Lía parece exasperada, como si el haber sido invitado por Kale al cine el mismo día fuera lo peor. No deja de mover las manos y hacer muecas como niña pequeña.
—Iremos contigo, Greg. Los tres... seremos como tus guardaespaldas del amor —Stephen alza los pulgares en seña de creer que es una buena idea.
Pongo los ojos en blanco.
—¿Cómo recomiendas que lo hagamos Einstein? ¿Vestidos de hadas? —dice Lía —Pensaba que seríamos nosotros tres, chicos, hace mucho que no tengo una salida con mis dos idiotas mejores amigos a solas.
Ahora parece desilusionada, y tiene una razón para estarlo, la hemos dejado sola las últimas semanas, únicamente nos reunimos en la escuela y nunca preguntamos como está. Ella también merece que le pongamos atención.
—Lo siento Lía —La tomo de la mano y se la acaricio. Huelan a menta y son suaves como las de un bebé pequeño —, lamento que ya no nos reunamos como antes... es nuestra culpa.
Stephen parece comer moscas mientras le soy sincero a Lía, así que le hago una seña con los ojos para que diga algo; el perece dirá alguna estupidez.
—Tengo otra idea —dice por fin —. Y es la mejor de todas. ¿Qué tal...? una cita triple. Tú y Kale, Naomi y yo y Lía con... —lo piensa un segundo— ¿Tú gato? creo que esta vez no estarás en el plan. Lo siento.
Lo fulmino con la mira por no estar ayudando en nada, pero al parecer a Lía no le desagrada del todo la idea.
—¿Qué dicen? Así ya no seremos chaperones, sino una reunión de amigos yendo al cine. Únicamente tendrás que buscar a un lindo chico de la escuela para llevar, ¿te perece bien si le digo a Calvin?
