Mi promesa de protegerte-Todorokixtu

Capítulo 11

Varios héroes con quirks de agua llegaron a recibirlas, trataron a ambas chicas con cuidado y revisaron más de dos veces las tres fundas llenas de hidratantes que _________ había dejado caer al momento de ir a salvar a la niña.

Si no fuera por la declaración de la niña quizás le hubiesen prohibido el ingreso al examen de la U.A. esto en cierto punto llegaba a tranquilizarla.

Ahora ambas se encontraban sentadas en unas bancas fuera de la estación de policía, eran las 7 y seguían sin ver algún rastro de los padres de la menor. El silencio era tan incómodo como las veces cuando ella se encontraba en el cuarto de entrenamiento con Todoroki.

Encontrando un tema mucho más interesante que el "¿estás bien?" la pelinegra sonrió con seguridad —¿qué hacías en el muelle?

La niña giró a verla, luego volvió su mirada al frente con claras intenciones de ignorarla.

¿Después de salvarle la vida era así como la niña le agradecía? sintió una gran frustración crecer. ¿Todos los niños eran así?

—De nada— habló seriamente en un claro intento de reprenderla

al mismo instante la niña respondió —Si que eres orgullosa— bueno, esa era una expresión que no había oído en años —señorita "Algún día estarás a mi merced" "podré controlarte" y "me creo mejor que todo y todos"

La pelinegra se levantó, su cara estaba completamente roja —¿¡qué!?

—Es cierto, la última aumenté yo misma— reconoció la pequeña mientras miraba al cielo ¿desde cuándo ella había escuchado todo eso?

—¿Estabas allí?— preguntó avergonzada, la mas baja miró disimuladamente la reacción de la mayor, rió con burla.

—¿Cuántas personas se vuelven sumisas al escuchar eso?— preguntó con sorna —no necesitaba tu ayuda, sólo multiplicaste los problemas.

¡Pero que niña tan maleducada!

La joven se cruzó de brazos. —¿y tus padres?

—Vendrán pronto, saben que no hay problema— explicó sin importancia —ah, ellos también saben de tus costumbres de superioridad con el mar.

—¿¡Cómo lo supiste!?— volvió a preguntar con más desesperación

—El mar me lo contó— rió aún burlona —en serio ¿darle pelea al mar? estas loca— La chica frunció el ceño, se levantó de la banca al ver a una pareja dirigirse hacia ellas, la menor se levantó también y se acercó como si nada, al parecer ellos eran sus padres —se un poco más educada.

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Despertó, hoy era un día nuevo, apenas eran las 6 de la mañana pero aún así la chica corrió a vestirse, la playa era su destino seguro, si podía llegar a un acuerdo con el mar su meta estaría lista y preparada para recibirla.

La realidad fue como un cubo de agua fría para ella... no, fue literalmente una ola grande la que terminó por empaparla en el mismo momento en el que ella puso un pie sobre la caliente arena de playa.

 —¡Si que no te gusta perder las costumbres!— se quejó observando su uniforme negro estaba totalmente mojado —¡vengo en señal de paz y así es como me saludas!

La espuma del mar retrocedió un poco, esta reacción sorprendió a la joven, se acercó hasta la orilla y sonrió. Después de todo alguien si se mostraba un poco arrepentido.