Last chance (Ao no Exorcist)

Punto de quiebre

— No puedo creer que lo hayas hecho — murmuró Shura aún con ese tono mezclado entre la furia y la preocupación mientras que apretaba un algodón contra la ceja abierta del gemelo, misma que no dejaba de sangrar.

Yukio sonrió sin ganas aunque sin poder ocultar su satisfacción, y Shura le borró la sonrisa del rostro, apretando el algodón con más fuerza de la necesaria.

Flashback

Se levantó arrastrando el mantel y llevándose a varios exorcistas en su camino hasta el calvo desgraciado que estaba tocando a Shura. Lo sujetó de la gabardina y de un jalón lo tuvo en el suelo. Sus puños ensangrentados hacían más escandalosa la escena y el rubio ni siquiera tenía tiempo para defenderse puesto que el gemelo estaba frenético.

Inmediatamente, varios exorcistas se lanzaron hacia él para separarlo de Arthur; pero al llevarse varios golpes también, mejor decidieron hacerse a un lado. Y hubiese seguido haciendo pomada al rubio, de no haber sido por la voz de Shura, llamándolo al orden.

— ¡Ya fue suficiente, Yukio! —su voz atragantada le heló por completo la sangre que hacía unos cuantos segundos estaba hirviéndole.

Se incorporó, dejando salir todo el aire por sus fosas nasales y volteó a mirarla. Sus ojos expectantes le dijeron todo de golpe: lo había echado todo a perder.

Un golpe a puño seco en la mejilla le reventó el labio y otro, en sentido contrario, le hizo perder la noción un par de segundos, enviándolo directo al suelo.

Yukio alzó la mirada, encontrándose con una imagen difusa de Arthur de pie frente a él, con los cabellos rojos de tanta sangre y el pecho subiéndole y bajándole con fuerza. Un pestañeo más tarde, la bota de Angel le pateó con ganas el rostro y lo dejó completamente tendido, debajo de la gran mesa del comedor.

Éste lo tomó del pie y lo arrastró de vuelta hacia él para recibirle con un par de patadas extras a las costillas.

Shura pasaba saliva con dificultad, pero no emitía ningún sonido.

-Señores -intervino Mephisto sin perder su usual tono relajado-, me parece que ya hemos tenido un buen espectáculo y que, haciendo gala de nuestras buenas costumbres, deberían tomar aire y continuar después con una conversación más civilizada.

Todos comenzaron a retirarse, incluso Ángel le dedicó una mirada con burla antes de alejarse. Yukio buscó instintivamente a Shura con la mirada, pero ella ya se había ido de ahí.

Fin del flashback

No se atrevió a responderle a la pelirroja; únicamente dejó salir un suspiro profundo. Ella se volteó para buscar un nuevo algodón en la improvisada enfermería que instaló en el baño de su propia habitación mientras que él la esperaba quietamente sentado en el excusado. No había querido arriesgarse a encontrarse de nuevo a Ángel y que sus flamas se salieran de control. Por suerte eso no había sucedido en el comedor; de otro modo, la historia sería diferente en aquel momento.

Shura giró nuevamente hacia él con una pequeña bolita empapada de alcohol. Ella no le decía nada y eso le estaba doliendo más que todos los golpes; pero ahí estaba, limpiando sus heridas con total concentración, los labios fruncidos hasta formar una línea delgada, sin permitir que sus ojos se cruzaran ni un instante.

-Lo lamento... -al fin se atrevió a murmurar aunque, siendo honesto, no estaba seguro de si realmente estaba apenado o solamente quería obtener alguna respuesta de ella.

Al menos, funcionó.

— ¿Qué es lo que lamentas exactamente? —Respondió Shura sin poder evitar el veneno en su voz—. ¿Haber hecho tu escena de celos como alumno de secundaria o haber arruinado el plan? ¿Habernos puesto en peligro a todos? -hablaba tan rápido-. ¿Qué hubieras hecho si tus flamas salían ahí mismo, Yukio? ¿Si te hubieras expuesto? ¿Qué se supone que yo...?