V.

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"...Estoy soñando en un sueño todas las noches…"







Una ligera brisa golpeando contra su rostro lo incitó a abrir los ojos. 

Sin embargo, no fue capaz de reaccionar de inmediato. Su mente permaneció en blanco por unos segundos, como si sus pensamientos necesitaran ordenarse adecuadamente antes de ponerse a trabajar, incluso sus sentidos permanecieron adormecidos. Su vista se mantuvo clavada en un punto indefinido, sin procesar aún la imagen que estaban recibiendo sus ojos. 

WooYoung salió de su estado impasible unos segundos después, con el rostro llenándosele de confusión cuando poco a poco fue tomando consciencia de su entorno. Observó a su alrededor con cierta cautela, como si estuviera buscando alguna posible amenaza, para luego llevar la vista hasta su propio cuerpo.

Volvió a quedarse completamente inmóvil, tratando de recordar qué hacía allí y en qué momento había llegado. Estaba tan desorientado que no fue de extrañar que la inquietud comenzara a invadirlo.

Se encontraba en uno de los callejones del campus de la institución, aquel que unía el edificio de los dormitorios de los hombres con el edificio de los salones de clases. Estaba sentado en los escalones que llevaban hasta una de las puertas secundarias del edificio estudiantil, la cual siempre permanecía cerrada y obligaba a los estudiantes a utilizar la entrada principal. No había problema en que permaneciera allí sentado.

Sin embargo, eso no era lo que le preocupaba. 

WooYoung no entendía porqué estaba allí, no recordaba haber caminado hasta ese lugar y mucho menos haberse sentado tan tranquilamente, como si no hubiera prefectos que pudieran encontrarlo con gran facilidad y castigarlo por no estar en clases. 

Estaba comenzando a asustarse. 

Volvió a observarse a sí mismo, notando una vez más que se encontraba vistiendo como lo hacía normalmente. El abrigo blanco y negro, corbata floja, pantalones y zapatos de vestir, acompañados por los accesorios que acostumbraba llevar incluso en las ocasiones donde no se lo permitían. Llevó la mano hasta su pecho, tirando levemente de la tela pues de repente se le estaba haciendo difícil respirar con tantas incógnitas en su interior.

Los rayos solares brillaban con fuerza, casi causándole una molestia en los ojos, y los característicos sonidos de la naturaleza llegaban hasta él con facilidad pues el pequeño bosque yacía a unos pocos pasos. 

Su cuerpo se mantuvo en estado de alerta, listo para moverse a la mínima señal de amenaza, pero su cabeza tenía tantas interrogantes sobrevolándole que tal vez sería difícil que reaccionara a tiempo a cualquier peligro. 

—¿Qué haces allí, Woonnie? 

WooYoung llevó su vista de inmediato hacia dónde creyó que provino la voz. Su rostro adoptó un notable gesto de sorpresa y desconcierto cuando logró reconocer a la figura. 

—Estás sentado justo en un nido de insectos —habló la persona mientras se acercaba, rebosante de tranquilidad—. Y lamento decirte que no me acercaré hasta asegurarme de que no tienes ni uno solo encima. Ya sabes que no me gustan.

Ni siquiera volteó a ver si en verdad tenía insectos a su alrededor, simplemente se quedó observándolo. Tantas emociones pasaban por su interior que era dificultoso pensar en algo concreto.

Permaneció inmóvil otra vez, como si intentara no perturbar nada a su alrededor mientras trataba de comprender lo que estaba aconteciendo, buscando desesperadamente algo de lógica en todo eso. 

Pues, que no recordara cómo había llegado allí era un problema. Pero que San estuviese frente a él, hablándole tan a la ligera como si no hubiesen pasado meses enteros sin verse, sin duda que carecía totalmente de lógica alguna.

Inception [SanWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora